RAJA: legado femenino que impulsa el liderazgo europeo en embalaje sostenible
La firma francesa RAJA afianza su liderazgo en embalaje sostenible e innovación, con más de dos décadas de presencia en España y un firme compromiso con el futuro del sector.

La llegada e implantación del comercio electrónico ha transformado profundamente los hábitos de consumo en muy pocos años, acelerando la demanda de soluciones logísticas rápidas, eficientes y sostenibles. En este contexto, el embalaje ha pasado de ser un mero contenedor a convertirse en un elemento esencial de la experiencia de compra y en un factor clave en la estrategia de muchas empresas. Cada pedido online implica una decisión logística que repercute tanto en la imagen de marca como en el impacto ambiental del producto entregado.
A medida que los consumidores exigen más transparencia, responsabilidad y eficiencia, el sector del packaging se ha convertido en una industria estratégica, en la que confluyen la innovación tecnológica, la sostenibilidad y la personalización.
Frente a estos desafíos, RAJA ha sabido posicionarse como algo más que un proveedor de soluciones de embalaje: es un grupo multinacional que ha construido su liderazgo sobre tres pilares fundamentales —proximidad con el cliente, innovación constante y sostenibilidad real—. Desde su fundación en 1954 hasta su consolidación como líder europeo, la compañía ha crecido de forma sostenida sin perder de vista su compromiso con el entorno y con las personas.
En Economía 3 hablamos con Bernard de Paauw, director general de Embalajes RAJA España, para analizar los pilares de esta expansión, su compromiso con la sostenibilidad y los retos del futuro inmediato.
Una historia de visión femenina y expansión internacional
La historia de RAJA comienza en Francia en 1954, cuando Rachel Marcovici funda «Cartons RAJA», una pequeña empresa dedicada a la venta de cajas de cartón. Fue el inicio de una aventura empresarial liderada por mujeres que, décadas después, tendría un fuerte impacto en la industria del embalaje en Europa. En 1982, su hija Danièle Marcovici toma el relevo y comienza una nueva etapa de crecimiento e innovación. Desde su puesto anterior como directora de marketing, Danièle ya había impulsado el desarrollo del catálogo y apostado por la internacionalización.
Esa visión estratégica cristalizó en los años siguientes con la apertura de filiales fuera de Francia, empezando por Bélgica, y continuando con Países Bajos, Reino Unido y Alemania. Hoy, RAJA está presente en 19 países, cuenta con más de 5.000 empleados y 17 centros de distribución, dando servicio a más de dos millones de clientes. Su red abarca desde pequeñas tiendas hasta grandes multinacionales, en sectores como la industria, la farmacéutica, el retail, la tecnología y los servicios profesionales.
Dos décadas de consolidación en España
En España, RAJA se estableció hace más de 20 años y ha mantenido desde entonces una trayectoria de crecimiento sólido. El ejercicio 2024 cerró con una facturación de 27,1 millones de euros, y la previsión para 2025 apunta a un crecimiento de doble dígito. El mercado español, cada vez más competitivo, ha visto en RAJA a un actor fiable, ágil y con una oferta adaptada a las necesidades específicas de cada sector.
La filial española cuenta con un equipo de más de 100 profesionales y un catálogo con más de 5.000 referencias. Esta oferta incluye productos innovadores, sostenibles y de alta calidad, pensados para cubrir una amplia gama de usos y exigencias. El respaldo del grupo matriz y la capacidad de adaptación local son, sin duda, dos factores clave de su éxito.
«Hemos logrado consolidarnos como referentes en la distribución de embalajes, suministros y equipamientos para empresas», afirma Bernard de Paauw, «gracias al trabajo constante y a un equipo comprometido con la excelencia».
Modelo de negocio: cercanía local, visión global
La clave del modelo RAJA reside en su estructura descentralizada pero coordinada. Cada país en el que opera cuenta con equipos propios y centros logísticos adaptados a las particularidades del mercado local. Esta estrategia permite una conexión directa con el cliente, lo que se traduce en un servicio más rápido, personalizado y eficiente.
A ello se suma una fuerte colaboración con proveedores locales y europeos, lo que no solo mejora los tiempos de entrega y refuerza la economía regional, sino que también contribuye a una cadena de suministro más sostenible. En España, RAJA mantiene un stock permanente de 5.000 productos, alineado con los estándares de calidad y servicio del grupo.
«Nuestra cercanía al cliente nos permite entender sus retos y dar respuestas rápidas y eficaces», añade de Paauw.
Innovación y sostenibilidad como motores de cambio
El embalaje ha dejado de ser un simple contenedor para convertirse en un actor clave en la experiencia del cliente y en la percepción de marca. Esta evolución es especialmente visible en sectores como el e-commerce, donde el crecimiento de la demanda ha ido acompañado de un mayor escrutinio por parte de consumidores cada vez más exigentes con el impacto ambiental de sus compras.
RAJA responde a este desafío con inversiones constantes en I+D+i y con una clara apuesta por soluciones sostenibles. Más del 60 % del catálogo de la compañía está compuesto por productos EcoResponsables, es decir, que cumplen criterios de respeto ambiental en su diseño, materiales y ciclo de vida.
La empresa fomenta el uso de materiales reciclados, reciclables y monomateriales, y optimiza sus procesos para reducir el consumo energético. Un ejemplo de ello es la notable reducción del 61 % de emisiones de gases de efecto invernadero vinculadas al transporte lograda entre diciembre de 2021 y diciembre de 2024. Para el periodo 2024-2027, RAJA se ha propuesto reducir un 15 % adicional.
«No se trata solo de cumplir normativas, sino de tener una visión a largo plazo que garantice un impacto positivo», explica Bernard de Paauw.
Materiales alternativos y economía circular
Aunque el plástico ha sido históricamente el material dominante en el embalaje, RAJA está incorporando nuevas alternativas como el papel, la celulosa y bioplásticos derivados del maíz. La viabilidad de estas opciones depende en gran medida de una gestión adecuada de los recursos, pero representan un camino claro hacia un modelo de producción más respetuoso con el medio ambiente.
La economía circular ocupa un lugar central en la estrategia de RAJA. La compañía aplica una política de compras responsable, prioriza la producción local para reducir la huella de carbono y exige a sus proveedores que firmen un documento de compromiso con el desarrollo sostenible. Además, colabora con socios industriales que utilizan materiales reciclables o reutilizables, como cartón reciclado o bioplásticos.
«Trabajamos con proveedores que comparten nuestros valores y que están comprometidos con el uso de materiales sostenibles. Solo así podemos avanzar hacia una economía verdaderamente circular», asegura de Paauw.
El futuro del embalaje: más allá de la protección
Según la visión de RAJA, el embalaje del futuro será mucho más que una herramienta logística. En los próximos cinco o diez años, se espera una transición hacia productos completamente reciclables, sin contenido plástico, y con un impacto ambiental casi nulo. Alcanzar ese objetivo, sin embargo, requiere el esfuerzo conjunto de empresas, consumidores e instituciones públicas.
La transición ecológica del sector pasa por una apuesta decidida por el «Zero Waste», con políticas públicas que favorezcan el cambio, incentivos a la innovación y una mayor concienciación social. El embalaje, lejos de desaparecer, está llamado a transformarse en un componente activo de la sostenibilidad y en un factor diferenciador dentro de la estrategia empresarial.
«Las acciones del presente cambiarán el futuro del embalaje”, resume Bernard de Paauw, “y queremos ser protagonistas de esa transformación».
El papel del liderazgo empresarial
Desde la experiencia de RAJA, las empresas tienen no solo la responsabilidad, sino también la capacidad de liderar esta transformación. El compromiso con la sostenibilidad no debe limitarse al discurso, sino traducirse en acciones concretas. En este sentido, el grupo ha integrado la sostenibilidad en su estrategia desde una doble vertiente: el desarrollo de productos responsables y la mejora continua de sus propios procesos internos.
Para RAJA, el liderazgo ya no se mide solo por la cuota de mercado o el volumen de ventas, sino por la capacidad de generar un impacto positivo y duradero. Las compañías que comprendan esta evolución serán las que definan el futuro del sector y contribuyan de forma significativa a la construcción de una economía más equilibrada y respetuosa con el planeta.
«El liderazgo responsable es el que deja huella, no solo en el negocio, sino en la sociedad», concluye Bernard de Paauw.
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