España se juega 100.000 millones por la brecha digital de sus trabajadores
Los avances tecnológicos están alterando el mercado laboral generando nuevas oportunidades de negocio y nuevos empleos, pero también están dando lugar a problemas sociales como la creciente brecha en los conocimientos digitales de los trabajadores. Millones de personas en el mundo ya se están quedando atrás porque sus industrias están siendo reemplazadas por nuevos sectores, lo que pone en relieve la necesidad de mejorar la capacitación de los empleados.
De lograr este propósito, España podría incrementar su PIB en unos 132.000 millones de dólares (108.735 millones de euros al cambio actual) en 2030, lo que equivale a un aumento del 6,7% adicional. Es, de este modo, el primer país de la Unión Europea y el cuarto de la OCDE que más partido puede sacar en los próximos años a la formación digital de sus trabajadores, solo por detrás de países como China, EE. UU. e India.
Según las estimaciones recogidas en el informe ‘Upskilling for Shared Prosperty’ elaborado por PwC y el Foro Económico Mundial y presentado esta semana en el Davos Agenda 2021, la economía española generaría 220.000 trabajos adicionales para 2030 de cerrar la brecha de habilidades en su mercado laboral, lo que implica un incremento del empleo del 1,2% y la productividad aumentaría un 9,5%.
“Los resultados sugieren que cerrar la brecha de habilidades podría ayudar a generar un gran número de empleos, lo que ayudaría a mitigar el alto desempleo juvenil en España”, exponen en el informe y añaden que “sin embargo, las políticas deberían garantizar que se tratan de buenos empleos, que permitan a los jóvenes a encontrar un empleo estable y bien remunerado”.
El Gobierno español, ya consciente de la importancia de cerrar el gap de capacidades digitales, ha fijado la transformación digital como uno de los ejes prioritarios de los planes de recuperación y reconstrucción para superar las consecuencias negativas de la pandemia. Como señaló el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía Española, “hará que el crecimiento sea robusto y demos un salto hacia delante sin dejar a nadie atrás”.
Entre los ejes principales en los que centra la recuperación se encuentra la modernización del sistema productivo y de la administración pública, así como un pacto por la ciencia y la innovación. El plan español se sustenta, a su vez, en los 140.000 millones de euros que llegarán de Europa hasta 2026. Unos fondos de recuperación europeos que también ponen el punto de mira en la transformación digital. “Queremos una España digital”, indicaba Sánchez en la presentación de su plan, y apuntaba que, para ello, es “vital” captar los fondos de Europa que se destinarán a proyectos innovadores que sirvan al desarrollo de la economía española y europea.
El informe del Foro Económico Mundial y PwC apunta, a su vez, que el sector dedicado a los servicios empresariales, que actualmente representa el 22% del PIB español, será uno de los sectores más beneficiados por el cierre de la brecha digital. En concreto, crecería un 7,3%, en torno a los 32.000 millones de dólares. La industria manufacturera (+7% y unos 17.000 millones de dólares) y el de Consumo (+6,5% y 22.000 millones de dólares) también contribuirán significativamente al crecimiento económico.
La covid-19 ha acelerado la necesidad de actuar
Prosigue el estudio señalando que la crisis del coronavirus ha acelerado la necesidad de poner en práctica “un ambicioso programa mundial de mejora de la capacitación” ya que la pandemia está imponiendo un ritmo más rápido de digitalización y automatización. “La superación de este desafío podría dar lugar a un progreso más rápido y a beneficios económicos aún mayores para 2030”, recalca el informe.
En concreto, establece dos escenarios. El primero de ellos, el escenario acelerado, asume que las lagunas de las capacidades digitales en el mundo se cierran para 2028, lo que añadiría 6,5 billones de dólares al PIB mundial para 2030. De acuerdo con el segundo escenario, el central, las brechas en las habilidades de los trabajadores se cerrarían en 2030, lo que supondría un incremento de 5 billones de dólares del PIB mundial en 2030.
Concluye el estudio apuntando que para 2025, el porcentaje de empleos que ya no son relevantes o que podrían ser sustituidos por la automatización disminuirá del 15,4% de la fuerza de trabajo mundial al 9%, y que las profesiones actualmente emergentes crecerán del 7,8% al 13,5%. Por ello, insiste el informe en la necesidad de “dotar a los empleados de todo el mundo de las capacidades digitales necesarias en los próximos años para transformar la economía mundial y hacerla más intensiva en conocimiento”.
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