Reconozco que entré en la sala de la tercera planta del Ateneo Mercantil con la arqueada ceja del prejuicioso. Di una vuelta por las salas de Van Gogh Alive y muy bonito y agradable todo. Pero en la comparecencia ante la prensa de Rob Kirk, director de exposiciones de Grande Exhibitions, escuché justo lo que quería oír (o al revés): «Intentamos atraer a un público que no está acostumbrado a ir a los museos. De ninguna manera nos marcamos como objetivo que la gente no vaya a visitar galerías ni museos para ver obras, sino más bien al contrario». A partir de ahí Rob y yo empezamos a entendernos y debo decir que sí, que Van Gogh Alive es una experiencia multisensioral, experiencial, y todo lo que acabe en «al», bien chula.

«Esta presentación constituye una nueva forma de aproximarse al arte, y lo que intenta es implicar al público para experimentar la obra de Van Gogh”, prosiguió Kirk. «Abarca los diez años más prolíficos de su vida, desde sus inicios en Holanda hasta su viaje al sur de Francia» en lo que constituiría, según sus propias palabras, «un viaje emocional del espectador» a través de la existencia del artista popularmente maldito.

València es la quinta ciudad española donde aterriza la exposición -entre otras, ya estuvo en Alicante-, y la quincuagésima mundial. Por ese motivo, y tras más de 400.000 visitantes sólo en España, Kirk afirmó que esta ocasión «marca un hito para nosotros», y por eso «incluye por primera vez nuevos contenidos que no se han presentado previamente».

Rob Kirk, director de Exposiciones de Grande Echibitions; Julia Selivanova, presidenta de Nomad Art; Carmen de Rosa, presidente de Ateneo Mercantil, y Elena Goroskova, directora de Nomad Art. | E3

Van Gogh Alive consta de 3.000 imágenes acompañadas por una «experiencia musical» de aproximadamente una hora de duración. En su prólogo presenta al personaje a través de sus autorretratos más famosos, acompañados por citas extraídas de sus numerosos diarios y epístolas –«desearía que me aceptaran como soy»…Vaya, Vincent, casi, casi…-. Después sigue un orden cronológico, para posteriormente tratar en profundidad sus célebres temáticas como su fascinación por los girasoles o por el arte japonés. Creo no destripar nada si adelanto que, al final, muere.

Respecto a las novedades introducidas en su presentación en València, Kirk manifestó que «es una combinación de cosas muy difíciles de explicar. Hay ciertas mejoras en las presentaciones de los paisajes, en los autorretratos, y también hay unos grafismos nuevos en la animación». En la misma línea se pronunció Carmen de Rosa, presidenta del Ateneo Mercantil de Valencia, cuando declaró que «la realidad de esta muestra supera todo lo que yo les pueda contar».

Para ser llamada «multi», obviamente la exposición no se queda sólo con las imágenes de las obras del pintor holandés en movimiento, subiendo y bajando, fundiendo repentinamente a negro, sino que van acompañadas de una muy cuidada selección musical a un volumen acorde con lo que aparece ante los ojos y tras las cabezas del público.

«En mi opinión, la música constituye más del 50% de la riqueza de la exposición, y contribuye a ese viaje emocional por el que queremos llevar a los espectadores. La música mejora la experiencia. Hay piezas que serán reconocibles para el público, que así podrá establecer sus propias asociaciones», describió Kirk. «Como curiosidad» -añadió- «descubrimos hace poco que en Spotify hay una lista de reproducción donde está recopilada». Además, distintas fragancias aparecen en la sala para incitar al olfato a recrear físicamente los espacios por los que transcurrió la vida de Van Gogh.

Autorretratos con y sin oreja. | E3

El espectáculo es notable y la expectativa muy alta. «Espero que marque una cifra histórica entre las exposiciones más visitadas de nuestra ciudad», declaró Carmen de Rosa. Elena Goroskova, directora de Nomad Art, compañía de efectos especiales que ha dado forma al proyecto ideado por Grande Exhibitions, advirtió que «para los primeros días en València ya hay muchas sesiones agotadas, y recomendamos que se compren las entradas con antelación». «Hemos duplicado nuestras expectativas de público, y esperamos cerca de 10.000 visitantes», se atrevió a avanzar.

Desde mañana hasta el 20 de octubre Van Gogh Alive recibirá a sus visitantes de 9 a 22h ininterrumpidamente de lunes a domingo, con un máximo de cien personas por sesión «para que todas puedan disfrutarla en condiciones óptimas», indicó Goroskova. Los precios para adultos son de 12 euros entre semana y 14 en sábado y domingo; entre 10 y 12 euros para estudiantes; y 9 para niños de entre 4 y 15 años. Las entradas se pueden adquirir en la web creada al efecto.

Pocos se arrepentirán de haber pasado por caja. Y no olviden visitar Ámsterdam.