La humanización de las organizaciones, estrategia de diferenciación

La humanización de las organizaciones, estrategia de diferenciación

En un entorno caracterizado por la incertidumbre y por la aparente “commoditización” de las empresas, donde la diferenciación es mínima, las organizaciones capaces de aportar valor diferencial a sus clientes serán quienes alcancen el éxito. Sin embargo, este éxito, materializado en crecimiento sostenido y sostenible y en una mejora en el desarrollo de negocio, viene determinado por un elemento imprescindible: la humanización de dichas organizaciones.

¿Quién no se siente mejor en un entorno de trabajo agradable? ¿A cuántos os gustaría un ambiente de trabajo más humano y cercano? Sin embargo, ¿qué hacéis para conseguirlo?

En muchas ocasiones, los equipos se encuentran con un primer obstáculo para alcanzar los objetivos: ellos mismos. Vivimos en una sociedad marcada por la “esquezofrenia” –la enfermedad de las excusas–, una patología que limita el progreso de las organizaciones por las barreras mentales que frenan a las personas: “es que no se puede mejorar”, “es que la competencia ya lo hace”, “es que hoy ya no se puede…”.


«Los equipos se encuentran con un primer obstáculo para alcanzar los objetivos: ellos mismos»

De ahí que sea clave contar con un líder que sea capaz de hacer avanzar al equipo y a la organización; una persona capaz de hacer que los demás hagan. ¡Y que quieran hacerlo!

Al líder no se le otorga el título en vano. Es una persona que debe buscar la implicación de todos los trabajadores y promover buenas prácticas según una planificación estratégica. Al fin y al cabo, toda visión sin acción acaba convirtiéndose en una alucinación. Por eso, cobra importancia la teoría de las 5 S del Liderazgo Transparente como vía para diferenciarse del resto: Sinceridad, Serenidad, Sencillez, Seriedad, Sensibilidad.

El líder debe ser íntegro, promulgar valores morales y trabajar hacia la consecución de objetivos. De ahí la importancia de relacionar la teoría del Liderazgo Transparente con la metodología “cinco S” del Lean Manufacturing: Seiri (clasificación), Seiton (organización), Seiso (limpieza), Seiketsu (estandarización), Shitsuke (mejora continua).

El líder de hoy en día, por tanto, no debe tener súperpoderes ni grandes virtudes, pero sí sentido común, ser un tipo honesto, accesible, metodológico y orientado al logro de los objetivos. Diversos estudios de clima organizacional demuestran que las personas altamente envueltas con su organización pueden mejorar el rendimiento empresarial hasta un 30 % y tienen más del doble de posibilidades de sobrepasar las expectativas de rendimiento de compañeros no comprometidos. Resulta imprescindible, por tanto, que todas las empresas cuenten con estrategias de motivación laboral que aporten al equipo un espacio propicio para desarrollarse profesional y personalmente.

Decía Albert Einstein que “locura es hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes”. Por ello, para liderar un cambio es vital tener presentes estas cinco recomendaciones.

> Fomenta el respeto mutuo y trabaja la tolerancia para ganar armonía entre las personas del entorno.
> Escucha a los demás para poder detectar los problemas y anticiparte a ellos.
> Maneja las emociones, pues la organización y la estabilidad generan seguridad en las personas.
> Ten en cuenta las opiniones del resto. Solo haciendo partícipes a los implicados, lograrás que las medidas implantadas se respeten y perduren en el tiempo.
> Genera confianza y acércate a las personas. Mostrar una actitud cercana, hará que el resto se sientan tranquilos cuando tengan que acudir para cualquier duda o nueva propuesta.

Estas medidas, a pesar de ser intangibles, van directamente a la cuenta de resultados. Solo queda un camino: hacer. El que tiene un qué, encuentra un cómo; el que no, una excusa.

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