Zummo nace en 1992 en Valencia con el objetivo de facilitar el exprimido de naranjas con un sistema similar al casero, pero de manera automática. Se instalaron las primeras unidades en cafeterías y hoteles al mismo tiempo que se fabricó un modelo para establecimientos que tenían espacios más reducidos.
Más adelante, se fabricó una máquina de vending y un kiosco con forma de naranja «que era el punto de venta ideal para espacios abiertos», explica su fundador Rafael Olmos. «Desarrollamos un modelo más rápido, la máquina Z40, que nos permitió introducirnos en el canal retail ya que exprime 40 frutas por minuto y es perfecta para supermercados, por lo que entramos en grandes cuentas de cadenas internacionales», comenta.
Zummo está presente en más de 100 países, siendo actualmente líder del mercado mundial.
Zummo, Premio Economía 3 a la Innovación
– ¿Qué resaltarías del liderazgo de Zummo?
Zummo está muy pendiente de las necesidades del mercado y desarrolla máquinas para cada necesidad. Además, lo más importante es el servicio posventa que ofrecemos, ya que continúa dando el servicio necesario para la satisfacción del cliente.
– ¿Por qué crees que merecéis el premio a la Innovación?
Es un premio muy merecido para todo el equipo por la cantidad de recursos que se destinan, tanto a mejorar los productos existentes como a los desarrollos de nuevos productos, digitales y sostenibles.
– ¿Cuáles creéis que han sido las principales claves de vuestro éxito?
Sin duda, escuchar al cliente y diversificar la expansión de la marca.
Una historia de valientes
– Los premios de esta edición premian historias de valientes. ¿En qué momento de vuestra trayectoria la compañía ha necesitado ser más valiente?
A la hora de apostar por producto nuevo o de hacer nuevas aperturas de mercados o abrir filiales. Por ejemplo, cuando lo hicimos en Estados Unidos.
– ¿Qué planes de futuro tiene la empresa para los próximos años?
Seguir ampliando el porfolio de productos, además de consolidar y seguir haciendo aperturas de mercados.