«Adeste Fideles» y los valores de Navidad a extraer para todo el año

Esta noche en la que nos reunimos en familia, con el espíritu de la Navidad alrededor nuestro, es posible que también suenen villancicos, y hay uno que tiene especial significado y sobre el que me gustaría reflexionar este año: Adeste Fideles (Acudid Fieles).

La letra de este villancico invita a acudir a Belén para contemplar el nacimiento de Jesús, que es presentado no como un rey poderoso, sino como un niño nacido en la sencillez.

Y esto es lo que verdaderamente celebramos en Navidad, el nacimiento de Jesús.

Jesús nació en la sencillez y la humildad de un pesebre, y el valor que nos transmite este nacimiento es la primacía de la persona sobre lo material.

También, sin duda, la Virgen María y San José, están presentes en el relato que da sentido al villancico, y representan la confianza, el esfuerzo silencioso y la responsabilidad compartida, valores que sería deseable que acompañaran a nuestra sociedad.

Adeste Fideles fue compuesto en el siglo XVIII y atribuido a John Francis Wade. Este canto nació en un contexto de dificultad y persecución religiosa, sin embargo, lejos de expresar temor o resignación, su letra es una invitación abierta a la alegría y a la unión. Valores a extraer: la valentía y coherencia con nuestros actos.

Desde su origen, el canto propone un mensaje profundamente humano como es reunirse, caminar juntos y reconocer lo verdaderamente importante.

Desde una mirada actual, en esta polarización en la que vivimos en nuestro país, y con la incertidumbre global que nos rodea, con más de 50 conflictos armados en el mundo, Adeste Fideles nos recuerda la importancia de construir proyectos comunes basados en la cooperación, la ética y la responsabilidad, algo que sería deseable que todas las sociedades adoptaran.

Cada año, la Navidad se nos presenta como una oportunidad para recordar lo esencial, como es que el verdadero valor de la vida no está en lo que poseemos, sino en cómo nos cuidamos mutuamente.

Adeste fideles (acudid fieles)

Venite adoremus, (venid a adorar)

Pedir a los fieles que vengan a adorar no es solo un acto religioso, es también una invitación a detenerse, reflexionar y poner en el centro aquello que da sentido a nuestras decisiones.

En la sencillez del pesebre y en la llamada colectiva de Adeste Fideles encontramos una lección que trasciende la música y la tradición: solo desde los valores compartidos es posible construir un futuro más justo y humano.

De modo que mientras nos preparamos para celebrar esta noche y mañana la Navidad, es una excelente ocasión para pensar en cómo podemos ser agentes de cambio positivo en nuestra sociedad, desde el respeto a los demás hasta el compromiso con un futuro mejor para todos. No hay que ir muy lejos; pensemos en nuestros vecinos, compañeros, familiares, clientes, proveedores, la comunidad que nos rodea….

Con mis mejores deseos,

¡Feliz Navidad!