Operadores del Petróleo piden una normativa que incentive implementar combustibles renovables
La Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) reclama un entorno regulatorio que incentive la implementación de combustibles renovables y «que los tenga en cuenta como una alternativa más en este proceso de descarbonización en el que estamos inmersos en toda la Unión Europea«, explican fuentes de la propia asociación.
Estas mismas fuentes piden también «una fiscalidad que incentive su consumo«.
En este sentido, desde AOP justifican esta reclamación haciendo hincapié en que actualmente «los combustibles renovables se reservan solo para aquellas opciones que no se pueden electrificar y deberían tenerse en cuenta para todo tipo de transporte tanto en el ámbito europeo como en el español».
Reconocen también desde AOP que, en estos momentos estos combustibles 100% renovables pagan exactamente el mismo impuesto que los convencionales, «lo que no tiene mucho sentido desde el punto de vista de incentivar al usuario a que los consuma».
Comienza la transformación
Fuentes de AOP informan que ante un escenario de reducción de la demanda del petróleo, «independientemente de cuándo se produzca, nuestro sector ya ha iniciado su transformación para un futuro en el que el petróleo dejará de ser la materia prima que se utilice para la producción de combustibles y comenzarán a ser protagonistas los combustibles renovables, combustibles neutros en emisiones de CO2 con 0 emisiones netas, que se fabrican con distintas materias primas, fundamentalmente con residuos de todo tipo como forestales, agrícolas, urbanos como el aceite de cocina usado…».
Un ejemplo de esta transformación es la refinería BP de Castellón que se va a convertir en un hub multienergético para producir hidrógeno y combustibles renovables.
«Esta refinería -destacan desde AOP- es un ejemplo de que esta transformación ya se ha iniciado y que el futuro del sector pasa por utilizar materias primas alternativas al petróleo para fabricar unos combustibles que estamos convencidos de que van a ser necesarios tanto para descarbonizar modos de transporte que no tienen otra alternativa como el aéreo y el marítimo e incluso para jugar un papel importante en el transporte por carretera».
Desde AOP explican también que «los combustibles renovables son una alternativa para el transporte pesado, que tiene difícil su electrificación a gran escala, pero incluso puede jugar también un papel importante en la descarbonización del transporte ligero, de todo el parque automovilístico que ya existe y que tiene que descarbonizarse», recalcan.
De hecho, el informe de Mario Draghi sobre la competitividad de la Unión Europea plantea un cambio de dirección en la política europea sobre descarbonización, «un objetivo con el que estamos alineados, al igual que en la seguridad del suministro y la asequibilidad de la energía», aclaran desde AOP.
«Nuestro sector ya está preparado y ya ha comenzado. Hay proyectos en marcha en España y otros en funcionamiento como una fábrica de combustibles 100% renovables que se fabrican con aceite de cocina usado, hay otro proyecto de combustibles sintéticos», inciden desde AOP.
Mientras tanto…
Mientras tanto, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha revisado a la baja, por segundo mes consecutivo, su pronóstico sobre el crecimiento de la demanda mundial de petróleo en 2024 y 2025, un ligero ajuste que se produce cuando los precios del crudo están en mínimos anuales.
En su informe mensual, la OPEP cifra ahora en 104,24 millones de barriles diarios (mbd) y 105,99 mbd los volúmenes de crudo que el planeta quemará este y el próximo año, respectivamente.
Ello supone crecimientos interanuales de la demanda de 2,03 mbd (2024) y de 1,74 mbd (2025). Hace un mes preveía que los aumentos serían de 2,11 y 1,78 mbd, respectivamente.
Pese a esos «pequeños» ajustes a la baja (de 80.000 barriles en 2024 y 40.000 en 2025), el crecimiento del consumo petrolero se situará este año «muy por encima del promedio histórico de 1,4 mbd observado antes de la pandemia de la covid-19», recoge el documento.
Estos cálculos se basan en la previsión de que la economía mundial crecerá en un «saludable» 3% este año, y en un 2,9% en 2025.
«El crecimiento económico global demostró ser resiliente» en la primera mitad de 2024, y «ese patrón se extendió al tercer trimestre, impulsado por un fuerte gasto de los consumidores», destaca la OPEP al resaltar la razón de su optimista visión, que contrasta con la de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Esa entidad, defensora de los intereses energéticos de las naciones industrializadas, sitúa el crecimiento de la demanda por debajo del millón de barriles diarios, tanto en este año como en el próximo.
Sea como sea, las preocupaciones por el debilitamiento del consumo de «oro negro», especialmente en China, ha presionado con fuerza a la baja los ‘petroprecios’ en las últimas semanas, cuando se precipitaron hasta mínimos anuales.