Avanzan las negociaciones para la compra de Sidenor por parte de Talgo, tal y como confirmaba el lunes la ferroviaria española, que iniciaba contactos la semana pasada con el objetivo de analizar una posible transacción que supondría la adquisición -total o de una buena parte- del capital social de la firma. Desde el consejo de administración de Talgo afirman que velarán en todo momento por los intereses de la sociedad y de sus accionistas.
Talgo ha decidido empezar con dichas conversaciones tras evaluar la propuesta presentada por Sidenor, que podría preservar el futuro español de la firma. Desde la ferroviaria afirman que, conforme avance el proceso de negociación, informarán puntualmente al mercado de cualquier hecho relevante, así como a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Tras la OPA fallida de Ganz MaVag Europe Private Limited y los intentos de fusión de Škoda Transportation, la búsqueda de socios españoles para preservar el futuro de Talgo podría dar sus frutos. La semana pasada se conocía que el presidente de Sidenor, junto con el Gobierno vasco, estarían negociando su entrada en el accionariado de la compañía ferroviaria.
Respaldo al interés de Sidenor
La posibilidad de que el grupo industrial vasco Sidenor adquiera una participación relevante del fabricante de trenes Talgo ha recibido el respaldo de los inversores y de los gobiernos central y vasco. El pasado 16 de octubre Sidenor anunció su intención de entrar en la compañía, ya sea comprando una parte o, incluso, haciéndose con la totalidad de la firma.
El dueño de Sidenor, José Antonio Jainaga y el Gobierno Vasco estaban dispuestos a aportar fondos para comprar el 30 % de Talgo al fondo Trilantic. Paralelamente, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha señalado que la entrada en el capital de Talgo de una empresa industrial solvente y nacional puede ser una solución viable a largo plazo y dar estabilidad a su accionariado.
El consejero vasco de Industria, Mikel Jauregi, ha dicho que el Gobierno autonómico apoya la intención de Sidenor de entrar en el capital de Talgo si se mantiene su arraigo en Euskadi y se impulsa el empleo. El lehendakari, Imanol Pradales, ya dijo hace escasas fechas que si se encontraba un socio industrial podrían acompañarle en la entrada en la firma de ferrocarriles.
Interés por la compañía española
En agosto, el Ejecutivo rechazó la opa presentada por el grupo húngaro Ganz Mavag (Magyar Vagon) sobre Talgo alegando riesgos «insalvables» para la protección de los intereses estratégicos de España. En el marco de todo este proceso, en julio Talgo confirmó que había recibido también una propuesta del grupo checo Skoda Transportation que comprendía una combinación de negocios y de integración industrial.
Talgo dispone de dos plantas de producción y varios centros de mantenimiento en España. La mayor fábrica de trenes la tiene en Rivabellosa (Álava) y cuenta con 700 trabajadores, mientras que la otra se ubica en el municipio madrileño de Las Rozas, con 500 empleados.
Las acciones de Talgo, que cerraron el viernes en 3,82 euros (-0,39 %), se han devaluado en bolsa cerca del 13 % en lo que va de año.
Intentos fallidos de Ganz MaVag y Škoda
El pasado mes de abril, Ganz MaVag lanzó una OPA sobre el 100 % de Talgo, por 619 millones de euros, una operación que el Gobierno nunca vio con buenos ojos y que, finalmente, rechazó el pasado agosto alegando que esta «conllevaría riesgos insalvables para la seguridad nacional y el orden público».
Posteriormente, diversas informaciones, una de ellas publicada por el diario británico Financial Times, aseguraron que el Gobierno bloqueó la adquisición húngara con el argumento de que el gobierno del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, cercano a Rusia, no adquiriese tecnología que pudiera ser útil en Ucrania.
Mientras el Gobierno valoraba la opa de Ganz MaVag, el grupo de ingeniería Škoda Transportation envió también una propuesta a la compañía española para llevar a cabo una combinación de negocios y de integración industrial, sin oferta económica. La empresa checa pretendía fusionarse con Talgo y facturar juntos unos 2.000 millones de euros y acumular una cartera de más de 7.500 millones. El consejo de Talgo rechazó la propuesta, ya que el grupo checo no tenía interés en lanzar una oferta que compitiera contra la de Ganz MaVag.