¿Qué es el tecnohumanismo? ¿Y el transhumanismo? Existe un mundo entre estas dos visiones de cómo debe de ser el futuro tecnológico de la humanidad. La industria 5.0 pone el énfasis en la colaboración entre máquinas y humanos para mejorar productividad y eficiencia. Esta nueva era de la máquina suscita una gran cantidad de cuestiones, y la primera es si nos dirigimos hacia un futuro en el que estamos en peligro.
Uno de los rostros visibles del Manifiesto Transhumanista, que pone en valor el empoderamiento humano, está Pedro Mújica. Ingeniero superior en ciencias de la computación, tecnólogo humanista, responsable del proyecto IANética de Las Naves, además de CEO de Wecolab Studio.
Mújica es uno de los principales impulsores de este movimiento, que propugna la unión entre pensamiento y tecnología, surgido de la aplicación de las ideas y tesis de las disciplinas humanas a las tecnologías emergentes disruptivas de la Cuarta Revolución Industrial. Más recientemente, el investigador ha centrado sus esfuerzos en el Tecnohumanismo y el desarrollo del Metaverso.
El ingeniero ha sido tan sólo uno de los diversos expertos que se han dado cita en la V edición del Congreso de Tecnologías Emergentes para Ecosistemas 4.0, organizada por la Asociación de Empresas de Tecnología, Consultoría e Innovación de la Comunitat Valenciana(AECTA).
El mejor mundo posible
En la actualidad nos encontramos inmersos en la Cuarta Revolución Industrial; el debate público, sin embargo, habla en la actualidad ya de la quinta. Esto se debe, explica Mujica, a que «nos hemos olvidado de las personas. Hemos hablado muy poco de las personas y mucho de la digitalización y automatización de las fábricas y la producción inteligente».
«La Quinta Revolución Industrial busca precisamente protagonizar un antropocentismo tecnológico que nos lleve al mejor escenario posible. Esta industria 4.0 se produce en paralelo al inicio del Metaverso. Para poder seguir el ritmo del avance tecnológico, sobre todo en inteligencia artificial o realidad inmersiva, nos están diciendo que debemos alterar nuestra capacidad cognitiva. Debemos reflexionar de si eso es lo que queremos», explica el ingeniero.
En un mundo ya de por sí acelerado, esta nueva revolución industrial podría traducirse en la mayor dependencia tecnológica. En nuestro día a día, explica el CEO, necesitaríamos disponer de un asistente virtual, una IA que nos ayudase. Pero esto sólo es aceptable si se tiene un control total sobre esa tecnología.
Tecnohumanismo vs Transhumanismo
Previamente hemos definido el Tecnohumanismo como «la unión entre pensamiento y tecnología, surgido de la aplicación de las ideas y tesis de las disciplinas humanas a las tecnologías emergentes disruptivas de la Cuarta Revolución Industrial«. Este movimiento nace por oposición directa al Transhumanismo.
¿Y qué es el transhumanismo? Esta es una corriente de pensamiento popular entre personas como Elon Musk o Jeff Bezos, que afirma que es necesario transformar al ser humano para que pueda seguir al ritmo de la tecnología.
«Esta última revolución industrial supone digitalizar todo lo que no hemos hemos digitalizado todavía, el famoso internet de las cosas. Está genial que la industria 4.0 se haya desarrollado y sigamos impulsándola, pero en este momento nos preguntamos, a diez años vista de sus inicios, qué ha ocurrido realmente», se pregunta Mujica.
¿Dónde están las personas?
Esta tecnología puede suponer el inicio de una economía circular real, con fábricas inteligentes de residuo cero y con una producción adaptada a la demanda. Pero esto tiene una segunda lectura, afirma Pedro Mújica, una fábrica demasiado autónoma no hay lugar para las personas. Entramos entonces en un comino peligroso, en el que las máquinas adquieren cada vez más independencia del ser humano.
Jeff Bezos acuñó el término «cobótica», también conocida como robótica colaborativa. Las tiendas de Amazon Go son una de las mayores representantes de este concepto tecnológico, pero también los almacenes del gigante norteamericano están robotizados.
«Pilar es un robot que acaba de entrar en funcionamiento en Alcobendas para la cadena Dia y Telepizza. Dicen que es cobótica porque hay un operario humano que ayuda a Pilar a cruzar el semáforo. ¿Pero se ha hecho para ayudar a las personas o porque no queda otro remedio? Se ha hecho porque Pilar todavía no puede cruzar sola. ¿Quién creen que quedará en el futuro en el momento en que Pilar aprenda a cruzar los semáforos correctamente?», sentencia Mujica.