La reforma del actual sistema de cotización de los trabajadores autónomos se encuentra en pleno proceso de negociación con los principales agentes sociales. Si la propuesta presentada por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones llegara a buen puerto esto supondría un cambio estructural que abandonaría el sistema de bases de cotización de elección voluntaria por el autónomo. En su lugar, se implementaría un marco de tramos vinculante en función de los ingresos reales declarados, cada uno de los cuales tendría asociado una cuota mensual de cotización.
Desde el Consejo General de Economistas de España (CGE) se ha analizado y valorado esta propuesta. En concreto, se ha calibrado en qué medida podría afectar a los profesionales que trabajan por cuenta propia. Valentín Pich, presidente del CGE, ha destacado que el nuevo sistema de tramos podría suponer que autónomos con una facturación similar podrían pagar diferente cuota en función de que puedan o no deducirse ciertos gastos afectos a la actividad.
En la misma línea, ha señalado que «la reforma requeriría de un cálculo de los beneficios reales de la actividad único e igual para todos. Por lo que sería necesario homogeneizar los cálculos de los ingresos netos». Según Pich, «el colectivo de autónomos es muy diverso, pero en todos ellos se produce una volatilidad de sus ingresos mensuales. Lo que explica que casi el 65 % de los autónomos cotice por la base mínima. Es precisamente esa volatilidad la que nos lleva a pensar que debería mantenerse la libertad de cotización para aquellos autónomos ya establecidos. Lo que no obsta para que se implementen incentivos para que voluntariamente aumenten su cotización«.
Las cinco claves de la reforma del sistema de cotización de autónomos
Mismos beneficios, mismos gastos, diferencias a la hora de deducir
El nuevo sistema de tramos, basado en los ingresos reales y no en los rendimientos netos, podría suponer que autónomos con una facturación similar, pero cuyos gastos sean deducibles para unos y no para otros, se sitúen en distinto tramo. Lo que provocaría que tendría que pagar mucha más cuota aquel que no puede deducir los gastos afectos a la actividad.
Para Lorenzo Amor, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), “la propuesta no es justa porque se basa en la capacidad de deducción que tiene el autónomo en cuanto a los gastos afectos a su actividad y no de los beneficios finales. La solidaridad a la hora de contribuir al sistema es básica en España y debe respetarse en todos los sentidos. La cotización debe ser equilibrada y coherente con los ingresos del pequeño empresario. Lo que no sea así ni sería justo ni cumpliría los conceptos básicos”.
Según Roberto Pereira, presidente de Economistas Asesores Laborales (EAL-CGE), “es un error basar el sistema en los ingresos reales. Igual que para los pagos fraccionados del IRPF se utiliza el rendimiento neto, para los autónomos ha de seguirse el mismo criterio. Además es lo más coherente para igualar el procedimiento con la cotización de los trabajadores por cuenta ajena del régimen general, que cotizan en base a su masa salarial”.
Por su parte, Javier Santacruz, profesor de Economía y analista del CGE, estima que “las posibles desigualdades de trato que se puedan producir por el lado fiscal obligan a que en paralelo a la reforma del sistema de cotización se haga la reforma de la fiscalidad de los rendimientos de actividades económicas en el IRPF. Para establecer las mismas reglas de deducibilidad de gastos y el mismo cálculo de rendimientos netos. El problema es que esto abriría un campo complejo ya que hasta ahora no se ha querido tocar aspectos como la estimación objetiva”.
¿Puede alejar la medida a los nuevos emprendedores?
Según Amor, “la limitación de ingresos al SMI añade trabas al inicio de la actividad. La propia Confederación de Jóvenes Empresarios ha pedido que la tarifa plana no se modifique para no añadir cargas a los que empiezan”. A este respecto, Pereira considera que “en otras épocas con mayores cifras de emprendedores, no existía tarifa plana. Para los que de verdad tienen un proyecto que quieren poner en marcha, esto no es un obstáculo. Puede ser un incentivo posiblemente para los que tengan alguna duda. De ahí que las cifras de consolidación de proyectos hayan ido a menos en los últimos años”.
Para Santacruz, “existe un problema de incentivos en el sistema de tarifa plana. En este momento facilita la entrada en la actividad de personas que posteriormente no son capaces de crecer y consolidarse en el tiempo. En el último año, la tasa de supervivencia de autónomos en el primer año ha descendido desde el 92 % hasta el 86 % según el INE”.
¿Un incentivo para la economía sumergida?
Lorenzo Amor ha insistido en que “aquellos que no llegan a una facturación mínima no entrarán en el sistema. Y se creará el efecto contrario al perseguido. La economía sumergida es posiblemente, junto a la morosidad, la peor lacra que sufren los autónomos”. A Pereira no le parece que esta medida pueda tener algún efecto positivo en la lucha contra el fraude y la economía sumergida. Pero, sí considera necesario “que se pueda permitir en cualquier caso que el autónomo pueda en un momento determinado optar por una base de cotización mayor a la que resulte por aplicación de sus cifras de negocio”.
Para Javier Santacruz, “es difícil que esto suceda. Ya que los ingresos profesionales están bastante controlados por la administración tributaria. No hay más incentivo al fraude fiscal que el que ya pueda existir con el cambio del sistema de cotización. Siendo especialmente difícil a partir de niveles de facturación elevados”.
Un sistema justo para todos los autónomos
Para Lorenzo Amor, «desde ATA siempre hemos defendido y defenderemos un sistema justo que baje la cotización a los que menos ingresan. Por eso ha funcionado tan bien la tarifa plana. Pero, no se puede olvidar que el autónomo hace frente a todo respondiendo con su patrimonio; reinvierte los beneficios en el negocio; amplía contratos; mejora las instalaciones… Por eso defendemos la libertad de elección de base de cotización para aquellos autónomos ya establecidos. Nunca saben cuándo van a cobrar sus facturas, deben guardar para imprevistos y necesitan liquidez«.
Y añade: «Ahora mismo hay muchas fórmulas que se pueden aplicar para que voluntariamente los autónomos coticen más. Por ejemplo, ‘destopar’ la base de cotización para los mayores de 47 años«.
Por su parte, Roberto Pereira cree que asimilar el sistema de cotización de autónomos al de trabajadores por cuenta ajena en el régimen general «elimina agravios comparativos entre ambos colectivos«. Según este, «permitiría que largas carreras de cotización de autónomos no tuvieran un resultado tan penoso como está ocurriendo en la actualidad. Estamos viendo que muchos autónomos con más de 40 años de cotización terminan percibiendo una pensión de jubilación inferior a la que perciben la mayoría de sus trabajadores«.
En palabras de Santacruz, «una de las esencias del funcionamiento del sistema de autónomos es la libertad de cotización. Introduciendo incentivos para que los autónomos confíen en el sistema público de reparto. Y, al mismo tiempo, para que tengan planificación financiera personal con ahorro privado. El principal componente que explica que la gran masa de autónomos cotice por la base mínima es la insuficiencia e inestabilidad de facturación. Solo en los casos de rentas más altas sí puede haber un cierto arbitraje o incluso ‘free riding’. De manera que se incrementa el ahorro privado mientras que se escoge la cotización más rentable por euro invertido del sistema«.
El sistema de estimación objetiva
Según Lorenzo Amor, “la propuesta está muy verde. Hay muchos aspectos de los que aun no tenemos todos los detalles claros. No conocemos cómo se va a considerar sus beneficios, ni los de los autónomos colaboradores”.
Roberto Pereira considera que “la estimación objetiva es completamente injusta desde todos los puntos de vista. Tiene que desaparecer de una vez para siempre de nuestro sistema impositivo. Ha habido muchos compromisos y promesas incumplidas para borrar del mapa este sistema y no puede demorarse más su abolición”.
Por último, para Javier Santacruz “es clave la reforma paralela de la tributación por IRPF. Incluso en un horizonte de medio plazo de unificación de los sistemas de estimación en rendimientos profesionales”.