La actividad europea crece al mayor ritmo en 21 años gracias al sector servicios
La actividad de la zona euro ha aumentado en julio al ritmo más intenso de los últimos 21 años gracias al tirón del sector servicios. Este hecho se enmarca en un contexto de reapertura tras las restricciones por la pandemia.
Así lo refleja el índice PMI de IHS Markit. Además, advierte también del fuerte incremento de los precios. El índice compuesto, que refleja la evolución de los servicios y la industria, se ha situado en julio en 60,6 puntos. Frente a los 59,5 de junio en su nivel más alto desde el año 2000 gracias al tirón de los servicios.
La desaceleración del sector manufacturero
Este sector ha avanzado al ritmo más intenso de los últimos quince años. Mientras que la producción del sector manufacturero se ha desacelerado marcando un mínimo de los últimos cinco meses.
En cuanto a los precios, IHS Markit señala que «aumentaron a un ritmo jamás observado antes de junio pasado, puesto que la demanda volvió a superar a la oferta«. Los pedidos pendientes, añade, se han acumulado a un ritmo récord «debido a las limitaciones de la capacidad«.
No obstante, recoge el informe, la confianza empresarial se ha visto afectada por el aumento de la preocupación por la variante delta, debilitando las perspectivas para la actividad en los próximos doce meses hasta su mínima en cinco meses.
«Una racha de expansión económica estival»
«La zona euro está disfrutando de una racha de expansión económica estival. Principalmente, en los sectores de restauración y hostelería, viajes y turismo«, señala el economista jefe de IHS Markit, Chris Williamson.
No obstante, advierte, las demoras en las cadenas de suministro siguen siendo una «preocupación importante» para el sector manufacturero, limitando la producción y aumentando aún más los costes de las empresas «que probablemente se repercuta a través de un incremento de los precios al consumidor en los próximos meses«.
En cuanto al impacto de la variante delta, apunta que nuevas olas de la covid alrededor del mundo «podrían crear mayores demoras en las cadenas internacionales de suministro y en consecuencia, precios aún más elevado«.