España crecerá este 2024 por encima de Estados Unidos y de sus socios europeos
El último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es de nuevo optimista con las previsiones de crecimiento de España para este año. De hecho, este 2024, la economía española se expandirá más que grandes potencias, como Estados Unidos o Japón. También crecerá por encima de sus socios europeos, Alemania, Francia e Italia, situándose así como el motor económico de la región.
Las previsiones de la OCDE se sitúan por encima de las del Gobierno español, que esta semana ha revisado al alza el crecimiento del PIB al 2,7%, mientras que la OCDE cree que subirá un 2,8%, el segundo mayor incremento de todos los países miembros, sólo por detrás de Turquía.
afectada, especialmente, por Alemania, que apenas crecerá un 0,1%. Además, el crecimiento español será más del doble que el de otros dos importantes países de la eurozona: Italia, con un 0,8%, y Francia, con un 1,1%.
Además, España superará a grandes potencias como Estados Unidos (2,6%) o Corea del Sur (2,5%) y sólo le superará Turquía (3,2%) entre los grandes de la OCDE.
La tendencia se mantiene en 2025
De cara a 2025, la OCDE prevé la misma tendencia para la economía española, aunque con un crecimiento inferior al de este año, del 2,2%. Por su parte, el Gobierno español se muestra más optimista, con su previsión del 2,4%.
De nuevo, según la OCDE, el crecimiento de España se situará por encima de las grandes potencias: Estados Unidos (1,6%), Japón (1,4%), Corea del Sur (2,2%) y sus socios europeos Alemania (1%), Francia (1,2%) e Italia (1,1 %). La única excepción volverá a ser Turquía (3,1%).
No obstante, la progresión del PIB español no alcanzará el ritmo que se espera para el mundo en su conjunto (3,2 % tanto este año como el próximo), ni para el G20 (3,2% y 3,1%, respectivamente), en el que también están incluidas algunas de las grandes potencias emergentes como China, India o Brasil.
La economía mundial «endereza» el rumbo
El último informe de perspectivas económicas de la OCDE apunta que la economía mundial está «enderezando» el rumbo, ya que el crecimiento se mantuvo sólido durante el primer semestre de 2024, con una inflación decreciente, aunque persisten determinados riesgos.
En este sentido, la OCDE estima un crecimiento de la economía mundial del 3,2% en 2024 y 2025, tras el 3,1% de 2023. Además, se prevé que la inflación vuelva a los objetivos de los bancos centrales en la mayoría de las economías del G20 a finales de 2025. Concretamente, se espera que la inflación general en las economías del G20 disminuya al 5,4% en 2024 y al 3,3% en 2025, frente al 6,1% en 2023, y que la inflación subyacente en las economías avanzadas del G20 se reduzca al 2,7% en 2024 y al 2,1% en 2025.
«La economía mundial está empezando a enderezar el rumbo, con un descenso de la inflación y un fuerte crecimiento del comercio. Con un 3,2%, esperamos que el crecimiento mundial siga siendo resistente tanto en 2024 como en 2025», ha declarado el secretario general de la OCDE, Mathias Corman, quien considera que, aunque haya margen para relajar los tipos de interés, la política monetaria debe seguir siendo «prudente» hasta que la inflación vuelva a los objetivos de los bancos centrales.
«Es necesaria una actuación política decisiva para reconstruir el espacio fiscal mejorando la eficiencia del gasto, reasignando el gasto a áreas que apoyen mejor las oportunidades y el crecimiento, y optimizando los ingresos fiscales. Para elevar las perspectivas de crecimiento a medio plazo, es preciso revitalizar el ritmo de las reformas estructurales, entre otras cosas mediante políticas favorables a la competencia, por ejemplo reduciendo las barreras reglamentarias en los sectores de servicios y redes», ha agregado.
Las tensiones geopolíticas y comerciales, principales riesgos
Pese a la mejora de las previsiones para la economía mundial para este 2024, la OCDE expone una serie de riesgos como la persistencia de las tensiones geopolíticas y comerciales, incluidas las derivadas de la guerra de Rusia contra Ucrania y la evolución de la situación en Oriente Medio, conflictos que podrían volver a impulsar la inflación y lastrar la actividad mundial.
La OCDE cree que el crecimiento de los salarios reales podría dar un mayor impulso a la confianza y al gasto de los consumidores. Asimismo, considera que, a medida que la inflación se modere y las presiones del mercado laboral disminuyan, la política monetaria debería seguir recortando los tipos de interés, aunque el calendario y el alcance de las reducciones «deberá juzgarse cuidadosamente para garantizar una contención duradera de las presiones inflacionistas».