A nadie escapa que la arquitectura puede llegar a ser un elemento de expresión artística equiparable a la música o el arte. Convencidos de ello, en NIU Houses han querido inaugurar la que será una de las primeras exposiciones de arquitectura a escala real de nuestro país.
Los visitantes no deberán desplazarse a ningún pabellón, sino que podrán visitar las casas totalmente amuebladas en la urbanización de Campolivar, en València. El objetivo de este espacio de 10.000 m2, en el que se han invertido 11’5 millones de euros, es convertirse en un showroom que finalmente se comercializará.
Esta será, por tanto, la primera vez que se haga una exposición de casas en las cuales estas estén completamente amuebladas, y cuenten con piscinas y jardín. De esta forma, el asistente podrá vivir la experiencia de cómo se construye un inmueble contemporáneo.
Un modelo pionero
Para conocer de primera mano lo que preparan para este jueves, Economía 3 ha hablado con Fran Silvestre, confundador de NIU Houses.
-¿Qué se van a encontrar quienes asistan a la exposición de arquitectura a escala real de NIU Houses?
Vamos a inaugurar el que va a ser el primer showroom de casas. Es muy difícil poder visitar la arquitectura a escala real, nunca se ha hecho un museo de arquitectura de verdad. Normalmente se ven ficciones o pequeños pabellones que tienen que ver con algo público.
En las ferias del mueble, por ejemplo, lo que vemos son escenografías impostadas de lo que puede ser una casa y que podemos visitar.
Esta será la primera vez que se haga una exposición de casas que van a estar completamente amuebladas para que el visitante tenga la vivencia de que está dentro de una vivienda contemporánea.
-¿Cómo pretendéis llevar ese museo a la práctica?
La empresa ahora mismo tiene distintos tipos de casas, vamos a enseñar siete de los ocho modelos disponible y cuatro de ellos estarán acabados. Hemos comprado una parcela de más de una hectárea donde hemos construido todos los modelos con todos los acabados.
La gran diferencia es que el gran público, tanto profesional como no profesional, podrá acceder a todas estas casas. Esto normalmente es muy difícil de hacer.
La N150 se abre al público
-También vais a inaugurar vuestra primera vivienda de tipología N150.
Así es. Ya tenemos la urbanización con todas las estructuras, algunas más acabadas que otras, pero todas construidas. De cara al buen tiempo haremos una gran inauguración con todas terminadas.
Pero lo que vamos a hacer el jueves, como ya tenemos la primera acabada, pensamos que está bien enseñarla al gran público. Es básicamente una exposición y a la gente le ha interesado mucho ir viniendo conforme construíamos las casas. Ha sido una especie de performance.
Es un proceso muy interesante porque ahora puedes ver todas las fases de la construcción de las viviendas, cada uno de los momentos constructivos.
-Imagino que, además, será positivo a la hora de vender las viviendas que los clientes puedan conocer de primera mano cómo se fabrican.
Efectivamente. También ha sido muy interesante que los propios promotores, que han visto que en agosto allí no había nada y ahora hay una urbanización, han constatado en primera persona que cumplimos con los tiempos.
De cara a un promotor final, que tú le digas que puede venir a la casa y disfrutarla durante un fin de semana para que vea las calidades, el acabado… es algo muy valioso.
Este es un producto que nunca se ha comercializado en la arquitectura. Como mucho puedes llegar a tener un piso piloto, pero esa obra nunca está amueblada. Nosotros la vendemos con todo, hasta con la aspiradora colgada en el armario.
Personalización infinita
-¿No le puede echar para atrás a la gente tener una casa muy parecida a la del vecino?
Uno de los paradigmas de la primera revolución industrial es que la gente no quería el mismo producto que su vecino. En la actualidad nos adentramos en la cuarta revolución industrial y podemos fabricar los objetos casi únicos.
Nuestro modelo es un buen ejemplo de esto, porque aunque el sistema constructivo es el mismo, las casas son totalmente distintas. La exposición será un buen ejemplo de eso, porque en él se verán ocho casas totalmente distintas.
Tenemos tal combinación de acabados y tipologías, que es muy difícil que la casa de tu vecino sea la misma que la tuya.
Buena respuesta
-¿Cómo está respondiendo la gente a vuestro proyecto?
Súper bien. La gente está muy expectante y recibimos muchos pedidos. Queremos lanzarnos ya a atender toda la demanda, pero creemos que es más interesante terminar primero este «NIU town».
Hemos tenido la suerte de que hemos podido construirlo sobre un pinar muy consolidado, que es muy difícil de encontrar, y hemos logrado conservarlos prácticamente todos.
-¿Y los clientes ya pueden adquirirlas?
Las que están aquí son más como un showroom de momento. Hemos construido casas en otras localizaciones con mucho éxito, en total más de 3.500 viviendas vendidas.
En el caso de Campolivar, cada casa tiene muchos candidatos ya. Pero el objetivo no es hacer una promoción, sino que buscamos que la gente pueda ver todas las tipologías con todos los acabados.
Yo doy clases de arquitectura en la universidad y sé que los estudiantes nunca han tenido la oportunidad de estar dentro de una casa contemporánea amueblada. Con lo que se identifican es con la casa de sus padres o de sus abuelos, que dista mucho de lo que es una vivienda contemporánea.
Especialización y calidad
-¿Que otras ventajas tienen las construcciones de NIU Houses con respecto a las tradicionales?
Sobre todo es un incremento de la calidad. En la actualidad, la mano de obra supone cerca del 60% del precio de la construcción. Como nosotros reducimos los tiempos, el tiempo de la mano de obra se reduce y eso nos permite aumentar la calidad manteniendo el precio.
A eso hay que añadir que cuando alguien se especializada en realizar el mismo trabajo de forma continua lo acaba por dominar. Algo que haces una sola vez es un prototipo y, por definición, un prototipo falla.
-¿A qué tipo de público os dirigís? ¿Estáis pensando ampliar el target en el futuro?
Nuestro plan de negocio es estar durante tres años en un sector que es la vivienda unifamiliar en un segmento de clase media-alta.
En un futuro queremos ir también a la plurifamiliar e, incluso, internacionalizarnos. El objetivo de la empresa es democratizar la arquitectura.