Luarca, el enclave marinero que obsesionó a los piratas
Para los que todavía no lo conozcáis, Luarca es un pequeño pueblo costero del Principado de Asturias situado a 92 kilómetros de Oviedo. La localidad tiene alrededor de 4.314 habitantes durante todo el año, pero en los meses de julio y agosto muchos turistas lo convierten en su lugar de veraneo, ya que sus fiestas son conocidas en todo el territorio.
Y es que el puerto de Luarca es el lugar idóneo para alejarse del bullicio de la ciudad, disfrutar de un precioso paisaje, respirar aire fresco y comer en abundancia y de calidad, que para eso estamos en el norte.
La Villa de Luarca tiene una extensión de 5,84 kilómetros cuadrados, por lo que en un fin de semana puedes conocerla sin problemas. Puedes acceder a ella por dos entradas y la mejor opción es tomar la carretera del Faro, ya que ofrece una panorámica excepcional del puerto, las tres playas, el cementerio y la Iglesia de la Atalaya.
Origen de la villa
Luarca es una apacible villa marinera que fue un importante puerto pesquero desde la Edad Media, y que todavía conserva muchos recuerdos de su importante historia.
Especialmente remarcables son los restos de una fortaleza, la Mesa de Mareantes y Navegantes, puentes con leyenda, palacios indianos y casas blasonadas. Además, esta población vio nacer al Premio Nobel de Medicina, Severo Ochoa.
Pero antes de hablar en detalle de todos los sitios que tienes que ver en Luarca, quiero que conozcas un poco mejor esta villa marinera con estos 5 breves apuntes sobre su historia:
- La villa favorita de los piratas: Los corsarios le cogieron especial cariño a Luarca. Durante los siglos XVI y XVIII, los piratas franceses e ingleses estaban obsesionados con esta localidad. Para defenderla de sus ataques se levantó una atalaya. Aquí es donde se asienta el faro y el lugar en el que surgieron las primeras poblaciones de pescadores.
- Una romería con vistas: La Virgen de La Regalina es la patrona de Cadavedo. Según la leyenda la imagen la encontró un campesino en el interior del tronco de un castaño, cerca de la fuente de Riégala. Cierto o no, en 1931 se levantó la ermita de Santa María de Riégala. Ese mismo año gracias al Padre Galo, una de las figuras más importantes de la literatura asturiana, comenzaron a celebrarse las fiestas de la Regalina, en el Campo de la Garita.
- Piedra el óleo: Cuentan que el Premio Nobel Severo Ochoa tenía un paseo favorito, que terminaba en la playa de Portizuelo, un arenal lleno de rocas con formas curiosas. Este lugar también era frecuentado por las «maruyas», las mujeres de la aldea que iban a bañarse allí vestidas.
- La Vaqueirada: Si tu viaje coincide con el último fin de semana de julio, estás de suerte: vas a poder contemplar una boda a la usanza vaqueira. En la braña de Aristébano, entre Tineo y Valdés, se celebra esta fiesta que recuerda las tradiciones de «Los Vaqueiros», unos pastores trashumantes con un pasado étnico y cultural muy importante.
- El secreto de Cabo Busto: Este saliente de la costa asturiana es uno de los más visitados. Singular por sus vientos y por su paisaje, su secreto mejor guardado —aunque ya no tanto— son los pasteles de la confitería Cabo Busto. Si vas un fin de semana o un día de fiesta, la cola para conseguir tu caja será considerable.
- San Timoteo: Las fiestas de San Timoteo comienzan en Luarca la noche del 21 de agosto. En esa noche hay verbena, distintos ambientes para los distintos gustos de los más jóvenes o los más mayores. El día siguiente, se realiza la romería de San Timoteo. Por la mañana se lanzan petardos para despertar al pueblo. Las distintas peñas se equipan con los víveres y todo el mundo se dirige a la ermita de San Timoteo. La ermita está en el llamado Campo de San Timoteo. Los romeros van con grupos de gaiteros, vestidos con «chambrón», con bastón y la T de pan al cuello. Una vez se llega a la ermita, se realiza la misa y se saca al santo a una capilla exterior. Después de la sencilla ceremonia, comienza el almuerzo romero, en los campos que rodean la ermita.
¿Dónde comer?
No puedes visitar Asturias y no probar la sidra. La Dársena es el lugar predilecto por la mayoría de los luarqueses para tomar el aperitivo. Y entre «culín y culín» de sidra es obligatorio probar los oricios, calamares, quisquillas, percebes, empanada de pulpo o de zamburiñas…
Pero si el aperitivo te sabe a poco y lo que quieres es comer en condiciones, el Sport, el Barómetro y Miramar son los restaurantes que estabas buscando. Los tres con vistas al muelle, destacan por su impecable cocina.
En el primero, se puede degustar, entre otras muchas cosas, el solomillo al cabrales o el virrey. También es imprescindible probar el arroz con leche; en el segundo, los platos estrella son las fabes con almejas y el biscuit de higos, de postre; y en el tercero, situado en la azotea de antigua fábrica de Conservas Cascos, la merluza a la sidra o el cachopo y sus famosos frisuelos rellenos de miel de los Oscos, están para chuparse los dedos.
¿Dónde dormir?
Si un día te ha sabido a poco y quieres pasar una noche en Luarca, que fue elegido el segundo pueblo más bonito de España por los lectores del 20 minutos, lo puedes hacer en cualquier hostal u hotel del centro del pueblo. Destacan: el Hotel Báltico o la Casa de Luarca. Otra opción es dormir en alguna de las fantásticas villas indianas de los alrededores, como Villa Argentina, Casa Guatemala o Villa Excelsior.
¿Cuál es la mejor época para visitar Luarca?
Luarca te espera con un clima oceánico cálido con una temperatura promedio anual de 13.7°C, aunque también presenta algunas precipitaciones significativas con regularidad durante todo el año. De acuerdo a lo que opinan los viajeros, los mejores meses para visitar Luarca es durante el verano desde junio hasta septiembre, para aprovechar al máximo sus costas, aunque en esta época deberás lidiar con la abrumadora cantidad de viajeros que llegan a la localidad.
¿Cómo llegar a Luarca?
Luarca es un pueblo con un alto tráfico turístico, por lo que las opciones de transporte para llegar son realmente suficientes.
- Aeropuertos cerca: El aeropuerto de Asturias, es el más cercano a Luarca, desde allí deberás recorrer casi 50 Km. Desde La Coruña, 198 Km. Los dos reciben vuelos nacionales e internacionales desde las principales ciudades del mundo.
- En coche: Ya sea alquilado o propio, en coche es una de las formas más fáciles de llegar a Luarca. Tomando la autopista Via A-8 A-23 podrás llegar a la carretera que recorre el litoral y que es la principal vía de acceso a la ciudad. La ruta por carretera más corta desde Valencia a Luarca, la distancia es de 897 Km y la duración aproximada del viaje de 8h 21 min.
- Autobús: La empresa de autobuses ALSA se encuentra en el centro de la ciudad de Luarca, y te permite llegar desde diferentes estaciones en varios puntos de la región asturiana y toda España.
Sea como sea que viajes, al final te encontrarás con Luarca, preparada para enamorarte con cada uno de sus rincones.
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