Bali, un «caos organizado» de playas, restaurantes y paisajes únicos
Esta isla de Indonesia alberga a todas las grandes cadenas hoteleras de lujo internacionales; algo debe tener para que ninguna falte
He vuelto a comprobar que Bali mantiene intacto su encanto: un poco de «caos organizado», pero la simpatía de su gente, el clima, la calidad de su hostelería y restaurantes, y la belleza de sus paisajes… todo contribuye a que nadie vuelva insatisfecho de su visita.
Claro que, si además te alquilas una moto y te desplazas entre los distintos lugares y poblaciones en esa maraña de carreteras y tráfico, la experiencia se multiplica por diez. A mí, personalmente, me encanta. Es cierto que todo está relativamente cerca, pero el tipo de carreteras y el tráfico hacen que un trayecto de 40 km pueda llevar hasta dos horas. Si vas en coche, es fácil quedarse permanentemente atascado. La solución: una moto.
Pero esto no debe desanimarnos, sino considerarse parte de su encantadora idiosincrasia. Esta vez me ha sorprendido muchísimo la calidad de sus restaurantes y de los lugares para disfrutar de un buen ambiente. Siguen avanzando notablemente; la zona de Uluwatu es sencillamente genial: sus beach clubs, su oferta gastronómica y el maravilloso ambiente que se respira te absorben por completo.
Os recomiendo salir una noche a cenar a ULU Fishmarket: si te gusta el pescado o el sushi, lo bordan, todo ello en un entorno divertido y ameno, con buena música y cócteles. Y lo mejor es que esta experiencia refleja la tónica general en Uluwatu.
Bali, un lugar al que siempre deseas regresar
Bali es un destino que alberga a todas las grandes cadenas hoteleras de lujo internacionales; algo debe tener para que ninguna falte. Esto se complementa con una oferta gastronómica espectacular, destacando no solo por la calidad de los platos, sino también por la decoración y las importantes inversiones que se realizan en los restaurantes. Todo está pensado para ofrecer una experiencia inolvidable: nadie se va de Bali sin quedar encantado; es ese lugar al que siempre deseas regresar.

Recuerdo, por ejemplo, en Ubud, disfrutar de un restaurante argentino fantástico llamado Chupacabras, no solo por sus carnes, sino también por su decoración: la entrada ya es un verdadero placer. También es muy recomendable visitar Bambu Indah, un lugar que te sumerge en la gastronomía indonesia en medio de la naturaleza, rodeado de vegetación y con una construcción de bambú simplemente maravillosa.
Más allá de sus playas y plantaciones de arroz
Atrás ha quedado la idea de que el único objetivo de visitar Bali era conocer su paisaje, sus playas o sus plantaciones de arroz. Hoy, disfrutar de su ambiente se ha vuelto indispensable. Esto no significa que lugares como Jatiluwih, con sus plantaciones de arroz en terrazas perfectamente organizadas y escalonadas, dejen de ser una auténtica maravilla. La manera en que han aprovechado el terreno, adaptado el paisaje y gestionado el agua convierte este lugar en un ejemplo de belleza paisajística única, todo un emblema de Bali.
Una de las grandes novedades es la llegada masiva de nómadas digitales de todo el mundo. La posibilidad de trabajar desde cualquier lugar, siempre que tu trabajo dependa de un ordenador y conexión a internet, ha hecho de Bali un destino preferente. No es raro encontrar en una cafetería a personas disfrutando de un café mientras trabajan.

Esta inmigración ha traído consigo profesionales muy cualificados, en un entorno amable y acogedor. La combinación ha sido perfecta: ha impulsado el florecimiento de centros de yoga, pilates, gimnasios, cafeterías y todo tipo de servicios pensados para este perfil de residente. Lógicamente, también se benefician los turistas, que son consumidores habituales de estos servicios, todos ellos de una calidad exquisita. En Bali puedes combinar trabajo con ocio sin esfuerzo: desde una sesión de yoga hasta una clase de cerámica, lo que quieras.
Templos y construcciones
En Ubud, es recomendable visitar el Palace Ubud para conocer más de cerca la arquitectura local. Aunque la ciudad está llena de templos y construcciones con la típica piedra balinesa que verás en cada rincón, este palacio tiene un encanto especial. Además, está rodeado por el bullicio del mercado de artesanía, que en realidad es un mercado de souvenirs y todo tipo de artículos balineses, y calles repletas de tiendas muy animadas. Aquí sí hay aceras, lo que permite pasear con comodidad; en la mayoría de calles de Ubud no existen, por lo que dedicar tiempo a un paseo relajado puede resultar complicado.
A solo 900 metros se encuentra el Campuhan Ridge Walk, una ruta de senderismo ligera que atraviesa arrozales, con pequeños locales de madera integrados en el paisaje donde se puede probar comida balinesa. Este recorrido es muy ilustrativo de cómo era Ubud antaño y de los terrenos donde se han construido muchas casas. Es un paseo fácil, de unos 40 minutos, relajante, aunque cercano al bullicio del centro. Es otra de esas experiencias que muestran la sorprendente mezcla que hace de Bali un lugar inolvidable, imprescindible en cualquier agenda de viaje.
Juan Manuel BaixauliSoy licenciado en Psicología por la Universidad de Valencia y amplié mi formación en gestión empresarial en el IE. Empecé mi carrera empresarial a los 22 años y actualmente soy presidente del Grupo Gheisa y fundador de Consultia Business Travel, con más de 35 años de experiencia en la industria turística. He sido profesor en varias universidades y soy presidente de Honor del Club de Innovación de la Comunidad Valenciana. A lo largo de mi carrera, he recibido premios como el Premio Nacional Emprendedor (2002) y el de Mejor Trayectoria Profesional (2015). También soy formador, conferenciante, mentor de proyectos y miembro del grupo de empresarios AVE.






