Joaquín Sorolla, el pintor de jardines, se descubre en la Fundación Bancaja
«Sorolla construyó sus propios jardines para pintarlos, como hicieron pintores impresionistas de la talla de Monet, y posteriormente otros artistas de vanguardia como Kandinsky. El tema del jardín en su obra es una faceta injustamente inédita, ya que nos ofrece una inagotable riqueza de matices«, ha reivindicado Consuelo Luca de Tena, directora del Museo Sorolla y comisaria de la exposición Sorolla. Un jardín para pintar, presentada esta mañana en la Fundación Bancaja. Tal vez dicho desconocimiento se deba a que a partir de 1911, la época en que empezó su construcción, el pintor valenciano «ya no tenía nada que demostrar y los pintaba para sí mismo», ha observado la experta en arte del Siglo XIX y co-comisaria María López.
Esta exposición «completa el proyecto de conmemoración del X Aniversario de la remodelación del Centro Cultural, tras la antología sobre Manolo Valdés y la muestra de la obra de Vicente Ortí», ha anunciado el presidente de la Fundación, Rafael Alcón. «Hemos elegido a Sorolla no sólo por ser el artista que inauguró el Centro justo hace hoy diez años, sino también por la estrecha vinculación de la Fundación con él, y la difusión que hemos hecho de su obra por Valencia y España cediendo obras que pertenecen a nuestra colección».
Las más de 120 obras exhibidas -óleos, bocetos, dibujos, esculturas, azulejos y fotografías- proceden en su mayor parte del Museo Sorolla, de la propia Fundación y, además, del Museo de BB.AA. de Valencia, del Museo Carmen Thyssen de Málaga, de la Hispanic Society of America -cuyos fondos fueron los protagonistas de Sorolla. Visión de España, la recordada exposición inaugural del Centro– así como de colecciones particulares.
Las obras se dividen en cuatro ámbitos: «Primer jardín. Sevilla», con piezas extraídas del jardín de la casa en la que se instaló definitivamente en 1911 tras el éxito de su periplo norteamericano en Nueva York, Búfalo y Boston, que refleja la poderosa impresión que le causaron los jardines del Alcázar de Sevilla, evocado en el diseño del primer jardín del pintor. «El patio andaluz», trazado por el arquitecto Enrique María Repullés –al igual que la casa y el primer jardín- como patio de luces, a partir del cual se observan óleos que muestran cipreses, adelfas y coloridos azulejos. El segundo jardín trae motivos inspirados en la Alhambra, y el tercero está protagonizado por un estanque; la presencia del agua en sus obras responde a «la atracción que le produjo la tradición islámica de jardines con espacios íntimos, en los que la presencia del agua serena el ánimo», en palabras de Luca de Tena.
En la presentación ha estado presente Xicu Costa, director territorial de CaixaBank en la Comunidad Valenciana, que ya colaboró con la Fundación Bancaja en la exposición dedicada al Equipo Crónica. Costa ha señalado que «queremos hacer más cosas en la Comunidad desde nuestro nuevo posicionamiento». «El espacio CaixaFòrum no estará listo hasta 2020, por lo que hay recorrido para nuevos proyectos, y no dejaremos de hacerlos con la Fundación».
Alejado de sus iconógraficas imágenes de playas, de niños jugando en las orillas o de escenas costumbristas de su época, quedaba por descubrir al Sorolla pintor de jardines, una pasión privada del artista universal. No en vano, la hemiplejía, la enfermedad que acabó con su vida, le sobrevino pintando un retrato en la paz de su propio jardín.
La exposición estará abierta al público desde mañana hasta el 19 de marzo de 2018.
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