Los hoteleros buscan unidad en Madrid y plantean un Ministerio de Turismo
El sector turístico supone una locomotora clave para la economía española. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la actividad turística alcanzó los 97.126 millones de euros en 2021, un 8,0% del PIB nacional, y generó 2,27 millones de puestos de trabajo, el 11,4% del empleo total.
A pesar de esta realidad, son muchas las voces que desde el sector afirman no sentir que la industria tenga una influencia y aceptación social equiparable a su peso económico.
Manuel Molina, director de Hosteltur, y Juan Cierco, presidente del Consejo de Turismo de CEOE y director corporativo de Iberia, debaten desde el ITH Innovation Summit, el evento de referencia en el ámbito hotelero que se celebra durante los días 13 y 14 de junio en el WiZink Center de Madrid, acerca de cómo puede obtener la industria una capacidad de influencia real.
División en el sector
Para Cierco, lo que el sector necesita es «menos inteligencia artificial y más inteligencia humana». Son muchos en el turismo, asegura, los que «están tan preocupados por atisbar lo que está por venir, que no son capaces de ver lo que tenemos delante. Ese compendio de inteligencia humana y emocional es lo que le está faltando al sector en estos momentos».
«Quien está hablando mal del turismo es el propio sector. Así es muy difícil crear una posición común y convencer a la ciudadanía de aquello que hacemos aporta algo positivo. Nos hace falta una voz unívoca, ir más unidos, tener esa inteligencia colectiva que nos permita lograr retos», asegura el presidente y director.
Si desde la industria turística se logra poner sobre el papel 10 objetivos claros que el sector debe alcanzar durante los próximos años, asegura Cierco, se avanzará mucho más que «si únicamente nos centramos en que exigimos y no nos dan».
¿Un Ministerio de Turismo?
El sector atraviesa en la actualidad un momento de profundos cambios, azuzado por la llegada de los fondos europeos y la necesidad de reformas estructurales que las consecuencias de la pandemia han hecho aflorar. En parte por ello, son muchas las voces que desde el sector piden la creación de un Ministerio de Turismo, que se encargue de impulsar ante las instituciones los planteamientos las reivindicaciones de la industria.
Para el presidente del Consejo de Turismo de la CEOE y director corporativo de Iberia, es el «sentido común» el que dicta que «si en el turismo convergen entre el 13% y el 14% del peso económico del país, tendría sentido que existiese un ministerio enfocado exclusivamente en uno de los sectores que más riqueza crea en España».
Crearlo en los próximos años no es, matiza, una necesidad «imprescindible». Y añade que «un mal ministerio tampoco sirve de nada si no tiene el apoyo del Gobierno o no logra convertirse en una prioridad nacional. En caso contrario, no irá a ningún sitio».
Crisis reputacional
En sintonía con la CEOE, Molina opina que es precisamente esa atomización e imposibilidad de actuar con una voz unívoca lo que está lastrando al sector.
Los méritos que el turismo ha demostrado durante los últimos años son diversos, actuando como locomotora de la economía española en momentos críticos -como la crisis de 2008 o tras la pandemia de Covid-19-. Pese a ello, lamentan los empresarios hoteleros, la pérdida de reputación del sector es notoria durante los últimos años.
«Es muy importante hacer una introspección del sector. Sentarnos sin medios de comunicación, sin interlocutor, si nadie que interfiera en un trabajo serio que cree las condiciones necesarias desde un punto de vista de desarrollo y económico», ha afirmado el director corporativo de Iberia.
Los ERTE, claves para el turismo
Esta mala imagen está lastrando el turismo en diversos aspectos. Uno de ellos, quizá el más notable, tiene que ver con los problemas que están teniendo las empresas a la hora de captar y retener talento. Son muchos los trabajadores, afirman los hoteleros, que han decidido abandonar el sector.
Cierco, sin embargo, se muestra optimista. La falta de mano de obra en España, asegura, no ha alcanzado niveles límite como en otros países. Para la patronal, explica el presidente del Consejo de Turismo, esto se debe a que los ERTES «ayudaron a que el sector sobreviviese a la pandemia».
Y recuerda que «de lo contrario habrían tenido que recurrir a los despidos. Los hoteleros teníamos a los trabajadores formados, no tuvimos que recurrir a formar nuevos y eso hizo que, al recuperar la normalidad, pudiésemos recuperarnos con mayor rapidez que otros países de nuestro entorno. Las condiciones laborales que existían en España eran satisfactorias para recuperar la actividad».
Hacer atractivo el sector a los trabajadores
Gran parte de la dificultad que atraviesa la industria a la hora de captar y mantener el talento, se debe a las condiciones laborales intrínsecas del sector.
Para que los trabajadores y aquellos que se incorporan al mercado laboral quieran acudir al sector turístico, afirma Cierco, «debemos dotarlo de un atractivo suficiente. Ello pasa por entender que la mentalidad de los trabajadores ha cambiado, que ya no se busca lo mismo de siempre. Hemos de ser capaces de escucharles».
Y concluye: «la gente quiere trabajar, pero no está dispuesta a perder calidad de vida. Ya no aceptan que su trabajo protagonice sus vidas. Yo estoy convencidísimo de que vamos a conseguir hallar un punto de unión en el que el trabajo no sea tan exigente, pero resulte igual de productivo. Ahí es donde puede entrar en juego la digitalización, en consonancia con la inteligencia emocional».
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