El grupo Ferrero ha llegado a un acuerdo para adquirir una participación «mayoritaria» del mayor fabricante de helados de España, Ice Cream Factory Comaker (ICFC), con sede en Alzira (Valencia) y especializado en producir para marcas blancas.
En un comunicado, Ferrero -de origen italiano y dueño de marcas como Nutella, Kinder o Ferrero Rocher– ha precisado que la familia Lamsfus «seguirá siendo accionista» de la heladera y, de hecho, Guillermo Lamsfus Bravo se mantendrá al frente del negocio como director general.
Desde la compañía compradora no han facilitado ni el importe ni el porcentaje exacto adquirido a través de la operación, y se han limitado a señalar que prevén cerrarla «a primeros de julio de 2019», una vez cuente con las correspondientes autorizaciones por parte de los organismos reguladores.
Los responsables de Ferrero han apuntado que la decisión de hacerse con el control de la heladera se enmarca dentro de su estrategia de buscar «nuevas oportunidades en diferentes categorías de productos». ICFC, con sede en el municipio valenciano de Alzira, factura cerca de 125 millones de euros al año -el 65 % procede de su actividad internacional- y produce más de 600 millones de helados, según las estimaciones que hizo públicas en 2018.
Además, cuenta con dos fábricas, emplea a 700 personas y vende sus productos en 15 países. ICFC nació como tal en 2003, después de que su fundador, Guillermo Lamsfus, adquiriera a Nestlé las instalaciones de Avidesa, de la que era director general.
Fabricar helados para las marcas blancas de los supermercados ha sido la base de la estrategia de la compañía, cuyo máximo accionista desde 2010 ha sido el fondo Portobello, con el 70% del capital