Mujeres al Timón
Un modelo de financiación autonómica injusto y que exige cambios
El actual modelo de financiación autonómica, no solo es negativo para la Comunidad Valenciana por el sistema de cálculo y reparto que contempla, sino también por el mecanismo de pago que establece. Por el sistema de cálculo y reparto, en 2015 el conjunto de comunidades recibirá 1.000 millones de euros más que un año antes, pero sorprendentemente, la Comunidad Valenciana recibirá 200 millones de euros menos. ¿Explicación? Desde luego no es porque aquí está fallando la recaudación tributaria. Antes al contrario, “en 2014 respecto a 2013, somos la comunidad donde más está creciendo la recaudación con datos a octubre”, asegura Moragues.
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La clave que explica esta perversión está en los dos fondos que complementan los ingresos obtenidos vía recaudación: el Fondo de Garantía, “cuya misión es asegurar los recursos necesarios para la prestación de los servicios”, y Fondo de Suficiencia, “cuyo objetivo es, precisamente, mantener el ‘status quo’, de forma que no hayan cambios en los porcentajes de reparto”. Precisamente lo que necesitan las cuentas de la Comunidad Valenciana es que hayan cambios drásticos en el sistema de cálculo y reparto.
No debe olvidarse que, de 2009 a 2013, si la financiación ‘per cápita’ recibida por la Comunidad Valenciana hubiese sido igual a la media estatal, hubiésemos obtenido 5.600 millones de euros adicionales. Pero si miramos más atrás, según estimaciones del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), la financiación que ha dejado de recibir la Comunidad Valenciana de 2002 a 2012 asciende a 11.000 millones de euros.
Y para colmo, el único dinero que contempla el sistema de financiación donde la Comunidad Valenciana siempre sale como receptora, el Fondo de Competitividad, es el que se paga, no durante el ejercicio al que corresponde, sino cuando se practica la liquidación presupuestaria correspondiente. Es decir, los Fondos de Garantía y Suficiencia sí se incluyen en las entregas a cuenta del modelo de financiación; el de Competitividad, con dos años de retraso.
