Miércoles, 24 de Abril de 2024
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Qué deben tener en cuenta los negocios en este año de estrechez económica

Qué deben tener en cuenta los negocios en este año de estrechez económica
Agustín Rodríguez, CEO en pfs

Los negocios están pasando un periodo complicado a causa de la inflación y la subida de los tipos de interés, provocando un encarecimiento de los costes corrientes, incluidos salariales y financieros, que son necesarios para que nuestros negocios funcionen.

El año 2023 nos está sorprendiendo en estas primeras semanas, sobre todo en Europa. Parece como si al acabar el año 2022 hubiera habido un impasse y, de repente, toda tendencia negativa desde el punto de vista inversor (véase la bolsa) diera la vuelta hacia una visión positiva. Es, en opinión de una parte de los analistas, una visión triunfalista, posiblemente porque este invierno ha sido suave, con reservas de gas más que suficientes y, aunque la situación en Ucrania provoca mucha volatilidad, hay una visión de que está bastante descontada, a lo que evidentemente se ha sumado la reapertura de China.

Pensábamos que nos íbamos a encontrar con uno o dos trimestres de crecimiento negativo, y aunque no es descartable, no ha llegado en el primer momento que se anunciaba. Sin embargo, según las previsiones, la inflación se va a mantener todo el año, a pesar de las medidas restrictivas de los bancos centrales.

El otro día escuchaba un símil que me gusta mucho. Es algo que bien sabemos las personas a quienes nos cuesta poco ganar peso y mucho perderlo: cuando empiezas la dieta, los primeros kilos se pierden más fácil y luego empieza a ser costoso. Con la inflación, sucede algo parecido. Si analizamos los gráficos de los años 70 y 80, cuando los bancos centrales han tomado medidas en un formato restrictivo con subidas de tipos de interés, ha sido costoso bajarla, y, además, cuando suavizan las medidas demasiado pronto vuelve a subir y repunta. En conclusión, visto desde febrero de 2023, el año se perfila un poco mejor de lo que se esperaba en diciembre, aunque estamos muy lejos de cantar victoria todavía.

Por todo ello, el mercado presenta tres características de impacto muy directo en los negocios. La primera de ellas, el no crecimiento. Y un mercado que no crece asfixia las ventas. La segunda, el encarecimiento de todos los tipos de costes, laborales, de consumos y mercaderías, siendo esta una tendencia que previsiblemente va a seguir todo el año. La tercera es el encarecimiento de los costes financieros, que finalmente desembocará en una reducción de acceso al crédito y, por tanto, de liquidez.

Ante este 2023 complejo, como empresarios, la mejor manera de defendernos es buscar eficiencias, sobre todo en el ámbito interno, en el llamado back office, y no en el front office, el espacio mediante el cual el cliente entra en contacto con la empresa. En un momento de caída de la demanda, es una mala idea recortar en lo que inviertes en vender y tener al cliente satisfecho, como el marketing, el soporte, la atención al cliente y las ventas. De hecho, quien tenga más capacidad de gastar en marketing y ventas va a tener muchas más ventajas en un mercado de estancamiento.

Ante esta situación, hemos visto cómo muchas veces se recorta el presupuesto de marketing, publicidad, visitas, foros y posventa. Una decisión que, desde mi punto de vista, no es la más inteligente porque los que puedan aguantar, te van a robar clientes, clientes potenciales y oportunidades.

En cambio, queda un hueco, sobre todo en el tejido empresarial medio, que es el de los costes administrativos, que siguen siendo muy altos por no haber implementado todavía una transición digital hacia soluciones que nos ayuden a trabajar en los apartados del negocio más internos. La tecnología y la mejora de procesos nos pueden ayudar a reducir costes y, por tanto, tener ese poquito más de colchón para trabajar en la parte de ventas.

Con esto me refiero a la tecnología y el software en general para la gestión y administración en todas aquellas tareas que tienen que ver con la facturación, cobro y pago que ayudan a reducir tiempos porque se han automatizado. El desarrollo de estas tareas ha evolucionado y avanzado muchísimo, y no solo es que sea potente, sino que, además, es barato.

Si eres una pyme o autónomo, puedes optar por una de estas soluciones pagando una cuota mensual, sin necesidad de realizar una gran instalación. Facilitar el cobro también es una manera de defenderse ante la situación en la que estamos, y no solo por una cuestión de eficiencia en costes, sino también porque reduce el riesgo de retrasos en los pagos o de impagos directamente.

Otra de las asignaturas pendientes en muchos de los sectores es el que está relacionado con las tareas gestión documental: todo aquello que una empresa necesita para cumplir con su contabilidad, auditorías y necesidades fiscales. Estas tareas se pueden automatizar al máximo sin necesidad de invertir horas de personal para que el equipo físico de la empresa pueda dedicar más horas a atender al cliente y buscar nuevos.

Sin duda, 2023 va a ser un año de estrechez económica: los costes siguen en aumento y el mercado no crece. Cuando se estrecha el espacio, tienes que adelgazar, no queda otra. Como siempre, sobrevivirán aquellas empresas que han hecho sus deberes, optimizando sus procesos, avanzando en la digitalización, teniendo al cliente mucho mejor contactado por vía digital, teniendo un mayor control de su tesorería y de sus cobros. Los otros son los que van a caer. A corto plazo siempre existen pequeños quick wins que todas las compañías pueden hacer, pero a largo plazo solo sobreviven las empresas eficientes.

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