Las pipas triunfan por los confinamientos: Grefusa sortea la crisis gracias a este snack
Los confinamientos, en sus distintas variables, han sido los protagonistas desde que la población mundial fuera consciente de la magnitud de la pandemia del coronavirus. En el caso de España, tras el primer largo encierro y el respiro veraniego, se fueron sucediendo las olas de Covid y, con ellas, las medidas se fueron aplicando en todo el territorio nacional con distintos niveles de restricción, en función de cada comunidad autónoma. Todo ello ha hecho que los hogares hayan estado más frecuentados que nunca. Esto ha provocado el derrumbe económico de múltiples sectores económicos, pero también se han generado nuevos hábitos que han salvado la situación para otros. Es el caso de la compañía valenciana Grefusa, cuyas cuentas de 2020 se han visto beneficiadas por el incremento del consumo de pipas en las casas.
Con estas circunstancias, Grefusa, compañía familiar española, líder en el sector de los snacks y frutos secos, mantuvo su facturación en 2020 con 129 millones de euros en ventas, gracias a su posición de liderazgo en la categoría de las pipas. Este fruto seco se ha convertido en la reina de los aperitivos y momento de snacking dentro del hogar. Asimismo, para lograr un mayor impulso, la compañía aprovechó para actualizar su imagen y lograr una mayor cercanía con los consumidores.
“Compartimos orgullo y optimismo. En el peor de los escenarios conseguimos adaptarnos, logrando permanecer en una posición de liderazgo dentro de nuestro sector. Por ello, tenemos que dar las gracias a los consumidores, por su confianza, y a nuestros empleados y colaboradores, por su esfuerzo durante todo el año. Sin ellos no habría sido posible salir adelante”, afirma Agustín Gregori, CEO de Grefusa.
Un 2020 marcado por la adaptación
Grefusa destaca la capacidad de adaptación y la fortaleza de sus marcas, unida a su presencia en los canales de distribución más importantes, como los hitos que le han permitido adecuarse a la coyuntura y mantener su liderazgo en el sector. “Históricamente nos hemos ido adaptando a las nuevas demandas de los consumidores y a las nuevas circunstancias. Para nosotros, la situación generada en 2020 a causa de la pandemia ha sido uno de los retos más importantes a los que se ha enfrentado la compañía en toda su historia. Pusimos el foco en salvaguardar la seguridad de nuestros empleados, colaboradores y consumidores, y continuamos con la actividad pudiendo mantener en todo momento la plantilla”, resuelve Agustín Gregori.
En este contexto, la pipa se alzó como el snack más demandado por los consumidores para sus momentos de ocio y disfrute en los hogares. El cambio de hábitos de consumo ligado al confinamiento y la preferencia de los clientes por esta categoría de producto reforzaron el liderazgo de la compañía en este segmento e incrementaron su cuota de mercado gracias a las referencias de El Piponazo y Pipas G.
Las pipas son un aperitivo que por sí solo ya genera instantes de entretenimiento y ocio. Por esta razón creen desde Grefusa que lograron convertirse en una de las «opciones estrella» durante ese periodo, consiguiendo mantenerse hasta la actualidad. Las semillas de girasol son muy beneficiosas para la salud, poseen un alto contenido en fibra, son fuente natural de vitamina E, magnesio y fósforo, y se ha comprobado que mejoran el estado de ánimo, además de ser un gran pasatiempo. Sobre esto último, por su capacidad de entretenimiento, ha sido la clave de su éxito durante estos tiempos de pandemia, encierros y restricciones.
Confianza en la recuperación del canal impulso
Grefusa confía en que la reactivación de la economía, ligada a la mejora de la situación sanitaria, permita que los canales de venta Impulso, Vending y Hostelería recuperen su actividad paulatinamente. “El Impulso fue uno de los canales más afectados durante 2020 debido al cierre de establecimientos y las limitaciones en la movilidad. Se trata de un sector muy atomizado, con dificultades además para alzar la voz y conseguir que se les escuche y ayude. Estamos hablando de pequeños empresarios, núcleos familiares, autónomos, de los que dependen directamente miles de vendedores, repartidores y distribuidores. Esperamos que, con el apoyo y ayuda de nuestro sector y si las condiciones sanitarias lo permiten, consigan revertir la situación y que 2021 suponga un escenario con nuevas y mejores perspectivas”, añade Agustín Gregori.
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