Nabbü, la startup que digitaliza centros formativos mediante IA
De los creadores de Cazatuplaza, la startup que usa inteligencia artificial para mejorar la preparación de oposiciones, llega Nabbü, una emergente tecnológica que busca digitalizar los centros formativos y automatizar procesos a través de IA.
Tras cerrar hace unos meses una ronda de financiación de 200.000 euros y otro importe equivalente a cargo de la Empresa Nacional de Innovación (Enisa), la edtech, que nace con una valoración inicial de 3 millones de euros, ha desarrollado una plataforma Saas dirigida a cubrir las necesidades de los distintos tipos de academias.
Irene Chía, Elena Enguix y Jorge Vindel, sus fundadores, tienen una importante misión: conseguir que la eficiencia y la personalización de la formación sea una realidad en el sector educativo.
Hablamos con Irene Chía, fundadora y CEO de Nabbü, que nos cuenta el presente y futuro de la startup y sus impresiones sobre las transformaciones tecnológicas que se están dando en el sector formativo.
-¿Qué es Nabbü? ¿Cuál es vuestra misión?
Nabbü es un software que tiene como misión digitalizar centros formativos para mejorar la eficiencia, con una visión personalizada por alumno para que el objetivo de aprender y enseñar se refuerce con la evaluación continua, la tecnología y la IA.
Proporcionamos una solución que integra las herramientas principales que usan los centros, información para hacer un seguimiento de cada alumno y de los contenidos que consumen favoreciendo la mejora constante del proceso de enseñanza, sin olvidar la facilidad de comunicación entre todos los implicados.
-Vuestra startup acaba de nacer con una valoración de tres millones tras cerrar una ronda de financiación de 400.000 euros. ¿Cómo lo habéis logrado? ¿Cuáles son los principales atractivos de vuestro proyecto para los inversores?
Comenzamos con CazaTuPlaza aprendiendo y mejorando la plataforma, y lo que teníamos claro es que iríamos a otras verticales y a otros países. Al crear Nabbü, hemos dado un gran paso y hace que nuestro mercado se amplíe y aumente la valoración de nuestra empresa.
El principal atractivo es el nicho de mercado. Comenzamos con el sector de oposiciones, pero con Nabbü abrimos nuestras posibilidades. Estamos identificando diferentes nichos en donde aportamos un gran valor. Queremos ir poco a poco conociendo perfectamente a nuestro cliente y darle solución a sus problemas diarios. Nuestro roadmap de producto se centra en las necesidades del cliente y en cómo innovar para darles más tiempo.
-¿Nabbü va a ser una plataforma tipo Saas?
Sí, nuestros centros pagan por alumno activo en la plataforma. Así saben que los gastos de la plataforma están compensados con sus ingresos, no hay sorpresas. Pero lo que nos diferencia es que nosotros vamos mejorando y creando nuevos productos que se incluyen para todos nuestros usuarios. No hay que pagar más por cada actualización o desarrollo.
-Vuestro objetivo es digitalizar cualquier centro formativo a través de la inteligencia artificial, con especial foco en la personalización de la experiencia para cada alumno. ¿Cómo se consigue esto? ¿Qué tipo de desarrollos o herramientas de IA vais a crear para la mejora de la educación?
Nuestra plataforma es totalmente personalizada y configurable. Esto quiere decir que cada centro decide qué módulos quiere activar según las características que tengan sus cursos.
Además, nos estamos centrando en la información que nos ofrecen los datos que tenemos del uso que hacen los alumnos para poder indicarle a un profesor si un contenido es atractivo o no para un alumno, qué tipo de preguntas son las más complejas, qué temas son los más fáciles o los que los alumnos suspenden, qué contenidos se visualizan de forma recurrente…
Todo esto y mucho más les ayuda a mejorar y a crear unos contenidos mucho más potentes para ofrecer a cada grupo y alumno contenidos adaptados a las necesidades de aprendizaje de cada momento.
No hace falta que comente que somos una startup. Tenemos un roadmap muy ambicioso. Pero todo esto se hace paso a paso, probando, preguntando y teniendo el foco claro: no basta con ser una plataforma, queremos ser un referente en el sector educativo y ayudar en el proceso de enseñanza-aprendizaje online.
-Os dirigís principalmente a centros, academias y preparadores que quieren organizar sus contenidos de un modo eficiente y aportar mayor valor añadido a sus alumnos. ¿Qué tipo de valor añadido puede aportar vuestra tecnología?
Les damos algo que no se puede comprar, ni recuperar… Tiempo. Nuestro objetivo es hacer todos los procesos más eficientes para ahorrar tiempo en el día a día de los profesores, de la administración, del director. Si reducimos el tiempo de procesos que se alejan de la actividad docente, pueden centrarse en los alumnos, en sus necesidades.
Otro punto importante es la capacidad para generar test según las necesidades de cada grupo, modificar contenidos de un modo rápido y eficaz para que se replique en todos los cursos y documentos. Diferentes formas de planificación y búsqueda, ya sea por temas, título o etiqueta.
-Resulta paradójico que en un ámbito que es el caldo de cultivo de las principales revoluciones y descubrimientos científicos y tecnológicos (la educación), se peque en muchos casos de contar con un nivel de innovación y digitalización poco maduro. ¿Por qué creéis que sucede esto?
Es cierto que puede resultar paradójico, pero es que existe una resistencia al cambio en este sector. En primer lugar por la burocracia. Es complejo implementar nuevas tecnologías o enfoques innovadores.
Otro punto muy importante es que el propio sistema educativo tiene una mentalidad arraigada de «siempre se ha hecho así» que poco a poco va desapareciendo, pero no es todo lo rápido que nos gustaría.
La poca inversión en este sector también hace que sea mucho más lento el cambio. Se necesita financiación para innovar y para formar a los profesores, para llegar a cualquier rincón y medir todo de un modo efectivo.
-Vuestra startup anterior, Cazatuplaza, ya tiene un cierto recorrido, por lo que no sois del todo nuevos en el sector. ¿Qué aprendizajes habéis obtenido de este proyecto? ¿Nabbü se va a nutrir de ellos o queréis hacer algo totalmente nuevo?
En este caso, CazaTuPlaza es parte de Nabbü y todo lo que hemos avanzado es un aprendizaje, lo que nos ha ido bien y lo que no va tan bien. Empezamos en un nicho muy concreto en el que conocíamos bastante bien las necesidades y carencias con respecto a la competencia.
Ahora lo que queremos con Nabbü es crear otros productos que se adapten del mismo modo a otros sectores educativos teniendo en cuenta cómo podemos aportarles un gran valor en su día a día.
-En un sector tan competitivo como la educación, ¿cuáles diríais que son los factores que pueden llevar a una startup a diferenciarse mediante la innovación?
Tener claro para quién lo haces. Nuestro objetivo es dar tiempo a los profesores y directores de cada academia. Darles herramientas para que sepan qué contenidos funcionan, cómo crear nuevos test específicos para cada grupo de alumnos… Queremos quitarles tareas rutinarias, evitar agobios. De este modo, un profesor puede centrarse en enseñar y esto repercute directamente en sus alumnos.
-¿Qué es lo más difícil de innovar en el sector educativo?
Es un conjunto de varios puntos lo que hace que innovar sea algo complejo: foco, capacidad del equipo, tiempo, dinero y necesidad del cliente actual.
Lo más difícil creo que es no perder el foco. Se nos ocurren cientos ideas geniales, pero es importante pensar en el impacto que queremos que tenga en nuestros clientes y en la empresa. Hacer algo llamativo y vistoso nos encanta, pero quizá no es lo que necesita el cliente actual y es importante estar al día con lo que necesitan los clientes que ya usan la plataforma.
Además, hay que tener en cuenta el tiempo y costes que nos supondría para poder decidir qué hacer. Si desarrollamos algo complicado, estaremos un tiempo solo con eso y no se avanzará en otras pequeñas mejoras y cambios.
-¿Qué cambios o transformaciones veremos en el sector educativo en los próximos años?
Esta es la pregunta del millón. Yo te voy a responder con lo que me gustaría ver sin ser demasiado pretenciosa: creo que va a existir un gran cambio en las herramientas tecnológicas que se usan en el aula y cómo se usan. Esto facilitará la capacidad de los docentes para adaptarse a las necesidades de cada alumno. Gracias a la IA se ofrecerán datos para diseñar planes de acción individualizados y proporcionar retroalimentación adaptada a las habilidades y ritmo de cada estudiante.
Además, creo que ya estamos en ese proceso de cambio en el que debemos valorar más las habilidades y no una nota. Los sistemas educativos son conscientes de la necesidad de preparar a los estudiantes para un mundo laboral en constante cambio y cada vez más impulsado por la tecnología. Y todo esto nos llevará a educar y favorecer la salud mental.
-La inteligencia artificial supone una revolución sin precedentes en el ámbito educativo. La posibilidad de generar contenidos de forma automática o valerse de la IA para resolver problemas va a simplificar los procesos y hará que sea mucho más difícil evaluar a los alumnos. ¿Cómo debe replantearse la educación para que la IA se convierta en una herramienta y no en un sustituto de nuestras mentes?
Creo que esto va ligado a cómo tiene que evolucionar la educación. Si queremos un sistema en el que se miden contenidos aprendidos a través de un examen, hay un gran reto para que la IA no interfiera. Pero si nos centramos en el proceso, en las habilidades, la IA puede ser una herramienta muy útil.
Además, actualmente la IA a mí me parece un recurso muy bueno para aportar información relevante a los profesores y al centro para que tengan mayor conocimiento de sus alumnos, de sus contenidos y del proceso. Así es como lo estamos enfocando nosotros en Nabbü. Los cambios son lentos. Es importante escuchar qué necesitan y qué quieren mejorar o cambiar para trazar un plan de acción con una meta clara.
-Hoy en día son inmensas las posibilidades desde el punto de vista formativo. Y se espera que la personalización de la educación siga dando lugar a nuevas opciones y ampliando los horizontes desde el punto de vista de las modalidades educativas. ¿Vuestra tecnología puede contribuir a esa diversidad?
Trabajamos diariamente para que así sea. Nuestro objetivo es mejorar la educación online con la tecnología como gran aliado, nunca como un sustitutivo. Ahora nos queremos centrar en qué información necesitan los centros para favorecer la individualización de la enseñanza, cómo podemos ahorrarles tiempo y quitar carga de trabajo para que sus horas efectivas las empleen enseñando y dando soporte a los alumnos.
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