Los efectos del clima de inseguridad que viven los buques comerciales internacionales que atraviesan el estrecho de Bab el Mandeb, en el mar Rojo, se están dejando notar. Después de que las principales navieras se hayan visto obligadas a abandonar esta ruta debido a los ataques de los rebeldes hutíes, el coste del transporte marítimo entre Asia y Marruecos se ha disparado entre un 60 y 100 %.
De forma paralela, el tráfico de mercancías por el paso es hoy un 46 % menor que desde el inicio de los ataquesel pasado 19 de noviembre, y un 53 % menos que lo registrado el 7 de enero del año anterior, según datos de Port Watch.
Y es que por este estrecho circula casi el 15 % del comercio marítimo mundial , incluido el 8 % del comercio mundial de cereales, el 12 % del comercio marítimo de petróleo y el 8 % del comercio mundial de gas natural licuado.
Según ha explicado el presidente de la Asociación Freight Forwarders de Marruecos (AFFM), Rachid Tahiri, desde el pasado 15 de diciembre los precios de envío de carga marítima subieron con Asia, concretamente China, e, incluso, con algunos países europeos como Italia, a causa del conflicto que se vive en la zona.
La situación, en cifras
Las mismas fuentes alertan de que, desde mediados de diciembre, el transporte de un contenedor de 20 pies desde Shanghái a Casablanca ha pasado de costar 1.450 a 2.800 dólares (de 1.324 a 2.557 euros). Los transitarios mantienen la respiración de cara a mitad del mes de enero, donde se verá si los costes
En caso de prolongarse el conflicto en el tiempo, podría tener un fuerte impacto en el precio de las importaciones y exportaciones. En el caso del vecino marroquí, la AFFM teme que la situación haga aumentar el precio de los tomates o el pescados, productos más «vulnerables» a cambios.
Según la Fundación Aquae, por esta ruta circulan cada año entre Oriente y Occidente más de 19.000 barcos -una cuarta parte del comercio internacional, según la Organización Marítima Internacional– cargados de petróleo, cereales, minerales o carbón.
Maersk se retira del mar Rojo
La naviera danesa Maersk, una de las principales empresas de transporte marítimo de contenedores del mundo y que forma parte del grupo industrial A.P. Møller-Mærsk, ha anunciado finalmente que todas sus rutas por el mar Rojo serán desviadas por el sur de África en un «futuro inmediato».
Tras un primer anuncio el pasado 2 de febrero en el que la firma suspendía temporalmente sus rutas en la zona después de haber sufrido diversos ataques a sus embarcaciones, la danesa se unirá definitivamente al grupo de grandes empresas que dejarán de operar en el estrecho -entre ellas la petrolera British Petroleum (BP) y las navieras MSC, CMA CGM y Hapag-Lloyd.
«La situación evoluciona constantemente, sigue siendo muy volátil y toda la información disponible confirma que continúa el riesgo de seguridad a nivel elevado. Por eso hemos decidido que todos los cargueros que iban a pasar por el mar Rojo y el golfo de Adén sean desviados por el cabo de Buena Esperanza en el futuro inmediato», informó la compañía.
Por otra parte, la naviera alemana Hapag-Lloyd ha confirmado que también seguirá evitando el canal de Suez al menos hasta el próximo 9 de febrero, cuando tomará una nueva decisión en base a la situación de seguridad.
¿Una posible solución?
Con las grandes navieras buscando rutas alternativas, devolver la seguridad a los mercados equivale a garantizar la paz en el estrecho. Para contrarrestar estos ataques, Estados Unidos anunció recientemente una coalición militar conformada por más de 20 naciones bajo el nombre de ‘Operation Prosperity Guardian’ (Operación Guardián de la Prosperidad).
Hasta la fecha se han producido diversos enfrentamiento contra los rebeldes en la región. El ataque sufrido por la embarcación Maersk Hanzghou el pasado 30 de diciembre llevó a que Estados Unidos hundiese tres barcas con rebeldes hutíes, lo que causó la muerte de diez personas.
Al hegemón global se le multiplican los incendios a extinguir. Tras el fracaso de la ofensiva ucraniana de verano -apunto de cumplir el conflicto su segundo año-, la pérdida de influencia occidental en África y la apertura de un nuevo frente en Palestina; hay quien lee entre líneas diversos pulsos a la hegemonía multipolar estadounidense.
Una zona vital para el combustible
Unos 8,8 millones de barriles de petróleo diarios y unos 4.100 millones de pies cúbicos diarios de gas natural licuado (GNL) transcurrieron por el estrecho de Bab el-Mandeb durante el primer semestre de 2023, según los datos del Departamento de Energía de EEUU (EIA).
Toda esta situación ha motivado que el precio del barril de petróleo para entrega en marzo cerró el pasado martes en el mercado de futuros de Londres con una bajada del 1,49 %, hasta los 75,89 dólares. El Brent continuó así la tendencia a la baja de los últimos días mientras continúa tensión en el mar Rojo por los ataques a los buques, y después de que algunas empresas, entre ellas la petrolera BP, decidieran recientemente suspender temporalmente el trayecto de sus embarcaciones por la zona como medida de precaución.
El crudo del mar del Norte, de referencia en Europa, concluyó la jornada en el International Exchange Futures con un descenso de 1,47 dólares con respecto a la última negociación -el 29 de diciembre-, cuando terminó en 77,04 dólares.