El mercado laboral exige perfiles cada vez más especializados. La tendencia actual para ocupar un puesto de trabajo es la de una persona joven, con estudios en la rama de la formación profesional, FP, y que principalmente venga de ciclos formativos relacionados con sectores emergentes como la informática, las energías renovables o las nuevas tecnologías de la comunicación.
Los mismos empresarios y varios estudios destacan que no “hay suficientes profesionales” en determinadas áreas. En el caso de València, por ejemplo, «se está produciendo un gran desarrollo tecnológico y hay una gran demanda de programadores informáticos que no llegan a cubrir las vacantes de las empresas», según afirma la profesora del Centro de Formación Profesional de Mislata, Cipfp, Mª Cruz García Sanchis. En su caso comenta que “tal es la oferta de trabajo, que los alumnos eligen las prácticas pensando en las posteriores condiciones de contratación”.
Un rápido acceso al mercado laboral, buenas condiciones salariales y perspectivas de progreso en la carrera, ponen a los ciclos formativos como una de las opciones más atractivas de cara a elegir o cambiar de profesión. Dado el protagonismo que está adquiriendo este tipo de estudios profesionalizados, exige por parte de los centros educativos adaptar todos los programas y las herramientas de enseñanza a la demanda actual del mercado laboral, ya que los centros son conscientes de la necesidad de la mejora de la calidad de la formación de sus estudiantes porque de ellos dependerá el desarrollo y competitividad de las empresas del futuro y en consecuencia, de la economía española.
En este sentido, el Ministerio de Educación celebró el pasado viernes el I Congreso Internacional de Formación Profesional en València, con el objetivo de poner en común diversos aspectos a los que se enfrenta la educación en FP. Un ciclo de conferencias donde personal docente, empresas y cámaras de comercio quisieron poner en valor los estudios profesionalizados y presentar esta opción como una de las mejores para encontrar empleo.
El eje central del evento, celebrado en el Palau de les Arts Reina Sofía la semana pasada, fue la innovación didáctica en las aulas. Además, lo esencial crear un espacio común donde poder interactuar entre los diferentes agentes implicados y también donde compartir e intercambiar experiencias como la empleabilidad de alumnos o profundizar en los sectores productivos emergentes. Una convención en la que se pusieron sobre la mesa todas las líneas de acción que aplica actualmente el sector docente en la enseñanza, con el objetivo final de conseguir educar a profesionales que satisfagan y esten a la altura de las necesidades que demandan las empresas.
Durante las dos jornadas, los más de 600 docentes, administraciones educativas de todas las comunidades autónomas, el secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana, así como el president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, coincidieron en que estos perfiles profesionales son necesarios para la realidad del marco empresarial actual. En este sentido, el president afirmó en su intervención que “la formación profesional es clave para la nueva economía”. Y añadió que “se trata de dar una oportunidad de proyecto de vida a miles y miles de jóvenes valencianos».
Más allá de un perfil técnico
Mª Cruz García, que también participó como ponente en estas jornadas, sentencia que el perfil del informático clásico: solitario e individualista “es historia”. Según su experiencia, afirma que “las empresas actualmente lo que quieren son equipos de desarrollo” y hace hincapié en la importancia de formar a los alumnos tanto en habilidades sociales dentro del ámbito laboral como en dominar los propios aspectos técnicos de su profesión. “En las empresas la parte técnica es un requisito, pero las competencias personales son el mérito para ser contratado”, añade.
“En las empresas la parte técnica es un requisito, pero las competencias personales son el mérito para ser contratado”
Durante las numerosas charlas del Congreso Internacional de Formación Profesional, profesores de diferentes comunidades autónomas y del extranjero, expusieron casos de metodologías innovadoras y técnicas docentes, poniendo en común ejemplos de iniciativas educativas que adecuan los temarios y el tipo de enseñanza a los nuevos profesionales demandados.
También coincidieron en la necesidad de recrear en el aula, desde el primer día, un marco real al que se podrían enfrentar los estudiantes cuando accedan a un puesto de trabajo. Por tanto, la idea consiste en simular en el propio aula un espacio laboral realista, preparando a los alumnos para afrontar retos y problemáticas de casos reales, para que así, aprendan a resolver conflictos o trabajar en equipo.
Uno de estos procedimientos educativos es el que utilizan en el Ciclo de desarrollo de Aplicaciones Web del Cifpf de Mislata: la Metodología Scrum. Según explica la profesora García Sanchis, “este método es muy habitual dentro del ámbito de la informática”. El Scrum consiste en trabajar por retos que tienen una duración de dos semanas.
En el transcurso de estos pequeños desafíos “los alumnos van desarrollando un producto profesional en el cual se integran todos los contenidos de todos los módulos del ciclo”. Durante el proceso además de aprender la parte teórica y técnica “adquieren otra serie de competencias a nivel personal que luego es lo que les favorece para acceder al mercado laboral”.