La obra del fotógrafo argentino Humberto Rivas (Buenos Aires, 1937-Barcelona, 2009) se divide en “personajes sin contexto, contexto sin personajes; o lo uno o lo otro, nunca juntos en la misma imagen”, ha advertido Pep Benlloch, el comisario de la exposición que se ha presentado esta mañana en el Centro Cultural La Nau. Y, en efecto, sus trabajos muestran rostros con voluntad extremadamente analítica, de modo que, como ha afirmado Benlloch, «lleva hasta el límite el arte del retrato. Se acerca a sus personajes de la forma en la que él ya los había imaginado interiormente». Y entre esos retratos, también aparecen en tonos oscuros rincones de la periferia de la Barcelona de los 70, tan siniestros como auténticos al modo en que los describió Vázquez Montalbán y que también traen a la mente esa Barcelona preolímpica que a menudo recuerda con nostalgia el periodista y escritor Enric González.

Humberto Rivas 1937-2009 es una selección de más de 180 obras y material de archivo que aborda toda su trayectoria desde los años sesenta del siglo XX hasta el año 2005. Rivas está considerado como un autor fundamental para el desarrollo de la fotografía en España a partir de la primera mitad de los años setenta. Con él se produjo una renovación del medio que contribuyó a su consideración como un lenguaje artístico de pleno derecho. Eso se demuestra en la actitud con la que Rivas afrontaba su obra, siempre con visión de futuro: cada vez que realizaba fotografías,  tenía la costumbre de positivar inmediatamente varias imágenes, de las que seleccionaba sólo una. En la exposición se observan esas copias elegidas por el propio artista. Como ha expresado Benlloch en la presentación a la prensa, al tratarse de «originales positivados por él, se demuestra el máximo respeto por su obra; se ven en la calidad tonal en la que él creía que debían ser vistas”.

Antonio Ariño, vicerrector de Cultura y Deporte de la Universitat de València (UV) ha presentado la exposición como “la más extensa retrospectiva sobre el fotógrafo, procedente de la Fundación Mapfre Madrid”, en la primera colaboración entre ambas instituciones. Tanto Ariño como Carlos Gollonet, conservador jefe de fotografía de la Fundación Mapfre han recalcado su deseo de que la colaboración sea duradera y fructifique en nuevas propuestas. Gollonet, además, ha anunciado que en la Fundación «siempre hacemos retrospectivas de artistas» con la inteción de presentar siempre en profundidad las miradas que proyectan sobre la realidad.

María, 1978. Humberto Rivas

Entre los pocos retratados que el espectador puede reconocer se encuentra, a la entrada de la Sala Acadèmia, un retrato icónico de Jorge Luis Borges datado en 1972, cuando el genio de la narración breve ya decía que tenía la edad de las pirámides. Pero pocos rostros relevantes más aparecen encuadrados en blanco y negro -o mejor, en gris y negro-. Existen muchos retratos sórdidos, salvajes al estilo de Robert Mapplethorpe como la serie de Violeta la Burra. Y los rincones urbanos siempre son solitarios. Además de Barcelona, también aparecen esquinas de Londres e incluso de València, de la segunda mitad de los 80 y en color. Señales de tráfico, paredes desconchadas y fachadas pintadas son constantes de su visión de las ciudades, elementos que remiten a la huella del pasado, a la memoria, al misterio y a la ancha soledad.

Humberto Rivas recibió en 1997 el Premio de Artes Plásticas Ciudad de Barcelona; en 1998, fue Premio Nacional de Fotografía; en 1999 recibió en Argentina el prestigioso Premio Konex. En 2009, el Ayuntamiento de Barcelona le otorgó la Medalla de Oro al Mérito Artístico.

La muestra presenta su producción de manera cronológica contando con préstamos procedentes del Archivo Humberto Rivas (Barcelona), así como de las principales colecciones y museos que albergan obra suya en sus fondos: Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC); Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), Fundació Per Amor a l´Art (FPAA); el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía; Fundación Foto Colectania; y la propia Fundación Mapfre.

Se inaugurará mañana a las 20 horas y podrá visitarse de forma gratuita en las salas Acadèmia y Estudi General de La Nau hasta el 15 de septiembre.