En el momento en que vivimos existen diversas formas de desarrollar la economía de un país y de manejar nuestras finanzas personales. Cada persona cuenta con un ingreso para gastar en lo que guste o que necesite. Pero es algo con lo que hay que tener mucho cuidado, ya que el descontrol a la hora de realizar compras puede hacer que acabes cayendo en la tendencia del consumismo. La cual, al igual que todo, puede ser vista desde una perspectiva positiva y desde una negativa. Por ello es importante conocer más al respecto.
¿Cómo se define el consumismo?
El consumismo ha sido definido a lo largo de los años de diversas maneras y a través de varias posturas. La definición más utilizada por todos es aquella que cataloga al consumismo como una tendencia a comprar bienes o servicios de forma acumulativa y que va más allá de las necesidades básicas de una persona. De allí que también sea conocido con los términos de consumo irresponsable o sobreconsumo. Según el punto de vista desde el cual se enfoque, el consumismo, puede ser visto desde diversas perspectivas.
Por ejemplo, hay quienes hablan del consumismo como una doctrina o creencia que incita a la adquisición de productos materiales como método para la satisfacción personal. Incluso hay quienes creen que del nivel de consumo de cada persona depende su bienestar personal. Esto ha hecho que el consumismo sea visto de mala manera por muchas otras personas que lo catalogan como el hecho de gastar el dinero de forma excesiva en cosas realmente innecesarias. Por ello es un tema de debate muy complejo, especialmente en sociedades que se rigen con un sistema capitalista.
¿Cuál es el origen del consumismo?
Nace al mismo tiempo que el capitalismo y la denominada sociedad de consumo. Se estima que a partir del inicio del siglo XX todos estos términos comenzaron a ser utilizados, debido entre otras cosas al incremento de la producción, la industrialización o la publicidad. Se trata de factores que, juntos, crearon la cultura de consumo. Es decir, se dio pie a que las personas tuvieran mayores productos y servicios a los cuales acceder. Esta diversidad de bienes y servicios en el mercado hizo que muchos compraran de forma excesiva, ya que, en ese tipo de sociedad, quien más consume, mejor está.
Muchos historiadores afirman que el origen del consumismo se encuentra en Estados Unidos, durante la época de la industrialización, aproximadamente en 1920. En ese momento hubo una sobreproducción de todo tipo de objetos, gracias a las innovaciones que se aplicaron dentro del sector industrial. A partir de entonces, hasta la actualidad, quedó incrustada la tendencia al consumismo en diversos países. Lo cual, a su vez, ha traído diversas consecuencias tanto positivas como negativas, en cada país del mundo en el que se practica el consumismo.
¿Qué causa el consumismo?
Los factores que causaron el origen del consumismo son diversos, pero todos se generaron de forma consecuente y en el tiempo correcto para dar pie al nacimiento de esta tendencia. Los factores primordiales están relacionados con las facilidades de pago. Es decir, las compras a crédito, las tarjetas de crédito, los cupones, las promociones entre otros. De la mano de este factor está la publicidad, la cual hace que todas las personas puedan enterarse con facilidad de los productos y promociones que cada tienda tiene.
Por otro lado, está el tiempo de durabilidad de los productos. Muchos productos tienen un período de vida muy corto, lo cual hace que las personas se vean obligadas a adquirir uno nuevo en muy poco tiempo. Además, los factores psicológicos relacionados con la presión social juegan un papel muy importante. Ya que al vivir en una sociedad de consumo las personas se juzgan entre sí al respecto de comprar el teléfono más nuevo o la prenda de ropa a la moda.
¿Cuáles son las consecuencias del consumismo?
Desde que el consumismo comenzó a ser una tendencia aplicada por muchas personas alrededor del globo, ha generado una gran cantidad de consecuencias. Estas están relacionadas con los daños que genera en la economía, los ahorros, la contaminación, entre otros. La principal consecuencia a destacar es el uso excesivo de recursos naturales y la generación descomunal de residuos. De hecho, el consumismo crea la mayor parte de la contaminación del mundo en general, pues el impacto medioambiental de esto es bastante negativo.
Por otro lado, está el hecho del aumento de la demanda de ciertos productos, especialmente aquellos que tienen costos bajos. La excesiva producción de productos con precios bajos implica también la producción de productos de muy baja calidad. De allí que los mismos tengan un corto periodo de vida útil. Además, cuando se trata de generar productos alimenticios de baja calidad, se pueden generar problemas en la salud de quienes consumen dichos alimentos. Por ello el porcentaje de obesidad y diabetes ha aumentado desde la existencia del consumismo.
Como si esto fuera poco, también está la consecuencia a nivel empresarial. Aquellas empresas que cuenten con una mayor cantidad de industrias podrán desarrollarse y crecer más rápido que las desindustrializadas. Lo cual hace que se genere un desbalance comercial y económico en los países en los que existe una afianzada cultura de consumo. Por último, pero no menos importante, se ha notado una gran reducción de los ahorros familiares ante el hecho de sucumbir a la tendencia del consumismo.
Tipos de consumismo
Desde la aplicación del consumismo en diversas sociedades, se ha podido observar la generación de diversos tipos de consumismo. Es decir, se ha visto que las personas realizan sus acciones de consumo dentro de la sociedad de diversas maneras. Esto ha hecho que los expertos enmarquen cada una de estas acciones de consumo en un tipo de consumismo específico. Sus respectivas variaciones dependen del modo en el que se produzca el consumo. Es así como los tipos de consumismo más frecuentes en las sociedades capitalistas actuales son:
- Consumismo ocasional: Sucede cuando el acto de consumismo se produce en pocas ocasiones y se trata, sobre todo, de ocasiones especiales.
- Consumismo experimental: Se produce cuando el comprador se interesa en probar el funcionamiento de los nuevos productos del mercado y quiere hacerlo antes que otras personas.
- Consumismo habitual: Los casos de consumismo habitual son aquellos que se generan de forma recurrente, ya forman parte del estilo de vida de una persona o de una familia completa.
- Consumismo extraordinario: Se genera cuando se realizan compras nerviosas ante un evento extraordinario en la sociedad o en la vida del comprador.
¿Qué es el consumo irresponsable?
El consumo irresponsable se refiere al hecho de comprar bienes o recursos de manera excesiva o sin considerar el efecto negativo que puede producir en el medio ambiente o las personas en general. El consumo irresponsable puede generar sobre explotación de los recursos naturales y generación de residuos y contaminación innecesarios.
Ejemplos de consumismo
Cuando una persona desea comprar el modelo de teléfono móvil más reciente, pese a que el suyo aún funciona perfectamente, es un caso de consumismo. Otro ejemplo de consumismo se da cuando se gasta grandes cantidades de dinero en prendas de ropa a las que realmente se les dará poco uso. También cuando una familia gasta más dinero del necesario en comida basura, estamos ante un caso de consumismo. Realmente, los ejemplos del consumismo los podemos notar a nuestro alrededor en todo momento y es una tendencia que parece imposible de parar.