Tras la radiografía sobre los retos y problemáticas que afectan a los sectores de automoción y construcción, hoy toca el turno del sector cerámico.
De la mano de la Asociación Nacional de Fabricantes de Fritas, Esmaltes y Colores Cerámicos (ANFFECC); y de la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (ASCER) analizamos un sector que está viendo especialmente mermada su rentabilidad por el aumento de los costes.
Industria gasintensiva
Los continuos incrementos en los precios de la energía son la punta de lanza de unos costes de producción que están batiendo récords.
Como industria gasintensiva, la cerámica y su industria auxiliar se ha visto afectada por unos precios que califican de «inasumibles»: “desde enero de 2021 el gas ha subido un 365%. Ha pasado de 20 euros MWh a los actuales 93 euros MWh, superando algunos días de diciembre incluso los 140 €/MWh», indican desde Anffecc.
«Pero el incremento de la electricidad aún ha sido más alarmante, llegando a 197,62 euros MWh este mes de febrero, lo que supone un incremento en torno al 1500% en un año”.
Para la industria cerámica, incluidas las fritas y esmaltes, “este hecho está afectando gravemente al EBITDA de las empresas, que pese a registrar cifras positivas en ventas ven cómo sus cuentas de resultados se acercan a los números rojos», alerta Vicente Nomdedeu, presidente de Ascer.
Las materias primas
A ello hay que añadir “los costes de las materias primas, algunas de ellas esenciales para las esmalteras como el óxido de praseodimio, ha subido en el último año un 129%, el óxido de estaño un 112% o el carbonato de bario, un 71%”.
Además la industria en su conjunto está sufriendo escasez en algunos suministros como pallets, embalajes y contenedores.
Derechos de emisión, disparados
Otro tema preocupante es “el aumento en el precio de los derechos de emisión de CO2, que en un año han subido un 281%, pasando de 24,40 euros/tonelada a 93,08 euros/ton emitida”.
«Un nuevo varapalo si consideramos el recorte de derechos que el sector ha sufrido en el actual período de Comercio de Emisiones, con un reducción de la asignación de derechos del 25% para los próximos 5 años, que obligará a muchas empresas a tener que comprar derechos”, aseguran desde Anffecc que recuerdan cómo su industria ha reducido las emisiones a la atmósfera un 44% en los últimos 15 años.
En concreto, Ascer demanda intervenir en el mercado del CO2 cuyo coste para el sector se ha multiplicado casi por 8, pasando de un coste sectorial de 11 millones en 2020 a 85 millones estimados para 2021.
Las tensiones geopolíticas, tampoco ayudan
Para un sector fuertemente internacionalizado, la tensión en Ucrania, y la desconfianza generada entre Rusia y el bloque occidental es otro factor de inestabilidad añadido.
También preocupa la situación en el Magreb, «con respecto al suministro de gas del que España es absolutamente dependiente”, admiten.
Factores todos ellos que como decimos están llevando a las empresas del sector «a un estrechamiento progresivo de los márgenes, que están amenazando enormemente la rentabilidad de nuestros sectores», afirma Nomdedeu.
“Mantener un mínimo margen de beneficio es esencial para poder continuar la apuesta por la I+D+i, que es la seña de identidad de esta industria a nivel internacional”, recuerdan desde ANFFECC.
Subirán los precios
En este sentido advierte la patronal de las fritas que “será imprescindible revisar los precios de nuestros productos y subirlos en la medida en la que se vayan produciendo estos incrementos, para evitar que esta situación amenace el empleo o la producción”.
También las azulejeras han aplicado subidas de precios en sus catálogos, pero según Ascer es complicado trasladar el incremento del coste de la energía tan directamente al precio de venta. «Competimos en un mercado globalizado con otros productores que no tienen estos costes, y perdemos competitividad cada día».
Soluciones propuestas
Entre las medidas urgentes que propone Ascer para aliviar la situación está la rebaja de los peajes del gas, que son de los más altos de Europa; la reducción del IVA y el impuesto sobre hidrocarburos al gas de uso industrial; y la creación de un estatuto de consumidores gasintensivos.
A más a largo plazo, defienden la necesidad de un Plan Nacional de Industria que establezca una hoja de ruta para la promoción y fortalecimiento de la industria en España.
La transición energética en el origen de las subidas
Preguntado Vicente Nomdedeu sobre el papel de los fondos europeos. Esta es su respuesta:
– El cambio de paradigma derivado de la transición energética requiere cambios profundos en el proceso productivo y enormes esfuerzos en I+D+i. Es necesario un acompañamiento por parte de las instituciones y, más que nunca, la colaboración pública-privada.
La transición energética es parte del origen de la escalada de los costes energéticos y se precisan ayudas urgentes para que las empresas puedan sortear esta coyuntura, los fondos europeos deberían poder llegar para actuar en este sentido.
El presidente de la industria cerámica pide además que se identifique a las asociaciones como posibles beneficiarios de ayudas dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno y en los fondos REACT-EU.
No es una crisis de demanda
Recuerda la industria que no estamos ante una crisis de demanda, sino de costes. Las ventas en 2021 han registrado una tendencia positiva pudiendo cerrar con un aumento del 20% en facturación total. La exportación sigue suponiendo el 75% de las ventas con una estimación de crecimiento del 19%.
Mientras el mercado doméstico, puede cerrar con crecimientos del orden del 22%. Pese a lo positivo de estas cifras, además de los indicadores de ventas y facturación hay que tener muy presente la rentabilidad y el EBITDA de las compañías, que se está viendo afectado especialmente.
En los próximos días continuaremos con nuestro repaso a los principales sectores de nuestra economía.