El sector inmobiliario ha tenido unos meses de corrección y recuperación pospandemia, cerrando el año con un crecimiento cercano al 14 %, con respecto al 2019. ¿Cuáles serán las tendencias que marcarán el nuevo año? ¿Obra nueva o segunda mano? ¿Contención o subida de precios? ¿Hipotecas a tipo fijo o variable? ¿Aprobación de la Ley de Vivienda?
Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI) ha analizado estos parámetros para establecer las cuatro grandes tendencias que marcarán el inmobiliario y la financiación hipotecaria durante 2022.
Por otro lado, según el Colegio de Registradores, la compraventa de viviendas se disparó el año pasado un 34,5 % respecto del anterior, cuando irrumpió la pandemia, y alcanzó la cifra más alta en los últimos catorce años. Pese a ese fuerte incremento, hasta alcanzar las 564.564 transacciones -de las que 112.564 se correspondieron a viviendas nuevas-, el precio medio de esas operaciones al final de 2021 era tan solo un 0,5 % superior al del cierre de 2020.
Influencia de la inflación y la creación de empleo en el sector inmobiliario
Los principales indicadores económicos en España se han recuperado en buena parte del 2021 desde los peores meses de la pandemia. Así, las perspectivas para 2022 son buenas. Especialmente, para el empleo. Según apuntan los últimos datos del Eurostat, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo, la tasa de desempleo se reducirá en España del 15,2 % a un 14,3 % durante el 2022. Una bajada del paro que, según los expertos de UCI, influirá positivamente en el sector inmobiliario. La estabilidad laboral es «un requisito indispensable» para la financiación y compra de viviendas.
Otro factor clave en el entorno económico externo que afecta al inmobiliario es la inflación. Aunque se espera que el índice de precios se mantenga en un 2,1 durante 2022, según los expertos de UCI, una inflación en niveles altos mantenida durante mucho tiempo podría afectar a los tipos de interés; haciendo que el BCE combata la inflación con subidas de tipos.
«Es algo que tendremos que ver durante este año. Aunque ya se empiezan a ver señales de subida en los mercados, tanto del Euribor como de los tipos a largo plazo, que condicionarán el precio de las hipotecas«, asegura José Manuel Fernández, subdirector general de UCI.
Empuje de la rehabilitación y reforma energética
Una de las grandes asignaturas pendientes del sector inmobiliario para los próximos años es la rehabilitación del parque inmobiliario residencial. El reto es de gran calado. La mitad de los edificios destinados a vivienda en España tienen más de 50 años de antigüedad. Y menos del 5 % tienen una calificación energética eficiente.
A ello se le suma que, según datos del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, en España se realizan en torno a 30.000 rehabilitaciones en viviendas al año. Es decir, al ritmo actual de reformas, se necesitarían 308 años para rehabilitar todo el parque inmobiliario español para llegar al objetivo de descarbonización de 2050, según estimaciones de UCI.
Este año será, por tanto, clave para el empuje de la rehabilitación energética en España. Las expectativas de UCI son positivas en este sentido. Estima que este sector de actividad mueva en torno a 30.000 millones de euros en 2022 y genere hasta 400.000 empleos en los próximos años.
La llegada de los fondos Next Generation EU será uno de los principales impulsos para la rehabilitación de los hogares. Con subvenciones medias de 10.000 euros para acometer estas obras, a los que los propietarios tendrán que sumar capital privado o soluciones de financiación específicas para este fin.
El protagonismo del tipo fijo en el sector inmobiliario
El sector inmobiliario ha entrado en un periodo de estabilidad y buen ritmo de crecimiento que se traduce también en la firma de hipotecas. Según cifras del INE, el número de hipotecas constituidas sobre vivienda ha crecido un 15 % entre 2021 y 2019. Mientras que el importe medio de los préstamos ha aumentado en un 6 % en ese mismo periodo de tiempo. Además, el porcentaje de compraventas financiadas se mantiene en tan solo el 45 %. Un dato muy estable en los últimos años, que pone de manifiesto el importante número de operaciones que se realizan con ahorros de las familias o por parte de inversores.
«Aunque el crecimiento es importante podemos descartar una burbuja inmobiliaria para los próximos años. La concesión de préstamos muestra altos niveles de prudencia por parte de las entidades financieras; manteniendo unos altos niveles de exigencia. Tanto en la aportación de ahorros, como los porcentajes financiados con relación al valor de la vivienda y a los niveles de ingresos destinados al pago de las hipotecas por parte de los clientes«, afirma el subdirector general de UCI.
Y añade: «La estabilidad que ofrecen a las familias las hipotecas a tipo fijo, unido a la progresiva reducción de la tasa de morosidad -que se encuentra actualmente en el 3% y no ha parado de bajar en los últimos años-, proporcionarán un escenario favorable para las entidades financieras«.
Además, uno de los factores diferenciales del mercado hipotecario seguirá siendo la tendencia al tipo fijo, que ha sido la habitual en 2021. «Estamos en los niveles más bajos de la historia. Es recomendable que los compradores aprovechen la situación actual de bajos tipos de interés en las hipotecas fijas que, probablemente, empezarán a subir a lo largo del año«, destaca.
Apuesta por la vivienda de segunda mano
Según indican, los niveles de compraventa de viviendas se han recuperado llegando a superar los niveles previos al 2020. Por otra parte, los expertos de UCI señalan que los españoles seguirán apostando por la vivienda de segunda mano durante los próximos años. Los compradores de vivienda «se están aferrando a las compras de segunda mano ante la escasez de vivienda nueva, que en los últimos años no ha llegado a superar las 100.000 unidades«.
Ante esta tendencia, desde UCI remarcan la importancia de apostar por la rehabilitación y reforma energética del parque de viviendas desde el momento de la compra; aprovechando para financiar la reforma junto con la adquisición para beneficiarse de los tipos y plazos hipotecarios. «Teniendo en cuenta el crecimiento orgánico de la población y su demanda, no parece que lo urgente sea construir vivienda, sino reformar y rehabilitar las que tenemos«, concluye.