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Museos corporativos para preservar la historia y legado de las empresas

Cada vez son más frecuentes. Constituyen el patrimonio de las empresas, su trabajo y valor a lo largo de los años. También sus fracasos. Los museos corporativos forman parte de la cultura económica y social. En muchos casos, incluso, van más allá, se identifican con el territorio, la nación, el momento en el que las empresas fueron creadas y su trayectoria. Claro testimonio de la sociedad y sus ciudadanos a través del tiempo.

Compañías como Fiat, Siemens, el B&O Railroad Museum y el Museo Valenciano del Chocolate tienen sus propias instituciones, algunas tan legendarias como la marca. Sus archivos históricos, en la mayoría de los casos, forman parte del patrimonio público. Los estadounidenses, adelantados en este terreno, han cedido el paso a los europeos, sobre todo, a los italianos.

Museos corporativos para preservar la historia y legado de las empresas

Museo del Chocolate

Vamos a empezar por Villajoyosa, popularmente conocida como La Vila, donde el aroma del chocolate se mezcla con el del mar. Su principal ingrediente, el cacao, es una de las señas de identidad de la localidad alicantina. El Museo Valenciano del Chocolate, creado en 1998 por la empresa Chocolates Valor, fue reconocido por la Generalitat Valenciana en 2008. El museo, que recibe más de 100.000 visitantes al año, cuenta con una importante colección de maquinaria de la industria chocolatera de diferentes épocas.

«También permite conocer el proceso de elaboración del chocolate y cómo ha evolucionado desde que en 1881, Valeriano López iniciara su andadura en la industria chocolatera», destaca la empresa en su web.

Chocolates Valor

Lo curioso de La Vila es que hay más museos del chocolate. Un poco más pequeños, integrados en las fábricas centenarias del municipio. Chocolates Pérez es una de ellas. Antes de recorrer la planta de producción un pequeño museo relata el origen del cacao y muestra maquinaria y utensilios antiguos.

Es un viaje a la niñez. «Se conservan algunos de los cromos que aparecían en las tabletas de chocolate, en la década de los 60, y que los niños y niñas iban pegando en sus álbumes de cromos coleccionables para después, en la tienda del barrio, canjearlo por un regalo», recuerdan desde la compañía chocolatera.

Chocolates Pérez

Seguimos en la localidad costera porque Chocolates Clavileño, el nombre de la marca es el personaje creado por Cervantes, también cuenta con un pequeño espacio, junto a la actual fábrica. En él se pueden contemplar las antiguas cajas de madera en las que iba empaquetado el chocolate previamente envuelto en tela. El producto era transportado en carros para su venta puerta a puerta.

Museo Fiat

El Museo Fiat (Fabbrica Italiana Automobili Torino), está ubicado en los antiguos talleres de Corso Dante, de Turín, donde nació la empresa en 1899. Un edificio modernista acoge una colección de autos, recuerdos y carteles publicitarios que cubre toda la historia de la empresa.

Allí está el primer coche, el 3½ HP y otra joya, el Mefistofele, también conocido por el nombre de su constructor, Fiat SB4 Eldridge, que en 1924 batió en Francia el récord mundial de velocidad al alcanzar los 235 kilómetros hora.

Durante el itinerario del museo se encuentran motores de barcos, bicicletas, refrigeradores y lavadoras, por supuesto todo de la marca Fiat. El recorrido se realiza por la reconstrucción de algunas fábricas, símbolos de la historia de la empresa y de los cambios en la forma de trabajar.

En la exposición se puede ver el primer tractor, el Fiat 702 de 1919; el camión 18BL, que llevaron las tropas italianas en la I Guerra Mundial, el Littorina, protagonista del transporte ferroviario de los años 1930, y el caza G91, diseñado por Giuseppe Gabrielli.

Entrada Museo Fiat

Las instalaciones de la empresa, ahora el museo, fueron el escenario de momentos importantes en la historia de Fiat: el primero se remonta al 4 de mayo de 1966, cuando Vittorio Valletta, figura clave de la empresa fundada por Giovanni Agnelli, al que sucedió en la presidencia del grupo desde 1945 a 1966, firmó el acuerdo con la URSS para construir la fábrica de Togliatti, ciudad al suroeste de Rusia, a orillas del río Volga.

Lleva nombre italiano en honor a Palmiro Togliatti, secretario general del Partido Comunista Italiano, que falleció mientras se encontraba de vacaciones en la Unión Soviética.

La historia de Fiat, protagonizada por Agnelli, el ingeniero y diseñador Dante Giacosa y Valletta, sigue apoyándose en su pasado como producto de marketing. «Los coches Fiat antiguos pertenecen al imaginario colectivo: recuperados, restaurados y certificados por los expertos de FCA Heritage, pueden por fin volver al mercado… en cantidades limitadas. Conviértete en propietario del Fiat antiguo con el que siempre has soñado, comprándolo directamente a la empresa matriz», publicita la compañía.

En el mismo edificio se encuentra también el archivo de la empresa, que se puede consultar con cita previa: cientos de documentos, 400.000 dibujos técnicos, 5.000 volúmenes y revistas sobre la historia del automóvil y de la industria, más de seis millones de imágenes (grabados, láminas y negativos), 200 horas de metraje histórico. Inaugurado en 1984, es el principal archivo documental del grupo industrial italiano. Fiat cuenta también con varios libros sobre su historia.

Museo Salvatore Ferragamo

Los museos corporativos se crean por la iniciativa de los empresarios o gerentes, en general miembros de la familia propietaria y su nombre suele coincidir o evocar al del fundador. La familia Ferragamo creó el Museo Salvatore Ferragamo en 1995. La idea del surgió cuando el Palacio Strozzi de Florencia organizó una exposición sobre la historia de Salvatore Ferragamo.

La exposición realizó una gira y fue presentada por algunos de los museos más prestigiosos del mundo, como el Victoria and Albert de Londres, el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles, la Fundación Sogetsu Kai de Tokio y el Museo de Bellas Artes de México. La exposición temporal se convirtió en permanente. El museo está ubicado en el histórico Palazzo Spini Feroni de Florencia.

Museo Ferragamo

En 1938 Salvatore Ferragamo, el zapatero más famoso del siglo XX, abrió su taller de calzado y poco después compró el edificio, que desde entonces se convirtió en la sede de la empresa y en la primera tienda. El museo recibió el Premio Guggenheim Empresa y Cultura.

Museo Alessi

Como el Museo Alessi, instalado dentro de la fábrica de Crusinallo di Omegna (Verbania). Recoge un amplio conjunto de prototipos, productos en desuso, moldes, instalaciones de diseño, documentos gráficos, diseños, fotografías, libros, revistas y catálogos. Un archivo de la identidad cultural de la compañía, y, en general, una colección de arte aplicado y diseño de los siglos XX y XXI. El Museo cumple la doble función de la empresa creada en 1921 por los hermanos Alessi.

Museo Harley-Davidson

Harley-Davidson cumplió este julio 120 años de existencia de producción ininterrumpida. Y como no podía ser de otra manera, dispone de su propio museo situado en la sede central de la compañía en Milwaukee (Estados Unidos).

Con una impresionante colección de motocicletas repartidas en dos plantas, un recinto de más de 80.000 metros cuadrados similar a un parque. «El Museo H-D no solo cuenta la historia de Harley-Davidson, es donde la historia y el legado de nuestra pasión cobran vida», según Bill Davidson.

Aniversario Harley-Davidson

Museo Kartell

Las empresas poseen intenciones dispares cuando inician sus museos. Deseo de autopromoción, de preservar la historia de la empresa o de consolidar la imagen pública. O todo a la vez. En ocasiones surgen de la ampliación de eventos especiales como le ocurrió a Ferragamo y a Kartell, cuyo museo nació en 1999 con ocasión del 50 aniversario de la empresa, y fue creado por su presidente, Claudio Luti con el objetivo de conservar, promocionar y valorizar el patrimonio de la empresa.

El museo tiene su sede en la planta Kartell de Noviglio, a las puertas de Milán, cuartel general de la empresa desde 1967. El edificio, diseñado por los arquitectos Anna Castelli e Ignazio Gardella, es uno de los ejemplos de arquitectura industrial más interesantes de Lombardía.

Museo Siemens

También el Museo Siemens, museo de empresa más antiguo de Alemania, inaugurado en 1916, fue el fruto de una idea, instalar una exposición que conmemora el centenario del fundador, Werner von Siemens. Los orígenes de Siemens se remontan a las empresas Siemens & Halske, Reiniger, Gebbert & Schall y Veifa-Werke.

A principios del siglo XX, después de pasar de pequeños talleres a grandes empresas, estos tres competidores se embarcaron en una frenética carrera para desarrollar tecnología más avanzada. Los modelos de negocio que construyeron han sido la base de Siemens durante 176 años.

Interior del taller de Siemens, 1870

Hoy en día la compañía está más globalizada que nunca, con 385.000 empleados trabajando en más de 200 países. Werner von Siemens fue un inventor con visión de futuro que desempeñó un papel clave en el fomento del desarrollo de la industria eléctrica y su aplicación. «Las ideas por sí solas tienen poco valor. El valor de una invención radica en su implementación práctica», señaló.

B&O Railroad Museum

El B&O Railroad Museum, es el lugar de nacimiento del ferrocarril estadounidense. Es monumento histórico nacional y donde Baltimore y Ohio fundaron el primer ferrocarril comercial de Estados Unidos en 1827. Los edificios y estructuras ocupan un lugar único y especial de la historia americana. El espacio fue la primera estación de pasajeros y carga de los Estados Unidos y la primera fábrica de ferrocarriles del país.

Museo del caballo de juguete

El Museo del caballo de juguete contiene más de 650 caballos de juguete fabricados desde el siglo XVIII. Es el primer y único museo del mundo dedicado al caballo de juguete. Está situado en lo que fue el establo del famoso trotador de Tornese, varias veces campeón del mundo en los años 50.

En 1969, Pietro Catelli, fundador de Artsana, propietario de Chicco y Prenatal, entre otras marcas, compró el edificio y el terreno circundante y lo convirtió en la sede del grupo. Se construyeron fábricas, almacenes y una gran tienda Chicco. En el año 2000, en su ochenta cumpleaños, decidió devolver los establos a los caballos e inauguró el museo, exponiendo su colección de caballos de juguete en los históricos establos.

«Me sentí culpable por haber derribado los establos para convertirlos en una zona industrial. Después, como siempre he pensado que hay que dejar huella en la vida, decidí crear este museo y este es mi testimonio», explicó Catelli.

Museo del Vidrio de Corning

Fundado en 1951 por Corning Glass Works (ahora Corning Incorporated) como regalo con motivo del centenario de la empresa, el Museo del Vidrio de Corning está dedicado a explorar un solo material: el vidrio.

El campus del Museo, que recibe anualmente medio millón de visitantes, alberga la colección de vidrio más completa del mundo, biblioteca y una de las mejores escuelas de vidrio. La colección del museo incluye más de 50.000 objetos.

El Museo del Vidrio de Corning está ubicado en la hermosa región vinícola de Finger Lakes en el norte del estado de Nueva York, a medio camino entre las Cataratas del Niágara y la ciudad de Nueva York. Concebido como una institución educativa, «el museo nunca ha sido escaparate de la empresa o sus productos», resaltan sus responsables.

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