La Ruta de la Seda ha desempeñado desde la antigüedad un papel crucial en la historia del comercio mundial. Conectando civilizaciones distantes, la Ruta de la Seda fomentó la diplomacia y el entendimiento intercultural. Pero, también, impulsó el crecimiento económico y la prosperidad de las ciudades a lo largo de su trayecto, contribuyendo significativamente al desarrollo de la civilización humana. Su importancia histórica perdura como un símbolo de la interconexión global y la cooperación comercial a lo largo de los siglos.
Ahora Estados Unidos, la Unión Europea (UE), la India y Arabia Saudí han anunciado un megaproyecto de ferrocarriles, puertos y conexiones energéticas que pretende ser una alternativa a la Ruta de la Seda de China.
El proyecto ya ha comenzado a dar sus primeros pasos con la firma de un memorando de entendimiento para establecer el Corredor Económico India-Medio Oriente-Europa por parte de los países implicados. A los ya mencionados se añaden Emiratos Árabes Unidos (EAU), Alemania, Francia e Italia.
¿En qué consiste este megaproyecto?
La idea del megaproyecto es establecer ferrocarriles y rutas marítimas que conecten a la India con Europa a través de Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Jordania e Israel. La participación en el proyecto de estos dos últimos países, según el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, contribuirá a lograr una mayor integración en Oriente Medio en un momento en el que Estados Unidos está intentando que Israel y Arabia Saudí normalicen relaciones.
De esa forma, el nuevo corredor busca reconfigurar el comercio entre los países de Europa, el golfo Pérsico y el sur de Asia, reduciendo significativamente el tiempo necesario para transportar mercancías entre estas naciones. Además, pretende incrementar la cooperación energética entre los países firmantes y mejorar sus conexiones a internet.
Para ello, se creará una tubería por la que circule hidrógeno verde, se construirán infraestructuras que permitan conectar redes eléctricas de distintas naciones y se instalarán cables submarinos y terrestres que faciliten el rápido intercambio de datos.
¿Cuánto costará la ‘nueva Ruta de la Seda’?
Llegados a este punto, es natural preguntarse cuánta financiación necesitará este megaproyecto. No obstante, la información aportada tan solo se limita a delinear los objetivos del proyecto, pero no dedica ni una línea a explicar cómo se financiará.
¿El siguiente paso? Según ha indicado el gobierno estadounidense, que los países firmantes creen grupos de trabajo en 60 días para que puedan identificarse las áreas en las que hace falta inversión y establecer un cronograma realista para su ejecución.
Tanto Arabia Saudí, el principal exportador mundial de petróleo, como Emiratos Árabes Unidos, el centro de las finanzas de Oriente Medio, llevan años buscando protegerse de cualquier interrupción en las rutas comerciales y energéticas.
No obstante, la experiencia muestra que los grandes proyectos de infraestructuras en Oriente Medio suelen ser lentos. Un ejemplo es el proyecto ferroviario de más de 2.100 kilómetros que busca conectar a los seis miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (Arabia Saudí, Bahréin, Kuwait, Omán, Emiratos Árabes Unidos y Catar) y que solo ha podido construirse parcialmente una década después de su lanzamiento.
Contrarrestar la influencia china
El Corredor Económico India-Medio Oriente-Europa tiene un gran significado político, además de económico. Supone una demostración de fuerza del Gobierno de Joe Biden, que se ha marcado como objetivo contrarrestar la influencia de la Ruta de la Seda de China.
Hace exactamente diez años, el presidente chino, Xi Jinping, lanzó esta iniciativa, cuyo legado ya incluye proyectos de infraestructura multimillonarios, préstamos a países en desarrollo y la expansión del poder geopolítico y económico de China por los cinco continentes.
El anuncio se produce en un momento en el que China ha aumentado su influencia no solo en Asia-Pacífico, sino también Oriente Medio durante los últimos años. Por ejemplo, actuó como intermediario en el acuerdo que suscribieron en marzo Arabia Saudí e Irán para restablecer relaciones diplomáticas.