La crisis bancaria desatada por la quiebra del banco estadounidense Silicon Valley Bank y los problemas del suizo Credit Suisse han hecho tambalear al mercado esta semana, lo que ha activado la huida de los inversores hacía valores refugio como el oro, la deuda, o el bitcóin.
Cuando se activa el pánico vendedor en la renta variable, los inversores suelen refugiarse en valores considerados seguros como el oro, que desde el pasado jueves, cuando estalló la crisis del Silicon Valley Bank en EE.UU. se revaloriza más del 8 % y cotiza en torno a 1.960 dólares la onza. El metal precioso ha superado este lunes los 2.000 dólares por onza por primera vez desde principios de febrero.
Los inversores de IG recuerdan que en momentos de inestabilidad, «los inversores continúan incorporando oro a sus respectivas carteras, ya que es una manera de diversificar el riesgo». Asimismo, se muestran optimistas con su evolución en los próximos meses, «teniendo capacidad para romper los máximos históricos» alcanzados por encima de los 2.000 dólares. En este contexto, ven al oro en el corto plazo en el entorno de los 2.300–2.500 dólares.
Inversores a renta fija
Otro de los activos que se ha visto beneficiado por estas turbulencias de la renta variable a nivel mundial ha sido la renta fija que, no obstante, no ha estado exenta de una fuerte volatilidad. Ante el desplome de las bolsas, los inversores han registrado una importante demanda de estos títulos, lo que ha provocado una subida de sus precios, y una caída de la rentabilidad, explican los expertos.
Los analistas de Renta4 también señalan que ante la crisis financiera, el mercado redujo las expectativas de subidas de los tipos de interés por parte de los bancos centrales, lo que contribuyó a reducir el interés de la deuda.
En el caso del bono alemán a diez años, considerado el más seguro de Europa, su rendimiento ha pasado de casi el 2,7 % que registraba el pasado 9 de marzo, a un mínimo del 2 %. No obstante, la subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) en otros cincuenta puntos básicos este jueves ha propiciado un leve repunte al cierre de la semana.
El Bitcoin, de vuelta
Pese a la mejora del oro y de la deuda, el activo que más ha sorprendido por su fuerte revalorización ha sido el bitcóin. La criptomoneda más conocida y cotizada ha elevado en más de un 18 % su valor, hasta superar los 26.500 dólares. Aunque la pasada semana el bitcóin cayó con fuerza tras conocerse la quiebra del criptobanco Silvergate, ha logrado sobreponerse.
El dólar, otro de los activos considerado históricamente como un valor refugio en momentos de inestabilidad, también ha registrado un fuerte volatilidad en su cotización, marcada por la crisis financiera en EE.UU. y la subida de tipos del BCE.
Y a la espera de que la próxima semana, la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) haga lo propio y mantenga la senda marcada en su política monetaria. El euro termina la semana en 1,067 dólares, aunque durante estas sesiones ha llegado a tocar un mínimo en 1,051 dólares.
La banca maniobra
La semana además ha finalizado con la noticia de la reunión de emergencia convocada por el BCE para analizar la situación de la banca europea, las nuevas caídas en bolsa de Credit Suisse, a pesar de las ayudas que recibirá del Banco Nacional de Suiza, y la decisión de once bancos de EE.UU. de inyectar unos 30.000 millones de dólares para evitar la quiebra de First Republic Bank.
Asimismo, el viernes se produjo el vencimiento trimestral de futuros y opciones sobre índices y acciones, la conocida como «cuádruple hora bruja», que añadió aún más volatilidad al mercado. En este contexto, las bolsas europeas han cerrado la semana con fuertes pérdidas que, en el caso del Euro Stoxx 50, rozan el 4 % y en plazas como Madrid y Milán superan el 6 %.
En EE.UU. el Dow Jones cotizaba al cerrar los mercados europeos prácticamente en el mismo punto que hace una semana (-0,02 %), aunque hay que destacar que en el arranque de año los índices estadounidenses acumulaban subidas muy por debajo de las de los europeos.