Hablamos de la única empresa familiar en España con soluciones integrales para el acompañamiento tecnológico de las empresas, Nunsys. Tras la reciente adquisición de la también tecnológica valenciana Sothis; Nunsys –controlada por Paco Gavilán– se afianza con 1.520 trabajadores y una facturación que este año superará los 140 millones; como una de las mayores empresas tecnológicas nacionales. La primera, si tenemos en cuenta su carácter familiar.
Ella, ha participado junto a Actiu, la compañía española líder en diseño y fabricación de espacios de trabajo en la Cátedra de Empresa Familiar de la Universitat de València que impulsa, entre otras la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE).
El objetivo: abordar la atracción de talento en la empresa familiar.
Carmen Berbegal, consejera de Actiu y directora RSC y adjunta al Área de Personas ha comenzado su intervención con un reconocimiento a la figura del empresario; destacando lo complicado de los momentos actuales donde es fundamental “la capacidad de resiliencia y mantener el foco”. “Somos ya más que acróbatas y psicólogos juntos”, ha bromeado.
En este sentido, ha recordado cómo la compañía alicantina –fundada en 1968 por su padre, Vicente Berbegal–; está especializada en el diseño y fabricación de mobiliario para entornos de trabajo, hospitality y espacios colectivos; y tiene como objetivo mejorar la productividad y la satisfacción de sus usuarios.
“Buscamos proporcionar a todo aquel que interactúe con nuestros espacios la mejor experiencia y la máxima eficacia”, ha concretado.
Así, ha recordado que cuando llegó la crisis, en 2009, la empresa tuvo que “reconvertirse y diversificar” aún más su cartera de productos.
“Acabábamos de hacer unas inversiones muy potentes y de inaugurar nuestro Parque Tecnológico; totalmente sostenible –de hecho, es la primera empresa industrial del mundo en acreditarlo con las certificaciones Well V2 Platino y Leed Platino–; y no podíamos dejar de crecer y de atender nuestros compromisos”.
Para ello, se apoyaron en el tejido fabril del valle del juguete, dando a muchas empresas de la zona “la oportunidad de permanecer y fijar el talento en el territorio”.
En la actualidad, la empresa emplea a unas 400 personas de manera directa y a otras 400 más, indirecta. Su equipo (250 de ellos orientados a la parte industrial: operarios, técnicos, ingenieros…); está compuesto por una veintena de nacionalidades y cuenta con una edad media cercana a los 41 años.
Explica Berbegal que “por el hecho de ser parte de la familia no ocupamos las direcciones de áreas; somos consejeras y estamos llevando áreas concretas de la organización; pero nuestra función es dar soporte a las personas más válidas, más valiosas para la organización”; manteniendo una relación “muy fluida” y “directa” con ellas; “subimos y bajamos, lo que nos permite relacionarnos con todo tipo de puestos ”, reconoce.
Los candidatos llaman a la puerta
El talento del que se nutre la estructura de Actiu, según Berbegal, es tanto interno como externo, con directivos llegados de otras partes del territorio nacional e internacional; buscando “más allá de las capacidades y competencias”, siempre la “afinidad”. Y es que, lo principal para la compañía es que casen perfectamente con su cultura; “muy enfocada a valores como la sostenibilidad, flexibilidad, adaptación…” y advierte “si la persona no vive la cultura de la empresa, tendrá un recorrido a corto plazo”.
Admite, que el hecho de comunicar mucho sus valores y sobre todo, trabajarlos en el día a día, les ha brindado una “muy buena reputación e imagen de marca”; algo que en relación a los recursos humanos “nos ahorra: tiempo y recursos”. “Nos llegan espontánea y directamente las ofertas de candidatos muy preparados; para nosotros los empleados no son un número –como podría ocurrir en una multinacional– son personas, que acompañamos en su desempeño personal y profesional”, ha declarado.
Considera Berbegal esencial trasladar a todos los empleados los planes de carrera y la manera de seguir creciendo en la organización. “Además apostamos mucho por el intraemprendimiento; damos la confianza y el acompañamiento necesario para que nuestras personas puedan liderar proyectos”.
Entre ellos, ha destacado un proyecto que llevan a cabo en colaboración con una emprendedora de Alcoy con los retales de las telas que reciclaban tras sus desarrollos; ahora tienen una nueva vida en forma de bolsos, mochilas o necesers.
“Lo esencial es reconocer, potenciar, dar oportunidad al talento y acompañarlo. Ese es nuestro punto diferencial”, ha concluido la propietaria.
Por su parte Nunsys, cuya plantilla se nutre en más de un 80% de técnicos –“imaginaros a tantos frikis juntos, yo el primero”– ha bromeado su director general, Paco Gavilán; es consciente de que su éxito pasa por cuidar al equipo humano y generar arraigo a la empresa. “Son los mejores embajadores, la vía ideal para atraer talento, por círculos concéntricos, llegando a aquellos compañeros que queremos que estén con nosotros”, ha explicado.
Crecimiento exponencial
Con el 72% del accionariado, Gavilán ha destacado el “hambre” que tienen los fondos de inversión por el sector: “he dejado de recibirlos”, reconoce; para centrarse en una estrategia de crecimiento orgánico e inorgánico exponencial.
Tras la fusión con Sothis, asegura que hay una veintena de compañías que le han solicitado unirse al proyecto. De momento, trabajan en la integración de una firma de Tarragona con una veintena de trabajadores. “En lugar de captar talento individual, Nunsys capta talento colectivo; incorporando compañías, o equipos y su fondo de comercio”. “Buscamos empresas súper especializadas en ciertas áreas y las compramos”, ha resumido.
Además de potenciar mucho la formación, Gavilán asegura que la estructura de Nunsys es muy plana y poco jerarquizada; “suelo comer con gente muy diferente dentro de la organización; es bueno que puedan percibir de primera mano hacia dónde va la empresa y qué cosas queremos cambiar. Además, todas las semanas me reúno con un grupo de unos 15 trabajadores, que exponen cómo podemos mejorar. Esto nos ayuda mucho a modular el Nunsys que queremos para el futuro”.
Abrir oportunidades de desarrollo profesional
Más allá de los planes de carrera, Nunsys potencia el desarrollo profesional creando unidades o mini empresas dentro de la organización con responsables muy especializados. “Lo llamamos, ‘el que la lleva’, y es un técnico y un comercial que saben muchísimo de esa área y asumen sus propias decisiones”. “Se tiende a un modelo donde todos vamos a saber mucho de muy poco”, lamenta.
Además Gavilán ha señalado el programa Fulltech, una iniciativa de Nunsys para ofrecer apoyo a sus intraemprendedores. “Así nació nuestro gestor de rutas escolares”, ha recordado. Admite que hay que buscar fórmulas para compartir el beneficio con los creadores, “no el 20% de las ganancias” –como inicialmente implantaron y tuvieron que enmendar– ; pero también “poner stop loss como en bolsa; lo difícil es parar, salir de un proyecto y volver a intentarlo; eliminando el factor “miedo al error” para seguir creciendo”.
Para atraer talento, opina Gavilán que es muy importante “acceder a proyectos muy retadores, porque los buenos quieren estar en ellos”; y para conseguir ese tipo de proyectos es importante el tamaño.
Cree además que las operaciones corporativas no deben dilatarse en exceso porque la rumorología es imparable. “Son menos importante los flecos que el resultado final. Y con Sothis nos sobró un mes”, ha apuntado.
Para Gavilán con las integraciones, las sinergias en los negocios (cross selling) llegan casi de manera natural; pero admite que lo difícil es generar ese retorno en las personas “que uno + uno sume tres”. “Eso solo podemos hacerlo desde una cultura que busca desde la generosidad, la felicidad de todos los miembros de la organización”; –de ahí que su creación happydonia; la app que incide en las ventajas de la comunicación y la integración de los equipos; haya llegado por convencimiento propio–.
“Hay que ser muy generoso, cuidando especialmente al que llega o al que se puede sentir amenazado; por eso contamos todo a todos, la confianza es esencial”, ha concluido.
El director de la Cátedra de Empresa Familiar, Alejandro Escribá ha destacado para concluir que las empresas familiares son capaces de construir un proyecto empresarial atractivo; acompañado de unos valores relacionados con la transparencia, la proximidad y la cercanía con los empleados.
Esta cátedra está promovida por la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), la Escuela de Empresarios (EDEM), el Instituto Valenciano para el Estudio de la Empresa Familiar (IVEFA), el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) y la Universitat de València (UV), y que cuenta con el patrocinio de CaixaBank y Broseta.