Una cena sobre el mar de Zanzíbar, la isla caribeña del Índico
Imagínate que has terminado tu maravilloso viaje por Tanzania, apasionante, con uno de los recorridos más atractivos, salvajes y lleno de fauna que tiene África. Deseas unos días de tranquilidad, parar el despertador y salir de las pistas africanas. Eso te lo proporciona Zanzíbar, una isla que se ha convertido en el Caribe del Índico en los últimos años, con un paulatino desarrollo de establecimientos de calidad.
Además, celebrando ese fin de recorrido, deseas un lugar donde cenar, mirando al mar (o mejor, sobre él…), disfrutando de una charla al anochecer, donde recordar con la conversación cada rincón del viaje, cada imagen, cada amanecer, cada momento que no olvidarás ni tú ni tus compañeros de viaje. Por eso, quedamos a cenar en ‘The Rock’, el broche de un fantástico viaje.
Es una roca sobre el mar, a la que a veces, la bajada de la marea permite llegar andando, pero en la mayoría de las ocasiones hay que llegar en barca. Aquí, en nuestro país, saltarían todas las alarmas con la legislación urbanística, impensable de llevar a cabo. Allí sí, pese a los increíbles desafíos logísticos que superar: electricidad, gas, agua dulce, saneamiento, wifi, comunicaciones, almacenamiento, eliminación de basura…
Con un excelente planeamiento, elaborado durante muchos meses, y decorado en un estilo sencillo, nació The Rock, un precioso e inspirador restaurante especializado en mariscos y sabores locales que ha sabido respetar la belleza de la ubicación. Cuando lo conoces, quieres ir. Te imaginas ¿qué mejor final para tu safari que con tus amigos cenando sobre el mar o tomando una copa en su terraza al aire libre?
El pico más alto de África
Tanzania es un país cuyas dimensiones casi duplican a las de España, pero es realmente en el norte, a lo largo de la frontera con Kenia, donde concentra los parques y las reservas con mayor fauna: Serengueti, Ngorongoro, Manyara, Tarangire… y al final de este maravilloso recorrido, el Parque Nacional del Kilimanjaro.
Kilimanjaro me fascina por su imponente tamaño, su desnudez para ser visto desde cualquier punto, también desde Kenia. El pico más alto de África, con 5.892 metros de altura, mantiene sus campos de hielo en la cumbre de forma permanente, aunque se están reduciendo a pasos agigantados. Se convirtió en Parque Nacional en 1973, hogar de pastores masái y de campesinos chagga.
Ngorongoro es una de las maravillas que tiene África, un imponente cráter de casi 30 km de diámetro y laderas de 500 metros, dentro del cual se mantiene una fauna casi autóctona, impresionante: búfalos, jirafas, ñus, leones, rinocerontes, elefantes… Siempre que entro en él o lo observo desde la parte superior de sus laderas me sobrecoge y me parece sublime.
Postales de documentales
El Serengueti es un Parque Nacional de gran tamaño, bastante más grande que toda la provincia de Valencia o que la Región de Murcia, por poner un ejemplo. Hay algo que destaca en él, que hemos visto en multitud de documentales, es la gran migración. En el vamos a encontrar los cinco grandes: el león, el leopardo, el elefante, el rinoceronte y el búfalo. Pero la enorme variedad de fauna nos va a permitir disfrutar de cebras, hienas o guepardos.
Al recorrerlo viniendo desde el oeste en dirección hacia Ngorongoro no olvides detenerte y visitar la Garganta de Olduvai, reconocida como uno de los yacimientos paleontológicos más importantes de África, y que nos permite casi identificar el origen de la especie humana. Con una antigüedad de entre 2,5 y 3 millones de años se han descubierto ‘huellas’ fósiles del primer antepasado del ser humano que anduvo erguido sobre dos patas, incluso ‘huellas arqueológicas’ que dan testimonio de la más antigua cacería de elefantes. Apasionante.
Tal vez todo el viaje está encaminado a disfrutar de la última cena, sobre el mar, con el placer de haber recorrido uno de los safaris más bonitos de África, uno de los viajes más agradables con amigos o con familia, que se vive con intensidad, compartiendo cada minuto, cada emoción, en pequeños vehículos, con experiencias únicas, con charlas intensas y agradables. Con amaneceres inolvidables y con el contraste de un entorno donde seguramente nacieron nuestros primeros antepasados, pero que hoy es muy distante de nuestro día a día. Si puedes, recorre Tanzania, porque no te dejará indiferente.