India aspira a ser la tercera potencia mundial y el primer paso está por controlar las cadenas de suministro
India aspira a convertirse en la tercera economía mundial para 2027, tal y como revela la Fundación Valenciaport, superando a Japón y Alemania, según proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y firmas como Jefferies y Morgan Stanley.
Un claro ejemplo de esta ambición es la reciente iniciativa de establecer una nueva naviera estatal con una flota de más de mil buques en la próxima década, según Xclusiv Shipbrokers, siguiendo el modelo chino y con el objetivo de asegurarse el control de su cadena de suministros.
Esta actuación se enmarca en el Programa Nacional de Desarrollo Marítimo, que contempla inversiones por valor de 12.000 millones de dólares, tal y como informa la oficina del ICEX en Nueva Delhi en su último análisis sobre el país. «En este contexto, la UE y España, tienen una oportunidad clave para reforzar sus lazos comerciales, que ya son sólidos», indican desde la Fundación Valenciaport.
En estos momentos, la India es la quinta economía global con un PIB de 3,7 billones de dólares y se espera que alcance los cinco billones en los próximos tres años.
El FMI ha elevado su pronóstico de crecimiento económico para India en 2024 del 6,3% al 6,7%. Este aumento se debe a una mayor resiliencia en la demanda interna y un gasto robusto del
consumidor, especialmente en áreas rurales.
¿Por qué la India es un mercado con potencial?
Las políticas macroeconómicas prudentes y las importantes reformas estructurales llevadas a cabo por el país, han impulsando su crecimiento económico lo que le ha permitido una mayor participación en la economía global.
Igualmente, el rápido crecimiento demográfico -1.428 millones de personas en 2023 según la ONU- le ha permitido convertirse en el país más poblado del mundo, superando a China, combinado con una población joven y en edad de trabajar convierten a la India en un mercado con un inmenso potencial.
Economía diversificada
Entre sus cualidades también está el contar con una economía diversificada en la que destacan varios sectores clave como el sector servicios, que aporta el 48,4% del PIB, da trabajo al 31% de la fuerza laboral y destaca en tecnologías de la información, servicios financieros y salud y muestra un crecimiento notable en comercio electrónico, energías renovables y entretenimiento digital.
La segunda área que más aporta al PIB es la industria, con un 25,7%, emplea al 25% de la población y abarca sectores tan diversos como la manufactura, el textil, la química, la automoción y farmacia, con sectores emergentes como biotecnología y energías renovables en crecimiento. Y en tercer lugar encontramos a la agricultura, que supone el 16,7% del PIB y que da empleo al 44% de la población.
Por otra parte, el inicio del ejercicio 2023 mostró un robusto crecimiento impulsado por la inversión pública y el consumo privado. Como resultado, India alcanzó una tasa de crecimiento del PIB del 7,3% en 2023, consolidándose como una de las economías de más rápido crecimiento en el ámbito mundial.
En cuanto a su inflación anual, el FMI estimó un 5,4% para el año 2023, con una disminución a 4,6% en 2024 y un 4,2% en 2025.
Apertura al comercio internacional
India siempre se ha caracterizado por su excesivo proteccionismo para proteger la industria local una política y fomentar el desarrollo interno. Pero ha revertido esta situación abriéndose al comercio internacional que ha supuesto el 50% de su PIB en 2023, según el Banco Mundial.
¿Cómo se relaciona con la Unión Europea?
Según datos de Eurostat, en 2023, India era el décimo socio comercial de la Unión Europea, con intercambios que representan alrededor del 8% del total de bienes intercambiados por la UE. Por su parte, la UE se posiciona como el cuarto socio comercial más importante para India, constituyendo alrededor del 11% del comercio total del país, según datos de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Sin embargo, a pesar del crecimiento de las relaciones comerciales, la balanza comercial, tal y como indican desde la Fundación Valenciaport, sigue mostrando un saldo negativo, en el que la Unión Europea importa más de India de lo que exporta.
¿Y con España?
Tal y como indican desde la Fundación Valenciaport, las relaciones comerciales con España han ido en aumento, aunque las importaciones tienen más peso que las exportaciones, en 2023 estas últimas alcanzaron los 1.523,4 millones de euros y fueron realizadas por un total de 2.099 empresas españolas.
En concreto, las provincias que más contribuyen a las exportaciones hacia India son Valencia (15,32%), Barcelona (14,99%), Murcia (14,71%) y Asturias (14,34%). Por otro lado, las principales provincias importadoras de productos desde India son Barcelona (43,44%), Vizcaya (10,08%), Madrid (9,68%), Valencia (7,23%) y Tarragona (4,89%).
Papel crucial de los puertos
El transporte marítimo, tal y como informan desde la Fundación Valenciaport, juega un papel crucial en las relaciones comerciales entre España e India.
Según reflejan los datos del Sistema Portuario Español, se observa una tendencia creciente en el tráfico gestionado por sus puertos, con un volumen de importaciones significativamente mayor que el de exportaciones. Al observar los principales puertos que manejan este tráfico se aprecia que la Bahía de Algeciras gestiona el 44,43% de la carga (exportaciones), seguida de Barcelona (23,75%) y Valencia (21,90%). En cuanto a la descarga (importaciones), Valencia lidera con un 32,32%, seguida por la Bahía de Algeciras (26,18%) y Barcelona (25,02%), en tercera posición.
La información facilitada por la Fundación Valenciaport también refleja que los puertos indios manejan cerca del 90% del volumen y el 70% del valor total del comercio exterior de
India, destacándose como un componente vital de la infraestructura comercial del país.
Para hacer frente a la expansión comercial, desde el Departamento de Puertos de India se está priorizando el aumento de la capacidad portuaria y se está promoviendo la eficiencia operativa mediante la implementación de tecnologías avanzadas, la digitalización y la optimización de procesos. Todo ello, ha dado como resultado un incremento de la capacidad instalada y de la carga manejada por los puertos, junto con mejoras en indicadores como la eficiencia, el tiempo medio de entrega y la producción diaria por atraque.