Los alquileres de larga estancia prolongan al otoño la temporada estival en Castellón
Los alquileres de larga estancia, en espacios abiertos, ventilados y con zonas verdes es la tendencia que emerge en un verano turístico atípico en Castellón en el que los alquileres por meses o quincenas se han visto truncados por los efectos de la crisis derivada de la pandemia sanitaria. Este cambio en las preferencias de los usuarios ha sido detectado por los agentes inmobiliarios, que apuntan también a que la temporada se alargará hasta el otoño.
Con el mes de agosto tocando a su fin, los intereses de propietarios de pisos de alquiler y de sus posibles clientes confluyen y coinciden en apostar por alquileres más largos, que se prolongan más allá del verano y que permiten evitarse a los primeros los cada vez más exigentes protocolos de desinfección de los inmuebles al cambio de inquilino y a los segundos estar un mayor periodo de tiempo en su segunda vivienda por unos precios más asequibles a sus bolsillos. Tendencias que confirman desde el Colegio de Agentes Inmobiliarios de Castellón, (Coapi).
En lo concerniente a las preferencias geográficas el área de la conurbación cercana a la capital, Castellón, es la más demandada, sin olvidar que en el litoral Benicàssim, a 14 kilómetros de la misma, es la ubicación preferida y la que mayor oferta de apartamentos tiene. En cuanto a los destinos del interior, de acuerdo con los datos que manejan desde el Coapi, l’Alcora, Borriol o la Pobla Tornesa son destinos atractivos.
En paralelo a la demanda de las ubicaciones en las que prolongar la estancia estival, incluso más allá de octubre, destaca la concerniente al acceso rápido y de calidad a la Red. Por ello, y ha aumentado las peticiones para contratar conexiones de fibra óptica a fin de lograr esa accesibilidad a Internet. Algo que obedece a la posibilidad de que el inquilino pueda verse obligado a teletrabajar.
El perfil del inquilino que se interesa por esos períodos de alquiler más prolongados es de un vecino de la provincia que busca estar más tiempo como alquilado en un piso o vivienda rural con espacios amplios, abiertos y en áreas verdes, lo que no encuentra en su vivienda habitual, apuntan desde las empresas de alquiler de viviendas consultadas. Al tiempo que logra un contrato más asequible al prolongarlo en temporada baja, cuando los precios del alquiler se reducen considerablemente -cabe recordar que en agosto el metro cuadrado costaba 9,2 euros en Benicàssim según idealista.com-.
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