Al mismo tiempo, ha insistido en que «es imprescindible y perentorio tener un nuevo sistema» porque «continúa vigente este problema estructural que tenemos los valencianos de estar peor financiados que el resto de comunidades autónomas».

«Nadie duda de la dificultad de negociar y llevar a cabo una reforma global del Sistema de Financiación Autonómica en plena pandemia. Pero tampoco nadie puede dudar que la actual situación hace más necesario que nunca llevar a cabo esta reforma«, ha subrayado.

A juicio del conseller, «el Gobierno de España actual ha sido capaz de entender que las comunidades autónomas nos hacemos cargo de las competencias más importantes para la vida cotidiana de las personas y de los servicios públicos fundamentales que afectan en el estado del bienestar y nos ha proveído de los recursos necesarios, que no tienen que ser retornables».

«Por lo tanto, el tema de la suficiencia para el conjunto de las comunidades autónomas, de alguna manera, se ha paliado ante esta situación extraordinaria. Además, estas decisiones posan de manifiesto la actitud del actual Gobierno, muy lejana de la del anterior Gobierno del PP en la crisis de 2011, cuando los recortes fueron la única solución propuesta».

«El actual Gobierno de España ha demostrado que concibe la financiación autonómica y el refuerzo del Estado del Bienestar como dos caras de una misma moneda», en opinión de Vicent Soler.

«Lo que no se ha paliado en absoluto es el tema de la equidad. Entre las comunidades autónomas hay una situación muy diferente de unas a otras. Nosotros, en concreto, somos la peor financiada a pesar de que nos tenemos que hacer cargo de los mismos servicios públicos fundamentales que las otras«.

«Los ingresos por habitante que proporcionan los sistemas de financiación autonómica común y foral van en 2021 desde los 2.136 euros de la Comunidad Valenciana hasta los 2.956 euros de la región mejor financiada, una diferencia del 40 %».

Pero el más preocupante, a juicio del conseller, «son los diferentes niveles de gasto por habitante a los cuales podemos hacer frente. En 2019 la Comunidad Valenciana gastó 3.498 euros per cápita; las comunidades mejor financiadas del régimen común, 4.320 euros, y las Comunidades Forales, 4.954».

«Sin un nuevo modelo -ha concluido-, las diferentes autonomías no encararán la salida de la crisis con las mismas oportunidades. Reconstrucción, resiliencia y financiación justa van inexorablemente unidas».