Simon, 108 años de historia, de un humilde taller a una multinacional referente
Durante la jornada de la Asamblea Anual de IVEFA, el Instituto Valenciano de la Empresa Familiar, el presidente del Grupo Simón, el grupo catalán que es el mayor fabricante de sistemas eléctricos e interruptores del país, Sergio Vives Simón, ha explicado la historia, la evolución y los valores de esta empresa familiar con 108 años de trayectoria.
Vives Simón, que representa la cuarta generación de la familia, ha expuesto cómo a lo largo de los 108 años de historia, el talento emprendedor de la familia Simón ha convertido un pequeño taller de portalámparas e interruptores en Olot, cerca de Girona, en una gran multinacional dedicada a la iluminación, la energía y los espacios, reconocida en todo el mundo.
Está presentes en 90 países, con 14 filiales en 4 continentes y una plantilla global de casi 4.000 empleados. Asegura Vives que el foco de la compañía ha estado siempre en las personas, al tiempo que mantienen una firme apuesta por el diseño y la innovación, lo que les condujo, precisamente en el año de su centenario, al Premio Nacional de Diseño que concede el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.
Orígenes
La historia del Grupo Simón se remonta a 1916, cuando Arturo Simón Vibet, un instalador eléctrico de Olot, comenzó a fabricar portalámparas de manera artesanal debido a la escasez de materiales provocada por la Primera Guerra Mundial. La calidad y funcionalidad de sus productos atrajeron rápidamente la atención, permitiéndole ampliar su catálogo y sentar las bases de lo que sería esta empresa familiar de larga trayectoria.
Sobre el secreto de la longevidad de su empresa Vives Simón bromeó en la jornada celebrada en Valencia, con que “tiene que haber dividendos”, “y evidentemente ilusión, transparencia y una comunicación constante con todos los miembros de la familia”.
Vives habló con orgullo de la “familia simonera” –hoy cerca de 4.000 trabajadores en todo el mundo–. Un término acuñado “por un sentimiento de pertenencia que lleva un paso más allá ese compromiso con la compañía”.
¿Cómo se consigue? Con humildad y cuidado por las personas. Con sus respuestas sencillas y cercanas Vives dejó claro que se preocupan por sus trabajadores, algunos de ellos también con antepasados que han pasado por la fábrica.
«Intentamos estar cerca de la gente que trabaja con nosotros –señaló– pensad que en nuestros inicios, en un municipio pequeño como era Olot, propietarios y empleados coincidían en el cine, en el baile… siempre hemos mantenido esa cultura de tratar a todos de igual a igual y esa cercanía en el trato, permite al equipo poder plantear dificultades o retos con el ánimo de mejorar las cosas y solucionarlas”.
Profesionalización
Respecto al cambio generacional y a la profesionalización de la dirección, unas de las temáticas que más preocupa a las empresas familiares, Sergio Vives Simón explicó cómo sus abuelos ya decidieron a principios de los años 60 profesionalizar la empresa, “la familia ejercía desde el consejo de administración, una labor de vigilancia, de control, no de ejecución”.
“Nuestros padres procedieron de la misma forma y nosotros también. En la familia siempre hemos hecho relevos continuistas, no repentinos, sino que hemos estado unos años de convivencia pasando por diferentes departamentos, con voz pero sin voto y así hemos ido aprendiendo”.
No obstante, ha reconocido que su modelo es muy peculiar “como Consejo de Administración estamos cada día en la empresa, nos reunimos casi a diario con el equipo ejecutivo, muchas veces en la propia cantina del nuevo edificio –muy pensado para el bienestar de todos– y siempre desde esa generosidad de decir “los que mandan son los profesionales. El Consejo siempre ha de estar al servicio del equipo directivo””.
Admite que, como empresario, “si tú le dices a los ejecutivos: hay que hacer esto así, la siguiente vez, te preguntarán cómo quieres que lo hagamos… No se trata de eso, los ejecutivos nos explicarán el qué, el cómo y el por qué y a partir de ahí, el consejo haremos las preguntas pertinentes para hacerles dudar, y reforzar su posicionamiento. Sabiendo que siempre hay que actuar desde el respeto”.
El consejo de su abuela
Al hilo de lo anterior Sergio Vives Simón contó una anécdota a la hora de relacionarse con las personas: “Mi abuela siempre repetía: tú tienes que pensar que si una persona llega a un 6 y rinde como un 6, es mejor que otra que llega al 9 y rinde como un 8, tiene más mérito…”.
Esta máxima también la aplica con el resto de la familia: “cuando hablamos de la familia, desde el conocimiento y el cariño, sabes qué quiere decir cada persona, el por qué lo dice, hasta dónde se puede llegar… esa generosidad de buscar el entendimiento y mantener el respeto es clave para perdurar en el tiempo”.
Órganos de gobierno
Ha explicado el presidente del Grupo Simón que la compañía también cuenta con un Consejo Asesor desde hace tres años con el que se reúnen trimestralmente. “Es un órgano muy potente, formado por cuatro personas: tres son externas, de sectores distintos, para tener visiones diferentes, y una persona más, que no es de la familia, pero sí del grupo, se trata del que, durante muchos años, ha sido el director general de Simón China (la compañía más grande del grupo) ahora presidente de Simón China, por su capacidad de ponerse nuestro sombrero y su valioso asesoramiento, haciendo siempre de enlace cultural entre nosotros y el país asiático”.
Además, Simón organiza una reunión trimestral con toda la familia, el Consejo de Familia, en él se da cuenta de los resultados y de la evolución de la empresa, además de celebrar la Junta General de Accionistas y otra reunión de balance y retos a inicios de año. “En algunas de estas reuniones también interviene el CEO de la empresa y algún responsable de área o directivo para que la familia pueda tener un contacto directo con la gestión y aclarar algunas de las dudas que puedan surgir, siempre la transparencia ha de ser máxima porque eso mantiene unida a la familia”.
¿Qué es para el presidente el éxito?
Admite Sergio Vives que, aunque asumió su papel en la empresa de manera inesperada tras el fallecimiento de su padre, primero como adjunto al consejo de administración para salir de su «zona de confor» e ir «curtiéndose», hoy, tras el paso de los años se siente “muy cómodo, muy ilusionado y con un propósito de vida personal clarísimo: “yo no he heredado esta empresa, sino que la he tomado prestada de las futuras generaciones””.
Esa humildad de recibir un legado y cuidarlo para que perdure, resume lo que define como su éxito personal: “ver cómo las siguientes generaciones pueden coger el relevo”.
Innovación y Diseño
La innovación ha sido un pilar fundamental en la evolución del Grupo Simón. La empresa cuenta con varios centros de I+D+i en España, Polonia y China, donde una de cada diez personas está dedicada a la investigación y el diseño de nuevos productos. Este enfoque ha permitido a Simón mantenerse a la vanguardia de la tecnología y el diseño, ofreciendo soluciones de confort, seguridad y sostenibilidad.
En 2016, en el centenario de su fundación, el Grupo Simón recibió el Premio Nacional de Diseño otorgado por el Ministerio de Economía. Este reconocimiento subraya el compromiso continuo de la empresa con la excelencia en el diseño y la innovación. De hecho, una investigación de mercado en los 7 países diferentes donde tiene sede la compañía para ver cuál era la percepción de la marca, realizada tanto a distribuidores como a cliente final, señaló que el atributo más mencionado era la innovación.
«Entiendo la innovación como consustancial a una empresa familiar, es necesaria para su supervivencia, lo tiene que llevar en el ADN, siempre hay que ir cambiando cosas, hay que ir adaptándose a los tiempos, evolucionar, siempre avanzando,… pero si una empresa crea un departamento de Innovación pero la innovación no está en el ADN de las personas para mí será un error».
La «Casa de la Luz» en Madrid es un ejemplo destacado de la capacidad innovadora del Grupo Simón y sus oficinas centrales SWITCH, no solo reflejan los valores y la visión de la empresa, sino que también sirven como un espacio experiencial diseñado para atraer talento y ofrecer un entorno de trabajo colaborativo y sostenible.
Internacionalización
La internacionalización ha sido otro factor clave en el crecimiento del Grupo Simón. Desde 1997, la empresa ha expandido sus operaciones a nivel global, estableciendo filiales y apostando por mercados como China en el que se estableció hace un cuarto de siglo. Sin embargo, no todos los esfuerzos de internacionalización han sido exitosos. Vives reconoció su fracaso en Turquía y Argentina, donde no han logrado establecerse de manera sostenida. Si bien, estas experiencias han aportado al grupo grandes aprendizajes, reforzando la necesidad de adaptarse y entender las particularidades de cada mercado.
Para Vives la expansión y diversificación fueron cruciales para la supervivencia de la empresa durante la crisis económica de 2008, cuando la diversificación geográfica y su catálogo de productos permitió mitigar los efectos de la caída del sector inmobiliario en España.
Como contrapunto está China, su principal mercado (30%), donde reconoce Vives Simón que han tenido mucha suerte: «Nos asociamos con un fabricante pequeñito, en una joint venture en la que teníamos mayoría, confiamos nuestro know how, y nuestro socio supo sacarle todo el partido a una empresa sólida, fundada en 1916, y bajo el paraguas de la marca España, en concreto con origen en Barcelona, una ciudad muy valorada por los asáticos. El equipo directivo siempre ha sido chino y hoy con el 100% de la compañía en propiedad, nos sentimos muy contentos de las relaciones de confianza que hemos establecido con el país y con sus autoridades, eso sí tienes que intentar cumplir todo aquello que prometes».
Artículos relacionados
El CMM aborda en un webinar las claves para la recuperación tras la DANA
Aktrion firma un acuerdo de colaboración con las marcas de Grupo Invicta