C. Sebastián, Ceeme-Fermax: “Nuestro fin es ser un puente hacia la empresa”
Más de 25 años de experiencia trabajando en el Centro Especial de Empleo de Montajes Electrónicos (Ceeme) avalan a nuestra interlocutora, su directora, Cristina Sebastián, que lleva en el puesto «desde el primer día», tal y como ella misma confirma. Corrobora su pasión por la gestión humana y reconoce que «son muy gratificantes los resultados que se obtienen cuando trabajas con personas, el mayor valor de una empresa».
– ¿Cuáles han sido los inicios de Ceeme? ¿Por qué se creó?

El Ceeme se fundó gracias a la apuesta personal del fundador de Fermax, Fernando Maestre y su director general en ese momento, Juan Francisco Sebastián.
Hace 25 años comprobamos que se estaba subcontratando producto fuera de Fermax como ensamblaje de circuitos y componentes diversos relacionados con la electrónica. Nosotros queríamos que ese producto, que ya existía, fuese fabricado por personas con una discapacidad. Con lo cual, se trataba de un proyecto empresarial viable porque ya existía el producto y el cliente, que era Fermax.
– ¿Y las personas?
Apostamos, desde el primer momento por personas con una discapacidad intelectual y con problemas de salud mental. Empezamos, con el apoyo técnico de Fermax, a diseñar esas líneas de montaje para que estas personas pudiesen adaptarse al puesto de trabajo.
Establecimos un plan de viabilidad y el siguiente paso fue dirigirnos a la Administración para certificarnos como Centro Especial de Empleo (CEE) y empezamos el proyecto.
Un proyecto viable
Después de 25 años podemos decir que se trata de un proyecto viable. Este cuarto de siglo ha sido el resultado de muchas personas que han creído y creen en Ceeme y están de una forma constante apoyando y creyendo en el trabajo que hacemos.
– ¿Por qué os decantasteis por ese perfil?
Consideramos que es un perfil difícil y son grandes desconocidos. De todas formas, yo siempre digo que la empresa la gestionaríamos igual si no fuesen personas con un certificado de discapacidad. Los programas y las iniciativas que llevamos a cabo son para las personas.
– ¿Qué porcentaje de discapacidad hay que tener para poder incorporarse al Ceeme?
El requisito indispensable es contar con un certificado de discapacidad mínimo del 33%. A partir de este porcentaje nos bonificamos el contrato como CEE.
El certificado de discapacidad no es el único condicionante para poder trabajar. Evidentemente, valoramos el perfil de la persona, sus competencias, su experiencia… como cualquier persona que se quiere incorporar a nuevo empleo.
Somos unas 21 personas y el 90% es mano de obra directa porque somos una empresa subcontratista y de producción. Trabajan personas con discapacidad auditiva, con dificultades de salud mental e intelectual y con discapacidad física.
Nos enriquece trabajar con personas con distintas discapacidades, cada una con sus cualidades y competencias.

Equipo de Ceeme
Fermax, principal cliente
– ¿Los productos que desarrolláis son solo para Fermax o también abastecéis a otros clientes?
Toda nuestra capacidad productiva está plenamente enfocada en Fermax.
Sí que hemos tenido momentos en los que hemos trabajado para el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV). También han venido diferentes empresas a ofrecernos trabajo. Hemos podido llevarlos a cabo pero también es verdad que nuestra capacidad productiva está integrada por 21 personas que trabajan en turno de mañana, en la misma planta de producción que Fermax. Con lo cual, nos dedicamos exclusivamente, hoy por hoy, a Fermax.
– ¿Les exigís algún tipo de conocimiento previo u os encargáis vosotros mismos de su formación?
La realidad es que con este perfil de discapacidad con el que trabajamos, la formación en electrónica es poca o muy poca. Solo encontramos gente que ha tenido experiencias en otras empresas de producción, como puede ser el sector de la automoción y que ha trabajado en líneas de producción y de montaje, con lo que esa experiencia ya la tiene adquirida.
Sin embargo, formación académica que nos gustaría muchísimo que hubiese en electrónica, no encontramos.
Buscamos personas muy motivadas con iniciativa, que experimenten experiencias en líneas de producción y conozcan sistema de producción como Lean.
De todas formas, para ejercer de oficial o cualquier mando intermedio pedimos formación en electrónica. Nosotros montamos productos de electrónica que luego Fermax integra en sus videoporteros y demás productos. Por ello, necesitamos gente muy formada.
La formación viene desde la empresa. Una vez están contratados comenzamos un itinerario formativo individualizado. Nuestros valores son compromiso, crecimiento personal e implicación.
Fomentamos la fuga de talento
– ¿Cuál es la finalidad de un centro especial de empleo?
Es muy importante tener presente que nuestra finalidad es ser un puente hacia la empresa ordinaria.
Es decir, tenemos que fomentar la fuga de talento. Debemos ayudarles y motivarles a que encuentren su puesto en la empresa ordinaria.
Para conseguirlo impartimos formación continua, les enseñamos a elaborar el currículo y a analizar páginas web donde puedan encontrar empleos.
Igualmente, fomentamos el bienestar de nuestros trabajadores. Para mí es esencial que las personas que trabajamos en estas instalaciones seamos felices.
Es decir, si nos sentimos todos un poquito directores y socios de la empresa funcionamos, rendimos y producimos mucho mejor. Todo ello lo conseguimos gracias a una serie de programas e iniciativas.
Yo, como directora del Ceeme, debo impulsar que el equipo esté contento y que defienda los valores de Fermax fomentando la formación. De hecho, todo el mundo al cabo del año debe participar en dos acciones formativas como mínimo ya sea en horas laborales o fuera de ellas, donde pueden buscar desde idiomas, a algo complementario al trabajo que desarrollan o incluso cualquier conocimiento que no tenga nada que ver con la empresa pero les motiva a apuntarse, a moverse, a ir a los sitios, a conocer gente…
– ¿Qué más iniciativas fomentáis para que las personas estén “muy a gusto”?
Ofrecemos un salario emocional que contempla sesiones de psicología y fisioterapia y clases de mindfulness y de pilates.
Disponemos también de promotores de actividades deportivas como carreras populares o senderismo.
– ¿Cómo se financia el centro?
Nos autofinanciamos con nuestros ingresos. Fermax nunca ha destinado una partida presupuestaria para nosotros. Además, hay una parte que corresponde a subvención pública. Cualquier CEE tiene bonificado el 50% del salario mínimo interprofesional de la persona con discapacidad y el 100% de la Seguridad Social.
– ¿Qué supone estar al lado de Fermax?
Nos encontramos en la planta de producción de Fermax, lo que genera sinergias en todos los sentidos logisticos, profesionales e incluso personales.
Para mí, lo más valioso, además de la parte industrial, es la parte humana. Es evidente que las personas con discapacidad pueden trabajar. El compremiso y el buen trabajo ha quedado demostrado. No hay ninguna diferencia entre los 200 trabajadores de Fermax y los de Ceeme, solo el logotipo que llevan inscrito en su equipaje de trabajo.
En esta sociedad podemos trabajar todos adaptando los puestos de trabajo.