Algunas escuelas de Formación Profesional (FP) utilizarán simuladores virtuales, espacios de comunicación virtual y otras herramientas para paliar el grado de afectación de la crisis del coronavirus. Sin embargo, admiten que las prácticas en empresas se verán «especialmente afectadas» y estudian alternativas para no perjudicar al alumnado. En concreto, Florida Universitària y la Escuela de FP de la Federación de Empresarios del Metal de la Provincia de Alicante (Fempa) detallan sus actuaciones.
Mercedes Herrero, directora de Florida Universitària, admite que las prácticas en empresas han sido el espacio más afectado. «Ni las realidades virtuales, ni los simuladores, ni otro tipo de actividades pueden sustituir la Formación en Centros de Trabajo», lamenta. Al mismo tiempo, señala que el teletrabajo está suponiendo en algunos casos una alternativa en esta situación y agradece a las empresas que han ofrecido esta posibilidad, aunque reitera que «no es igualable a una adecuada Formación presencial en Centros de Trabajo presencial».
«En cuanto al desarrollo de proyectos de FCT y Trabajo Final de Ciclo, que se han planteado como alternativa, es cierto que permitirán el desarrollo de ensayos fundamentados en las competencias generales y técnicas del ciclo, y podemos considerarlos como un camino que cumple con la corrección política del momento, pero sin duda no son tampoco el sustituto deseado», subraya.
Herrero: «Los proyectos FCT y TFC permitirán el desarrollo de ensayos fundamentales, pero no son el sustituto deseado a las prácticas»
Herrero señala que la crisis sanitaria ha supuesto paralizar por completo el modelo presencial y su adecuación a otro a distancia, además de cambiar el modelo de relación social y de comunicación existente. «Hemos modificado, en pocos días, todos los procesos de aplicación y praxis del aprendizaje a través de los recursos y entornos adecuados de los que disponemos los centros en nuestras instalaciones y migrar hacia un espacio de simulación virtual», explica.
En esta situación, precisa que la atención al alumnado, docencia y tutorización se está llevando a cabo «de forma síncrona y asíncrona, utilizando las herramientas que Florida pone a disposición del profesorado y del alumnado». «Disponemos de plataformas de formación y comunicación que permiten estructurar el proceso de aprendizaje, aplicar simuladores virtuales en aquellos ciclos que los requieren, blogs de desarrollo de la docencia y espacios de comunicación virtual», detalla Herrero.
Asimismo, añade que los equipos docentes han preparado la programación de este último trimestre atendiendo a la posibilidad de que fuera no presencial. «Paralelamente, desarrollamos estrategias metodológicas diferentes que estimulen el aprendizaje significativo, creando situaciones simuladas, promoviendo el conocimiento y el aprendizaje colectivo al tiempo que estimulamos la autonomía del alumnado», comenta.
En cuanto a los exámenes, puntualiza que para evaluar al alumnado emplearán el desarrollo de trabajos de análisis y aplicación, tareas de aplicación y ensayos puntuales, entre otros. «La evaluación continuada, que se aplica de manera habitual en nuestro centro, ha facilitado la adaptación a una evaluación no presencial sin demasiadas modificaciones», celebra.
Herrero: «La evaluación continuada ha facilitado la adaptación a una evaluación no presencial sin demasiadas modificaciones»
Por otro lado, indica que la FP dual se ha paralizado «prácticamente en su totalidad» y agradece que los entornos empresariales «han respondido de manera notable, tanto posibilitando la continuidad de la misma en el momento que se resuelva la coyuntura actual, como ofreciendo todo tipo de apoyo para su futura puesta en marcha». «No sabemos cómo la realidad económica y laboral del tejido empresarial valenciano podrá afectar en su reactivación, pero esperamos y deseamos que su andadura pueda continuar al inicio del próximo curso», manifiesta.
Asimismo, considera que los repentinos cambios en el modelo afectarán al proceso de aprendizaje, pero precisa que dos terceras partes del curso se han desarrollado «de manera adecuada». «Hemos considerado pautas de análisis de resultados que nos permitan activar complementariedad formativa en el marco de las competencias técnicas que se hubiesen visto afectadas», comenta.
Fempa organiza prácticas virtuales
En la misma línea, Joaquín Solá, director de Escuela de FP de Fempa, coincide en que el aspecto «especialmente afectado» es el de las prácticas en las empresas. «La opción tomada desde la Conselleria de Educación -en diálogo con el Ministerio- es realizar prácticas virtuales organizadas por el centro, con una reducción de horas de 400 a 220. En ello estamos», apunta.
«Hay un buen número de alumnos que prefieren priorizar las prácticas en empresa, por la mejor formación que supone y por la mejora de la empleabilidad. Esos alumnos se arriesgan a tener que finalizar en el siguiente curso, lo que supondría que su título llegaría por Navidad; en el caso de que lo prefieran, respetamos dicha decisión», asegura.
En la actualidad, en la escuela de FP de Fempa están impartiendo las clases en modo semipresencial, para lo que han formado al profesorado en el uso de dos herramientas: una para impartir las clases con herramientas de meeting y otro para confeccionar adecuadamente el campus online, con sesiones con expertos.
Solá: «Hay alumnos que prefieren priorizar las prácticas y se arriesgan a finalizar en el siguiente curso, pero respetamos la decisión»
«Los docentes, han tenido que rehacer sus programaciones didácticas para poder impartir las clases de esta manera. Hay contenidos que no se pueden transmitir de esta manera, especialmente aquellos que necesitan taller, cosa que ocurre en los ciclos vinculados a la electricidad y a la automoción). Algunos docentes están dando clases desde sus talleres (los que tienen taller propio) para poder remitir dichas deficiencias», explica Solá.
Además, admite que la comunicación con los alumnos se hace más deficiente, pero destaca que «la confianza generada en los meses previos lo que permite mantener la atención a aquellos que más apoyo necesitan».
En cuanto a la evaluación, señala que tratarán de centrarse en una evaluación continua en base a ejercicios y a participación en clase. «Todavía no hemos cerrado cómo haremos con los exámenes en el caso de que tengan que hacerse a distancia, pero barajamos varias propuestas: evaluar en base a trabajos, realizar exámenes online orales, realización de exámenes en casa, con cámara conectada, y con diferentes preguntas (un examen para cada alumno), son algunas de las ideas», detalla. Por otro lado, también han decidido dejar la formación dual para el próximo curso, pues consideran que es «un riesgo innecesario, cuya pérdida se puede suplir en el curso que viene».
En cuanto a las posibles deficiencias de conocimiento de los alumnos, cree que la estructura que han montado permite continuar la dinámica de aprendizaje. Así, indica que en la mayor parte de los ciclos que no necesitan taller «no habrá muchas deficiencias», aunque matiza que depende «de la madurez de los alumnos para seguir el ritmo de las clases».
«En el caso de los ciclos con taller el déficit será significativo. No será fácil el paliar dichas mermas totalmente, pero nos planteamos detectar los aspectos de cada asignatura que han quedado atrás, para intentar recuperarlos, en la medida de lo posible, en el curso que viene», sostiene Solá.