La autonomía en materia sanitaria es una prioridad actual para casi la totalidad de los países europeos. No obstante, el reto no pasa tanto por garantizar la producción de fármacos, sino por una cuestión más compleja: asegurar su acceso a la ciudadanía.
En Economía 3 entrevistamos a Jesús Aguilar Santamaría, presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCOF).
De dónde viene y hacia dónde va el sector
-¿En qué estado se encuentra el sector farmacéutico en la actualidad? ¿Cuáles son sus retos principales?
La profesión farmacéutica goza de muy buena salud. El farmacéutico es un profesional sanitario que dispone de una formación que le habilita para ejercer en un amplio abanico de salidas profesionales: la industria y distribución farmacéutica, los análisis clínicos, la salud pública, la farmacia hospitalaria o la farmacia comunitaria, esa red en la que ejercen el 88,5 % de los colegiados en activo.
El reto en estos momentos es poder ofrecer al sistema sanitario todo el potencial de la profesión y, para ello, debemos contar con el apoyo institucional necesario.
– La farmacéutica es una profesión que cuenta con muchos siglos de historia. ¿Cómo han conseguido adaptarse a los cambios que la sociedad ha ido experimentando?
La profesión ha evolucionado desde una etapa –hace ya siglos– en la que se elaboraban los medicamentos, a otra de dispensación y consejos farmacéuticos. Por último, en la actualidad, donde se está consolidando una farmacia de servicios en torno al medicamento y a la salud pública.
En este desarrollo profesional, el farmacéutico, liderado por la Organización Farmacéutica Colegial, ha sabido evolucionar apoyado sobre la formación y la investigación. Y ya en el siglo XX también sobre las nuevas tecnologías y la digitalización.
Bien valorados por la sociedad
– ¿Se reconoce lo suficiente el papel de los profesionales farmacéuticos por parte de la sociedad?
Existe un consenso en cuanto a la valoración del farmacéutico y la farmacia comunitaria. Unanimidad desde todos los sectores sociales. El ejemplo más reciente es el estudio «El papel de la farmacia en el futuro».
Entre otros, la investigación desveló que una gran mayoría de españoles (80 %) reclama más servicios asistenciales desde las farmacias y nueve de cada diez considera necesaria una mayor integración en la Atención Primaria.
Además, el 88 % valora positivamente la colaboración de la farmacia durante la pandemia. Un 75 % considera que ha sido un agente sanitario clave en la detección de la covid-19 y ha ayudado a descongestionar la atención sanitaria.
La voz de los farmacéuticos
– ¿Hasta qué punto se tiene en consideración la voz del farmacéutico a la hora de tomar decisiones respecto al sistema sanitario nacional?
Desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos, así como desde los Consejos Autonómicos, se hace un seguimiento continuo de todas las normativas e iniciativas sanitarias que se ponen en marcha para contribuir con todas aquellas mejoras que creemos necesarias.
Estamos en contacto con las instituciones sanitarias de referencia, así como con los parlamentarios y los partidos políticos. Creo sinceramente que, aunque nos tienen en cuentan, podrían aprovechar muchísimo más el potencial de la profesión farmacéutica.
No me he cansado de ofrecer esta colaboración y solo en algunas comunidades autónomas, ya que las competencias sobre la farmacia están transferidas, se ha contado con los farmacéuticos y de manera muy desigual.
Es de destacar en este sentido la Comunitat Valenciana dónde se ha consolidado la dispensación colaborativa de medicamentos hospitalarios en farmacias comunitarias, gracias a la labor coordinada de farmacéuticos de hospital, farmacias comunitarias y de la distribución.
Un mayor papel
– ¿Deberían las farmacias tener un mayor papel como agentes activos de salud pública dentro de la red sanitaria?
Sin duda. En estos momentos, el Gobierno está trabajando en varias normas para fortalecer la política de Salud Pública. Iniciativas que para ser eficaces deben contar con la mayor red de inteligencia sanitaria del país –la red de farmacias comunitarias–, por la que diariamente pasan 2,3 millones de ciudadanos.
A la labor fundamental de educación sanitaria que desarrolla cada día la profesión, se suman otras muchas iniciativas. Todas ellas con un denominador común: la mejora cuantitativa y cualitativa de los resultados cuando se cuenta con la farmacia.
En definitiva, los farmacéuticos tenemos los conocimientos, formación, experiencia, capacidad y voluntad de fortalecer la salud pública en todos sus frentes. Incorporar todo este potencial al Sistema Nacional de Salud es una decisión tan necesaria como inteligente que situará a nuestra sanidad a la vanguardia europea y mundial.
Vanguardia tecnológica
– ¿Cómo avanza España en la transición digital?
La receta electrónica es un buen ejemplo de la digitalización de la farmacia española y de su liderazgo internacional. La receta pública lleva ya décadas implantada. Más recientemente, hemos impulsado la Receta Electrónica Privada con dentistas, médicos y podólogos, en la que seguimos avanzando y que proporciona un modelo único interoperable para toda España.
Este ejemplo de la receta electrónica es una muestra de uno de los tres ejes de nuestra estrategia. Somos farmacéuticos asistenciales, sociales y digitales.
Somos un ejemplo mundial con proyectos como el Centro de Información sobre el Suministro del Medicamento (Cismed), con el que detectamos las posibles faltas de medicamentos en las farmacias. Un modelo exportado a otros países y que en España ha sido clave durante la pandemia cuando faltaban todo tipo de productos, pero los medicamentos estuvieron garantizados en todo momento.
En innovación asistencial, estamos en fase de expansión de Mi Farmacia Asistencial, una plataforma que une a la red de farmacias para la prestación de servicios de mejora en el uso de los medicamentos a pacientes. Proyecto en el que acabamos de presentar una app que permite el registro de información sanitaria y farmacoterapéutica, posibilitando la prestación, por parte de los farmacéuticos, de servicios de una forma protocolizada y con los mayores estándares de calidad.
Con esta aplicación, el paciente puede dar acceso a un farmacéutico de su elección a toda la medicación y el resultado de los tratamientos esté donde esté
Con esta aplicación, el paciente puede dar acceso a un farmacéutico de su elección a toda la medicación y el resultado de los tratamientos esté donde esté desde cualquier farmacia adherida. Antes de la creación de la app, esta información solo era accesible a los profesionales.
Sin embargo, ahora es el propio paciente quien puede ver la información registrada, desde la medicación que se le ha dispensado hasta el histórico de los parámetros clínicos.
La situación del sector
– ¿Cuáles considera que son los avances más importantes que ha llevado a cabo la farmacia española?
Sobre todo, el de ser reconocida como una conquista social de los ciudadanos, un modelo que antepone el interés general y a los pacientes, nuestra razón de ser. En el ámbito asistencial, su avance es indudable, como lo está siendo en el digital, y es creciente su protagonismo en el campo social.
– ¿El número de profesionales farmacéuticos es suficiente actualmente para cubrir la demanda?
Por su formación multidisciplinar, los titulados universitarios en Farmacia tienen uno de los porcentajes más elevados de alta laboral en la Seguridad Social. La gran mayoría presta su labor asistencial en la red de farmacias –más de 55.000–, es decir, más de dos farmacéuticos por farmacia de media, a los que se suman los técnicos en farmacia.
En estos momentos, todas las encuestas sitúan al servicio farmacéutico como uno de los mejores valorados y que menos reclamaciones genera.
Una prioridad para los gobiernos
– ¿Qué opinión le merece el Plan Estratégico de la Industria Farmacéutica recientemente anunciado por el Ministerio de Sanidad?
Antes de incorporarme a la farmacia comunitaria trabajé durante muchos años en la industria y he de decir que su aportación es indudable en el ámbito de la investigación y el desarrollo de medicamentos. El mejor ejemplo ha sido el descubrimiento de la vacuna contra la covid-19 en un tiempo récord.
La autonomía o soberanía estratégica en materia sanitaria se ha convertido en una prioridad para todos los gobiernos europeos. Pero sería un error articular medidas para garantizar la producción de medicamentos si a la vez no se actúa en garantizar su acceso a los pacientes.
Seguridad farmacológica
-La seguridad del paciente en el entorno digital puede verse comprometida de una manera mucho más fácil. ¿De qué manera se puede garantizar esta seguridad?
La venta de medicamentos falsos por internet, influencers que opinan y promueven el uso de antibióticos sin receta en redes sociales, publicidad engañosa, aplicaciones móviles fraudulentas, proliferación de noticias falsas y bulos sobre la salud son solo algunos de los peligros que ponen en jaque la seguridad del paciente.
Se contemplan proyectos y acciones como la lucha contra la venta ilegal de medicamentos falsificados a través del Sistema Español de Verificación de Medicamentos (Sevem); el canal de videoconsejos. También Tu Farmacéutico Informa o el buscador gratuito de medicamentos Bot Plus lite.
– ¿Qué opinión le merece el Perte de Salud de Vanguardia?
Hasta ahora no está dando los resultados esperados, pero estamos a tiempo de que se corrijan sus deficiencias y se mejoren los mecanismos para que verdaderamente sea útil. En este momento, la red de farmacias no forma parte de la alianza de salud de vanguardia, pero hemos reivindicado que se exploren vías para sumar el potencial de la farmacia a este modelo.
– ¿Y de qué manera afecta al sector la ley de equidad o «Ley Darias»?
Toda medida para avanzar en este sentido es positiva siempre que no se ponga en peligro la sostenibilidad del modelo, que es precisamente uno de los pilares de nuestro sistema sanitario que más equidad aporta. En lo que se refiere a la farmacia y la prestación farmacéutica, nadie cuestiona la eficacia del actual sistema.
Avanzar en igualdad, equidad y cohesión social y territorial para que la salud y el bienestar de los ciudadanos no dependa del código postal pasa siempre por la farmacia.