Domingo, 28 de Abril de 2024
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El crecimiento ya no es suficiente para levantar capital, afirman expertos en inversión

El crecimiento ya no es suficiente para levantar capital, afirman expertos en inversión

Según un informe de TTR Data, en la primera mitad de 2023 en el mercado de venture capital se llevaron a cabo 344 transacciones que sumaron un importe de 1.720 millones de euros, lo cual implica un descenso del 22% en el número de transacciones y una disminución del 59% en el importe de las mismas en términos interanuales. ¿A qué se debe ese descenso? ¿Qué evolución se espera para el segundo semestre?

¿Por qué ha disminuido la inversión en venture capital?

Juan Orbea, analista de Swanlaab Venture, admite que no es fácil establecer causas concretas. Sin embargo, pone atención a varios factores que pueden haber influido: «En primer lugar, la subida de tipos de interés afecta a la forma en que los inversores (LPs) invierten su capital». «Unos tipos de interés más altos consiguen que el valor del dinero en el futuro se descuente a mayor tasa en el presente».

El experto explica que esto hace que las inversiones de venture capital, que se caracterizan por ser ilíquidas y a largo plazo (de 5 a 10 años normalmente) se vuelvan relativamente menos atractivas que otras alternativas, por lo que «los LPs reducen su asignación a venture capital para aumentarla en otro tipo de inversión». Según el analista, esto hace que menos firmas de venture capital consigan levantar nuevos fondos, lo que a su vez impacta en el número de transacciones y en el valor total del importe invertido.

Por su parte, Diego Camilleri, general partner de Lanai, apunta en la misma dirección al sostener que el cambio en el contexto macroeconómico que tuvo lugar el año pasado, con la subida de tipos de interés para combatir la inflación, «ha generado un entorno de gran incertidumbe que es el mayor enemigo de los fondos de venture capital».

Orbea pone énfasis en ello: «Las discusiones sobre una posible recesión, la continuación de la guerra en Ucrania o la inestabilidad política en España son factores que afectan a la capacidad de los gestores profesionales de levantar nuevos fondos y pueden afectar a su apetito inversor incluso una vez tienen capacidad de invertir». Pese a todo, el experto asegura que «los proyectos con potencial y diferenciación real consiguen financiación, con mayor o menor facilidad, en cualquier entorno económico».

Camilleri resalta el elevado coste del capital y la falta de salidas a bolsa y de apetito comprador por parte de las grandes corporaciones como principales motivos de que el capital se esté concentrando en proyectos que pueden demostrar que son capaces de entrar en rentabilidad sin necesidad de financiación adicional. «El mero crecimiento ya no es suficiente para levantar capital», afirma.

Según Íñigo Laucirica, investment manager en Samaipata, el reajuste de las valoraciones y expectativas en el mercado del venture capital ha hecho que «muchas startups, especialmente aquellas que levantaron rondas potentes en 2021 o inicios de 2022, se hayan visto forzadas a retrasar sus planes de levantar financiación». Por un lado, esperando un rebote de las valoraciones; y por otro, buscando tiempo para virar sus negocios hacia una mejor rentabilidad y eficiencia en capital, asegura el financiero.

inigo laucirica investment manager samaipata

Íñigo Laucirica, investment manager de Samaipata.

Previsiones para el segundo semestre de 2023

Respecto a la actividad del siguiente semestre, Orbea rehúsa dar un pronostico: «Un inversor no debe intentar predecir el futuro, no tiene sentido epistemológico. Debe mitigar riesgos y hacer distribución de su capital de manera racional».

Camilleri, por su parte, prevé una cotinuidad de la evolución actual: «En el segundo semestre esperamos que continúe la tendencia de los últimos meses. Todavía no vemos signos de que estemos ante un cambio de tendencia».

Hay más capital disponible, pese al freno en la inversión

Pese a que se está invirtiendo menos, el dinero disponible para invertir asciende a 6.045 millones y los fondos levantados por el capital privado nacional alcanzaron los 1.343 millones en el primer semestre, un 22% más que en el periodo equivalente de 2022. ¿Qué lectura podemos sacar de esta disparidad entre el potencial inversor y la inversión efectiva?

En este sentido, Camilleri expone que entre 2020 a 2022 muchos fondos aceleraron significativamente la velocidad a la que estaban invirtiendo, aprovechando «un contexto en el que las valoraciones parecían no tener techo y había gran facilidad para acceder a capital de inversores públicos y privados». Ante la expectativa de que la situación se mantendría a largo plazo, los fondos ya existentes levantaron nuevos vehículos de mayor tamaño y también se incrementó el número de fondos nuevos.

Sin embargo, el portavoz de Lanai advierte que el hecho de que los fondos se encuentren a niveles récord de capital disponible no significa necesariamente que vayamos a ver un repunte en la inversión a corto plazo. «Hasta que no haya más certidumbre a nivel macroeconómico no veremos una tendencia al alza en los niveles de inversión», concreta.

Según Orbea, en este caso los datos tampoco dicen mucho: «Los procesos de levantar capital como fondo están diferidos en el tiempo. A veces duran de 18 a 24 meses. Muchos de los fondos que se están levantando ahora pudieron conseguir sus primeros compromisos de inversión en unas condiciones macro que no reflejan nada las de ahora», explica el especialista de Swanlaab Venture.

«También se podría inferir que ‘hay más miedo’ y los gestores tienen más cautela a la hora de invertir, pero no me parece que sea un análisis correcto». «Los fondos que tienen dinero para invertir ahora, por lo general, quieren invertir incluso más de lo que lo venían haciendo, dado el reajuste en las valoraciones», apunta Orbea.

Laucirica señala, por otro lado, que estamos «en un gran momento para construir e invertir en negocios sólidos». «Seguramente es algo que están apreciando muchos inversores en fondos comprometidos a largo plazo con la disrupción tecnológica de las startups», explica el experto, que destaca también el surgimiento en Europa de fondos grandes de etapas más avanzadas. Advierte, no obstante, que los fondos levantados son un indicador algo atrasado, por lo que recomienda leer el dato con precaución.

¿Ha habido una burbuja en el venture capital?

Estamos en un momento de cautela inversora y muchos se preguntan si estamos viviendo el fin de una burbuja en el ámbito del venture capital. Los expertos consultados coinciden en sus apreciaciones.

Desde Lanai, explica Camilleri, creen que «indudablemente hemos vivido una burbuja, principalmente en etapas de inversión tardías». «Algunos fondos, especialmente los grandes fondos internacionales, perdieron la perspectiva de que, independientemente del tipo de activo en el que uno invierta, un proyecto tiene que ser sostenible y en el largo plazo debe ser capaz de generar flujos de caja positivos».

equipo de lanai partners

El equipo directivo de Lanai. De izquierda a derecha: los cofundadores Guilllermo Llibre, Rubén Ferreiro y Jeroen Merchiers, y el general partner, Diego Camilleri.

«La abundancia de capital barato hizo que durante mucho tiempo la única variable que parecía importar era el crecimiento, y ahora estamos viendo sus consecuencias», describe el experto, que, no obstante, considera este fenómeno «un ajuste necesario» y señala que «estamos entrando en una etapa mucho más racional que la vivida durante los últimos años».

«Creo que a nivel internacional ha habido una burbuja de venture capital que ha durado muchos años», resalta Juan Orbea, el cual destaca un dato ilustrativo: en 2021 se dedicaron 621.000 millones de dólares globalmente a la inversión en fondos de venture capital, mientas que en 2011, esta cifra era de 30.600 millones, alrededor de 20 veces menos.

Este tipo de dato hay que entenderlo en el contexto de que el venture capital es «una clase de activo nicho por naturaleza». Orbea lo explica con un ejemplo: «Se suele tomar como referencia que un fondo de venture capital que devuelve a sus inversores tres veces lo invertido está en el top 25% de los fondos. Lo que ocurre es que es una de las clases de activos donde más varianza positiva existe«. Es conocido el dato de que Benchmark, uno de los fondos de venture capital líder a nivel mundial desde hace años, dio un retorno de 96 veces lo invertido en su fondo a sus inversores.

«Esos retornos son sencillamente imposibles de conseguir en otras clases de activos. Pero ese fondo de Benchmark era un fondo de menos de 100 millones de dólares para invertir. Si levantas un fondo de 10.000 millones para invertir en venture capital, va a ser extraordinariamente complicado dar un retorno bueno de un por tres o más», ejemplifica el experto.

Hay que tener en cuenta que el capital riesgo se utiliza en el portafolio de un inversor  para dar espacio en su cartera a una rentabilidad muy elevada con baja probabilidad de realizarse. «Por eso siempre representa un porcentaje bastante minoritario de su cartera de inversiones total», aclara Orbea. Y añade que «esta clase de activo debe volver, y está volviendo, a ese estado natural, que es además el que permite que existan esos retornos«.

Por su parte, Laucirica matiza la expresión afirmando que, más que el fin de una burbuja, se está experimentando «una corrección» que, según explica, ha sido fruto de «un entorno cíclico de fundamentales muy potentes para las empresas tecnológicas a raíz de la pandemia y niveles de liquidez en máximos históricos». «Esto empujó a muchos inversores tradicionales a los mercados privados en busca de rentabilidades que escaseaban en activos tradicionales», señala.

El especialista en inversión subraya que, aunque cualquier reajuste de valoraciones genera fricciones, «esta corrección cíclica refuerza la sostenibilidad a largo plazo de los mercados de capital privado y la oportunidad estructural de disrupción tecnológica es tan atractiva como nunca».

Los unicornios deben ser una consecuencia, no un fin

Según el informe «El Ecosistema Scale Up en España» elaborado por EsTech, un total de 13 compañías han alcanzado el estatus de unicornio en España y se espera que otras 20 puedan hacerlo antes de 2025. ¿Son realistas estas expectativas? ¿Cómo repercutiría en nuestra economía alcanzar este objetivo?

Desde Lanai calculan que en España hay sobradamente 20 compañías con ese potencial. «Que se alcance en 2025, antes o después, dependerá en gran medida de factores cíclicos», precisa Camilleri.

En cualquier caso, el experto considera que la categoría de «unicornio» no es demasiado concluyente respecto a su capacidad para crear valor. «No cabe duda de que las compañías grandes alcanzan un mayor impacto económico positivo, pero hay muchas empresas que han alcanzado ese estatus con fuerza bruta, a base de inversión y no tanto creación de valor, lo cual no es sostenible».

El general partner de Lanai enfatiza que otras emrpesas más pequeñas, pero más eficientes, han logrado un impacto mucho mayor sin ni siquiera acercarse a la categoría de unicornio, por lo que llama a «fomentar las startups y el emprendimiento como caldo de cultivo de las futuras grandes empresas de nuestro país, con el potencial de transformar y actualizar nuestro tejido empresarial».

Por otro lado, Laucirica también considera realista alcanzar 20 unicornios antes de 2025, ya que España ha sido uno de los países que ha experimente mayor crecimiento en cuanto a la inversión en startups. Destaca asimismo «el incremento en la calidad de los equipos fundadores», unido a la «mayor facilidad para acceder al capital», como catalizadores de que los proyectos españoles puedan «escalar de forma más rápida y competir en tamaño con sus equivalentes europeos».

Respeco al impacto que tendrían estos unicornios en nuestra economía, asegura que sería muy positivo, sobre todo por «la creación de miles de puestros de trabajo» y por el «componente innovador y el efecto contagio en otros sectores y compañías». Además, destaca también como uno de los beneficios la generación de talento, ya que «este tipo de compañías son excelentes escuelas para futuros emprendedores, como se ha visto en el caso de Glovo, siendo ya más de 90 exempleados los que han lanzado su propio proyecto».

Por último, aunque Orbea también lo ve viable, opina que «lo que realmente importa es que los negocios financiados con venture capital sean buenos negocios, que crezcan bien, que sean sostenibles en el tiempo, que creen empleo de calidad y que generen valor para sus accionistas. La etiqueta de unicornio es secundaria».

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