La banca pide seguridad jurídica para arriesgarse a financiar la construcción industrializada

Luis Martínez, director de Riesgos Inmobiliarios de Santander España. Imagen: Josele Bort
«Creemos que hay que incorporar la construcción industrializada a la financiación pero actualmente es una industria semilla que debería contar con apoyo público», ha manifestado Luis Martínez, director de Riesgos Inmobiliarios de Santander España durante su participación en el Congreso AIRE 2025 que se celebra en la Universitat Politècnica de València (UPV).
Martínez ha corroborado que «no hay problema en la financiación». Sin embargo, sí que ha reconocido que «la financiación bancaria, centrada en el préstamo promotor con garantía hipotecaria, no se adapta a las necesidades de la construcción industrializada».
Ha justificado su explicación con datos. En concreto, ha ratificado que «ahora mismo se están construyendo 4.000 viviendas bajo este modelo, de las que 1.000 son unifamiliares y son las que más desarrollo están teniendo». «Lo que representa solo un volumen de un 4%».
Un sector de pymes
Sobre el perfil de la industria que se dedica a la construcción industrializada, el representante de Santander España ha confirmado que se trata de pymes, «cuyos márgenes son apretados, por lo que necesitan tener una visibilidad de pedido que permita amortizarlos a largo plazo».
Luis Martínez ha corroborado también que las entidades financieras «no sabemos qué es una construcción industrializada». Ha asegurado que «no existe ninguna normativa que asegure la calidad de dicha construcción y qué seguros deben tener». En concreto, ha manifestado que «no hay nada regulado y funciona como la construcción tradicional».
En este sentido y a juicio del director de Riesgos Inmobiliarios de Santander España debería renovarse tanto la ley de Edificación de Vivienda como el Código Técnico de la Edificación que deberían incluir la figura del agente industrializado.
Otra de las trabas que ha definido para no financiar dichos proyectos por parte de las entidades financieras es que la construcción industrializada «rompe los ciclos de construcción a la hora de la financiación».

Luis Martínez, de Santander España. Imagen: Josele Bort
Mientras, «los fondos y las socimis sí que están asumiendo esos riesgos en los que no estamos presentes los bancos. En concreto, la financiación alternativa se está haciendo cargo de dicha financiación pero a un precio muy elevado».
En estos momentos, el modelo más habitual de financiación es a través de circulante aportado por el comprador y de los fondos propios del propio empresario.
En su opinión, deberían habilitarse instrumentos financieros públicos, como los que se han puesto en marcha a través del ICO para facilitar la construcción de vivienda destinada al alquiler.
El valor del módulo de una vivienda
Otro de los parapetos que ha enumerado Luis Martínez es que «no sabemos qué valor tiene ese módulo que está en la fábrica». Por ello, «necesitamos adaptar la Ley de Edificación a la construcción industrializada».
El responsable de Riesgos de Santander España ha defendido también una regulación sobre el transporte de los módulos y su instalación en obra, incluso sobre el propio módulo ya que «no se puede definir como un bien inmobiliario porque no está instalado».
Además, ha añadido que «se piensa que la construcción industrializada parece de peor calidad, por lo que debería haber una mayor transparencia y comunicación sobre esta cuestión».
Ha incidido que «la percepción que hay en el sector financiero sobre la construcción industrializada es que se trata de algo novedoso y que en España se considera innovación».
«Las entidades financieras, -ha explicado- no entran en los proyectos startups, mientras que la Administración pública sí que puede hacer que estos productos semilla se desarrollen».
Otra gran barrera es que los costes iniciales de la construcción industrializada son muy elevados. Por ello, ha incidido en la necesidad de que las empresas ganen tamaño agrupándose o integrándose en el Clúster de la Edificación «para que tengan una escala que les permita crecer».
Los grandes promotores están probando con la construcción industrializada pero «algunos de ellos ya se han encontrado con que la fabrica que produce los módulos les ha dejado tirados y han tenido que buscar otras alternativas». Además, ha confirmado que «están analizando si les sale rentable trabajar sin una garantía hipotecaria».
A pesar de todas las trabas a la financiación que ha desgranado sí que ha reconocido que «se debe ir a este modelo para cubrir el déficit de vivienda que estamos padeciendo». «Pero ahora mismo, -ha admitido- no se pueden afrontar las 30.000 viviendas con construcción industrializada».
Sin embargo, ha aludido que «debe impulsarse con nuevos modelos de financiación y que deberían provenir de manos de la Administración pública. Mientras que ahora mismo se están cubriendo con fondos propios y financiación alternativa», ha revelado.
En su intervención, ha recordado que le pidieron al Gobierno un PERTE sobre construcción industrializada ya que generaría trabajo y viviendas.
Alto nivel de riesgo
Luis Martínez ha vaticinado que «el sector inmobiliario se va a decantar por la construcción industrializada cuando tenga una cartera amplia para conseguir una rentabilidad». Ya que hoy en día -ha avanzado- la construcción industrializada es más cara que la tradicional pero más rápida».
Otra de los riesgos que ha comentado Martínez es «qué pasaría si si la construcción industrializada se queda a medias, quién se hace cargo».
En definitiva, las entidades financieras siguen viendo un alto nivel de riesgo ya que esta industria es incipiente. «Si que creemos que hay que incorporarla, pero hay que actualizar la normativa y, una vez que se supere la percepción del riesgo por falta de experiencia, evolucionará de forma relevante», ha expresado.
Luis Martínez ha puesto el dedo en la llaga, ya que «la construcción industrializada necesita otro perfil de empleado, que no tiene nada que ver con la tradicional».