La creciente demanda de profesionales especializados en el sector de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) está generando dificultades para cubrir puestos de trabajo clave en nuestro país. La falta de mano de obra calificada en este campo ha llevado a una situación preocupante que afecta tanto a las empresas como a la economía en su conjunto.
Según un informe que ha presentado este lunes la Fundación VASS y la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), esta falta de perfiles especializados en el sector ha ocasionado una pérdida de oportunidades y actividad económica de más de 2.300 millones en España al año, después de que en 2022 se quedaran sin cubrir 10.500 posiciones técnicas nuevas.
El estudio, en el que han participado docentes, universitarios y expertos de compañías tecnológicas, señala que las compañías españolas podrían aumentar su ritmo de contratación en niveles próximos al 15 % de resolverse el déficit de perfiles.
Falta de talento
Esta alarmante cifra refleja la magnitud del desafío que enfrenta el país en términos de recursos humanos capacitados en el ámbito tecnológico. No disponer de este talento supone, según el mismo estudio, una merma de la actividad en España de más de 2.106 millones, a los que debemos sumar 236,8 millones del efecto de los sobrecostes de formación.
España contaba en 2022 con 601.233 especialistas TIC, después de que la cifra se incrementara en casi 72.000 profesionales en el último año, lo que coloca al país como el más dinámico entre las grandes economías europeas.
No obstante, un 61 % de las compañías que buscaban especialistas TIC en 2022 tuvo dificultad para cubrir sus vacantes. Además, más de dos tercios de las empresas con problemas para contratar aludió a la escasez de candidatos y la falta de perfiles como la principal causa.
Fuerte competencia y salarios bajos
La creciente demanda de profesionales altamente calificados en este campo ha generado una batalla por atraer a los mejores talentos y ha puesto de manifiesto la necesidad de contar con estrategias efectivas de reclutamiento. Además de ofrecer salarios competitivos, las TIC están enfocándose en mejorar las condiciones laborales, proporcionar oportunidades de desarrollo profesional y promover un ambiente de trabajo atractivo.
También la remuneración atractiva se ha convertido en una herramienta fundamental para atraer y retener a estos profesionales altamente solicitados. La competencia salarial supone el principal problema con el que se encuentra las empresas en aproximadamente el 64% de los casos.
Con respecto a los perfiles más requeridos, los desarrolladores web se situaron a la cabeza, seguidos de las prácticas DevOps (para los desarrollos de software y operaciones de TI), la inteligencia artificial, el aprendizaje automático o profundo y los desarrolladores de bases de datos, entre otros.
Las pymes no pueden competir
La fuerte competencia por captar talento no solo se limita a las grandes empresas tecnológicas, sino que también afecta a las startups y a las pequeñas y medianas empresas (PYMES) que buscan expandirse y mantenerse a la vanguardia en el mercado.
Estas empresas a menudo se enfrentan a mayores desafíos, ya que deben competir con presupuestos más limitados, pero buscan destacarse ofreciendo un ambiente de trabajo innovador y oportunidades para tomar responsabilidades desde el principio.
Cerca de 30.000 profesionales formados
En el caso de la falta de talento digital, en 2021 se incorporaron definitivamente al mercado laboral poco más de 6.000 egresados de disciplinas informáticas, a los que se sumaron más de 11.000 de grados superiores y casi 10.000 de grados medios.
En total, un conjunto cercano a los 30.000 profesionales, una cifra «manifiestamente insuficiente» para cubrir la demanda de puestos técnicos. Según el informe, la evolución de los indicadores de talento fue «positiva» tras experimentar «una tenue mejora», aunque se sigue enfrentando a un «reto mayúsculo, de orden estructural»: potenciar el talento digital técnico.
«Perseverar en una mayor cultura tecnológica que despierte más vocaciones, afinar los itinerarios formativos, facilitar e incentivar la formación que se hace en las empresas, siguen siendo puntos centrales para sacar todo el provecho que ofrece la transformación digital y resituar a España en el nuevo mapa económico mundial», concluye el texto.