El Banco Santander suspende el pago del dividendo que pensaba aprobar este viernes
El Banco Santander ha decidido suspender el último pago del dividendo de 2019, que pensaba aprobar este viernes 3 de abril en su Junta de Accionistas para que fuera abonado en mayo, y deja en el aire la retribución con cargo a 2020, después de que el Banco Central Europeo (BCE) pidiera prudencia ante la crisis generada por la pandemia del coronavirus.
La decisión supone dejar de repartir 0,10 euros por acción a cada accionista, lo que se traduce en 1.661,8 millones de euros, dinero que la entidad ahora dedicará a incrementar sus reservas, según ha explicado este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
El grupo presidido por Ana Botín abonó el pasado noviembre un primer pago de dividendo a cuenta de los resultados de 2019, de 0,10 euros por acción, al que se iba a sumar un abono complementario del mismo importe en mayo y que es el que ahora cancela la entidad.
La idea de la entidad era ganar tiempo para contar con mayor visibilidad sobre el impacto de esta crisis y con la mayor flexibilidad posible para poder aumentar el crédito y ayudar a familias y empresas.Destacaba, además, que cumplía holgadamente con los requisitos de capital para seguir repartiendo entre el 40 y el 50 % de sus resultados entre los accionistas y estaba cómodo con los colchones de capital con los que cuenta frente a las exigencias regulatorias.
Sin embargo, el Santander subraya que, esa misma semana, el BCE instó mediante una recomendación dirigida a todos los bancos europeos que supervisa, entre ellos el gigante español, que preservaran capital cancelando el reparto de dividendos, no sólo los de 2020 sino con cargo también a 2019, ejercicio más que cerrado.
Esa recomendación del BCE, prosigue el Santander, recogía explícitamente que los bancos que habían convocado ya su junta pero no la habían celebrado, como el Santander, cambiasen su propuesta de dividendos para cumplir con los deseos de la institución, con sede en Fráncfort.
EBA concreta la moratoria del cobro
El anuncio también coincide en tiempos con el anuncio de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en sus siglas en inglés). La EBA concretó las modalidades de aplicación de la moratoria en el cobro de créditos a los afectados por la pandemia de la COVID-19, tal y como se comprometió a hacer en sus medidas de apoyo a la economía.
La EBA consideró que la moratoria de los pagos de los créditos es «una herramienta efectiva para abordar las dificultades de liquidez a corto plazo» causadas por el parón económico ligado a la epidemia de coronavirus. Agregó, que la moratoria de esos pagos no debe ser considerada ni periodo de gracia ni una reestructuración de la deuda, siempre que se atenga a lo descrito en la legislación nacional.
Esa flexibilidad en el cobro de los créditos no debe impedir a las diferentes instituciones identificar de forma adecuada las dificultades financieras a más largo plazo que puedan atravesar empresas o particulares. «Los requisitos para la identificación de exposiciones de origen y de impagos permanecen vigentes», señaló la EBA.
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