China ya fabrica más de 10 millones de vehículos eléctricos al año. Las cifras reflejan el rápido crecimiento de esta industria en el país asiático. Si echamos la vista atrás, los números sorprenden todavía más. Hace apenas una década, en 2013, la producción anual de vehículos tan solo era de 18.000 unidades, según datos de la Asociación China de Fabricantes de Automóviles (CAAM).
Sin embargo, a pesar de los buenos números y de la fuerte implantación de las marcas chinas en mercados como el europeo, el sector mira con recelo ciertos acontecimientos que han hecho saltar todas las alarmas. ¿El último? La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
El ‘veto’ estadounidense…
La recién estrenada presidencia de Trump trae consigo un fuerte proteccionismo. El nuevo presidente de Estados Unidos ha prometido un arancel del 60% para las empresas exportadoras chinas. Un porcentaje que puede ser devastador para estas empresas, no solo a nivel local, sino también europeo. Y es que si sobre los bienes que hoy día tienen como origen Estados Unidos recaen estos posibles aranceles, toda esa mercancía se desviaría hacia Europa.
¿Esto qué significa? Las empresas chinas reducirían márgenes y venderían sus productos por un precio con el que la industria automovilística europea no podría competir.
El vicepresidente de la Cámara de Comercio China en la Unión Europea, Zhisheng Wang, ya se ha manifestado solicitando la «cooperación» con la eurozona ante el aumento del proteccionismo a nivel mundial. Wang ha defendido «mantener un diálogo constructivo con las autoridades europeas».
… y europeo
No hay que olvidar que sobre el país con capital en Pekín también planea la sombra de otra posible subida de los aranceles europeos. En la actualidad, la Unión Europea aplica hasta un 35,3% a la importación de vehículos eléctricos procedentes de China. Concretamente, un arancel del 35,3% a SAIC, del 18,8% a Geely y del 17% a BYD, durante un máximo de cinco años.
Aunque Wang no se ha referido explícitamente a la polémica de los aranceles europeos impuestos a los vehículos eléctricos chinos, sí que ha expresado que «los desafíos geopolíticos, como el aumento del proteccionismo, las barreras comerciales y los cambios en el poder global, están afectando al flujo fluido de inversiones comerciales y también de ideas».
De esta manera, ha abierto la puerta a una colaboración entre ambos: «Los negocios chinos están ansiosos por trabajar estrechamente con socios europeos para aprovechar estas oportunidades y construir un futuro más próspero y sostenible para nuestras regiones. Por lo que esperamos continuar nuestro diálogo constructivo y explorar nuevos ámbitos de cooperación en los meses y años venideros».
La producción china, en cifras
Como apuntábamos al principio de este artículo, la producción de eléctricos ha crecido de forma sostenida en la última década, pasando de apenas 18.000 unidades en 2013 a un millón en 2018. Según la CAAM, en 2022, la cifra anual superó los cinco millones. Este año, ha aumentado un 4,3% respecto a los 9,58 millones de unidades del año pasado, superando los 10 millones aun antes de terminar el año. De hecho, la entidad anticipa que la producción total podría superar los 12 millones de unidades para finales de 2024.
¿Guerra de precios?
Respecto a una probable guerra de precios, el presidente de la china Chery, Yin Tongyue, se ha pronunciado advirtiendo a otros fabricantes del país asiático que no deben llevar la guerra de precios que libran en territorio nacional a mercados extranjeros.
En su opinión, ante el avance más rápido de los automóviles eléctricos e inteligentes en el país asiático, las marcas chinas deben ahora ayudar a las firmas locales del mismo modo que «ellas se beneficiaron en el pasado de la llegada de los gigantes extranjeros a China». El objetivo frente a los grandes nombres del sector automotor en otros países «debería ser la diferenciación, no la competencia directa».
Chery es uno de los diez mayores fabricantes chinos de vehículos. Entre enero y octubre, ha vendido alrededor de dos millones de turismos, un 39% más que en el mismo período del año pasado. Casi la mitad de ellos en mercados extranjeros. Del total, algo más de 400.000 fueron eléctricos, el triple que en 2023. Este mismo año firmó un acuerdo para ensamblar su modelo Omoda 5 en una planta de Barcelona.
Se amplía la oferta de vehículos eléctricos chinos
Esta misma semana, la tecnológica china Xiaomi ha presentado en Madrid su primer coche eléctrico, el Xiaomi SU7, un deportivo de alta gama sin fecha prevista para su comercialización en España, pero que ya se ha comercializado en el país de origen de la compañía.
En concreto, en el primer año de comercialización de este vehículo en China se han vendido 80.000 unidades hasta julio. La compañía espera vender hasta 120.000 unidades a cierre de año en ese mismo país.