Pasa la noche de fin de año, una fecha marcada en rojo en la que mucha gente recurre a los conocidos ‘kit antirresaca’ o ‘kit de supervivencia’ como vía de salvación. Se trata de un conjunto de objetos, incluidos medicamentos, que se consideran imprescindibles no solo para despedir el año sino también para otros eventos como bodas o reencuentros de amigos.

Ante esta realidad, el Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (Micof) ha advertido sobre la peligrosidad del uso de estos packs, tan de moda en estas fechas navideñas por su practicidad. En muchos casos, los kits incluyen productos de higiene y cosmética e, incluso, caramelos o chicles.

«El problema viene cuando se introducen medicamentos como el ácido acetilsalicílico (aspirina), el omeprazol, el ibuprofeno o el paracetamol para consumirlos tras haber ingerido grandes cantidades de alcohol y alimentos», alertan. Además, critican que estos packs se definan como “originales y divertidos”, pues consideran que la introducción de medicamentos «puede suponer un gran riesgo para la población». A estas medicinas les acompañan productos sanitarios como apósitos para las rozaduras o bálsamos labiales.

Los medicamentos introducidos en estas bolsitas no precisan receta médica para su dispensación en farmacias pero desde el Micof se desaconseja su uso. «Dichos fármacos pueden interferir con los tratamientos crónicos que la persona tiene pautadas, produciendo una interacción entre medicamentos que puede reducir los efectos de uno de ellos, potenciarlos o derivar en efectos negativos para el cuerpo», explican.

Además, señalan que pueden producir alergias, en muchas ocasiones desconocidas anteriormente, y «tomarlos bajo unas condiciones inadecuadas posibilita un uso inseguro e incorrecto de los medicamentos». Por todo ello, desde el Micof recomiendan no realizar estas prácticas porque los medicamentos «siempre deben tomarse con receta y, no por ser de venta libre, pueden consumirse sin ningún criterio».

Asimismo, la entidad recuerda que mediante la intervención del farmacéutico se pueden detectar todos los posibles efectos nocivos. En concreto, si existen interacciones entre los medicamentos o si la persona tiene una condición especial, como estar embarazada, y requiere mayor supervisión.

Automedicación

Con la introducción de medicamentos dentro de las bolsas se está proclamando, según el Micof, la ‘medicalización de la vida’. Este término expresa que, con el uso de estos medicamentos, una intoxicación etílica o una comida pesada puede solucionarse sin que afecte a la salud. «Esto supone convertir situaciones normales en cuadros patológicos. En definitiva, la ‘medicalización de la vida’ conduce a la automedicación«, sostienen.

Asimismo, alertan de que la sociedad está experimentando una disminución de los niveles de tolerancia que derivan en el miedo a enfermar. Esto, señalan, genera unas expectativas muy altas de sentirse bien en todo momento. Por ello, el Micof recomienda minimizar al máximo esta práctica porque, aunque los fármacos son seguros, no se debe abusar de ellos. De hecho, precisan que, en muchas ocasiones, la elección del medicamento no es la apropiada y puede empeorar el estado de salud.

En la misma línea, apuntan que lo más peligroso de estos kits es la necesidad que se ha creado. «El Micof invita a hacer una pequeña reflexión sobre los hábitos sociales que se están desarrollando, que conducen al consumo de medicamentos por motu proprio, una actividad desaprobada por la totalidad de farmacéuticos, cuyo objetivo no es otro que ayudar a mantener un buen estado de salud de la población», subrayan.