Iberdrola lamenta haber sufrido un impacto negativo de 1.010 millones de euros durante los nueve primeros meses del año, como consecuencia, explican, de las medidas regulatorias aprobadas en España y en otros países. Este impacto penaliza sus resultados y «obliga», según detalla la compañía, a reducir su remuneración al accionista.

[mepr-rule id=»598″ ifallowed=»show»]No obstante, las medidas de gestión puestas en marcha por el Grupo han limitado este impacto sobre el beneficio bruto de explotación (Ebitda) hasta 240 millones, reduciéndolo un 4,1% hasta situarse en 5.542 millones, mientras el beneficio neto ha descendido un 3% hasta los 2.275 millones.

La compañía hace gala de un balance sólido donde el flujo de caja operativo alcanza los 4.406 millones y supera la inversión realizada en todos los negocios (2.167 millones) y la deuda neta –28.550 millones incluyendo el déficit de tarifa– se reduce en más de 3.300 millones con respecto a los nueve primeros meses de 2012. 

Por otra parte, resaltan desde Iberdrola que la partida de tributos continúa en aumento (+45%) y se sitúa en 1.268 millones, de los que casi 800 millones corresponden a España, que ha duplicado esta partida entre enero y septiembre.

Del impacto de 1.010 millones sobre el Ebitda, 503 millones brutos corresponden a la reciente reforma energética aprobada en España. De esta cantidad, 363 millones corresponden al negocio de generación y comercial, 79 al de redes y 61 millones al área de renovables. En este importe no se incluye el Real Decreto Ley 9/2013 sobre la retribución a las renovables, pendiente de aplicación.

Por lo que se refiere a la política de remuneración al accionista, el precio de recompra del próximo ‘scrip dividend’ será de al menos 0,125 euros por acción, a pagar en enero de 2014. «Los ajustes señalados nos han obligado a reducir este precio en un 10% con respecto al compromiso asumido en el ejercicio anterior», indican desde Iberdrola.

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