El próximo 26 de mayo los ciudadanos europeos elegiremos a los 751 eurodiputados que han de representarnos en el Parlamento Europeo. Estas próximas elecciones están marcadas por el auge de movimientos antieruopeístas que amenazan el proyecto de una Europa más integrada. De todo ello hablamos con Lucas González, portavoz y jefe de prensa de la representación de la Comisión Europea en España, institución que ostenta el poder ejecutivo y la iniciativa legislativa en la Unión Europea.
-¿Qué retos enfrenta la economía europea? ¿Qué está en juego en las próximas elecciones?
-La economía europea sigue teniendo un crecimiento robusto que se mantiene en los últimos años, aunque es cierto que observamos una cierta desaceleración de ese crecimiento. Los retos varían considerablemente de un país a otro, pero en general es importante fomentar las inversiones, aplicar políticas presupuestarias responsables y ejecutar reformas bien planeadas.
-¿De qué manera afectan estos retos a la economía española? ¿Y a la Comunitat Valenciana?
-En el caso de España el crecimiento sigue estando por encima del 2% y eso es relevante. La economía española sigue teniendo un nivel de desempleo alto, y ese es un problema que hay que atajar. Por otro lado, la crisis ha dejado niveles de desigualdad que todos debemos combatir siempre con la perspectiva de estabilidad presupuestaria.
-¿Cómo hacer frente a la desaceleración que sufren las economías de la UE? ¿Nos acercamos a una crisis?
-No es posible predecir fácilmente cuando puede producirse una crisis; lo que observamos en este momento es una desaceleración del crecimiento comparado con los niveles de años anteriores, aunque la situación en cada Estado Miembro es diferente.
-Y respecto al recrudecimiento de las relaciones comerciales, sobre todo, con EEUU, ¿Cómo afecta a Europa y qué puede hacerse para solucionarlo?
-Nuestra intención es mantener excelentes relaciones con todos nuestros socios comerciales. Y es algo que hemos logrado en los últimos años. A modo de ejemplo, se pueden mencionar los numerosos acuerdos comerciales que la UE ha celebrado recientemente, con países importantes como Japón, Canadá o México. Algunos de estos acuerdos ya han entrado en vigor, con excelentes resultados para las empresas y los agricultores españoles, también los valencianos.
En cuanto a nuestras relaciones con los Estados Unidos: seguimos trabajando con las autoridades estadounidenses para resolver los problemas que hayan podido surgir y, en cualquier caso, la Comisión Europea se asegurará de que nuestras compañías no tengan ningún problema como consecuencia de ello.
-¿Cómo puede la UE intermediar en la guerra comercial entre USA y China?
-Los Estados Unidos y China son socios comerciales estratégicos de la UE. Las llamadas “guerras comerciales” pueden tener efectos negativos para la economía global, con un impacto indirecto considerable en la inversión mundial y el aumento de la incertidumbre.
Es por esta razón que estamos siguiendo de cerca la situación para detectar cualquier repercusión que pueda perjudicar a las empresas de la UE. Estamos convencido de que nuestra relación con Estados Unidos y China se resolverá mediante el diálogo y respetando las normas internacionales vigentes, en beneficio de la economía mundial.
-Otro asunto pendiente es la salida de Reino Unido, una salida sin acuerdo, ¿Qué supondría para la UE?
-El Reino Unido es un país comercialmente muy vinculado a la UE ya que más del 45% de sus exportaciones lo son a países de la UE y así como más del 50% de las importaciones. La UE no está contenta con el hecho de que el Reino Unido haya decidido salir de la Unión. Sin embargo, es una decisión democrática que nosotros tenemos que aceptar. Por eso desde el principio hemos querido alcanzar un acuerdo al que finalmente llegamos con el gobierno británico a finales de 2018. Ese Acuerdo de salida es el mejor acuerdo, y como hemos reiterado siempre: no vamos a reabrir la negociación.
Los Estados Miembros han acordado, eso sí, ampliar el plazo de la salida hasta el 31 de octubre de 2019 para facilitar que el Reino Unido pueda ratificar en su Parlamento el Acuerdo al que hemos llegado. Una salida sin acuerdo es un escenario no deseable porque no habría período de transición ni se aplicarían los elementos que nos ha costado dos años negociar con el Reino Unido. No obstante, hemos aprobado numerosos planes de contingencia para el caso en que se produjese esa eventualidad.
-También preguntar por el sector del automóvil, que sufre un periodo complicado, ¿puede la crisis del automóvil dañar a la economía europea?
-La industria del automóvil es una de las industrias más dinámicas de la UE: el sector da trabajo a 12 millones de personas y representa un 4% del PIB de la UE. Es importante señalar que la UE es uno de los mayores productores mundiales de vehículos de motor y que el sector representa el mayor inversor privado en investigación y desarrollo en Europa.
La fuerza de la industria europea está demostrada por los datos comerciales: según las estadísticas, las exportaciones de la UE son casi tres veces superiores a nuestras importaciones. Confiamos en que, cualesquiera que sean los problemas que puedan surgir en el futuro, el sector, con la ayuda de la UE, será capaz de superarlos.
-¿Cómo abordar la transición ecológica?
-La UE es líder mundial en la lucha contra el cambio climático. En ese ámbito, hemos puesto en marcha numerosas medidas legislativas en los últimos años con el foco puesto en los objetivos del clima y la energía para 2030. Los objetivos fundamentales son tres: al menos 40% de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (en relación con los niveles de 1990; al menos 32% de cuota de energías renovables y al menos 32,5% de mejora de la eficiencia energética.
Ese último objetivo está claramente unido a la transición hacia energías limpias. Además, hemos presentado una hoja de ruta para una economía hipocarbónica y climáticamente neutra en 2050. Evidentemente esto hay que hacerlo siempre salvaguardando y fomentando el crecimiento sostenible y la creación de empleo y bienestar social.
-En la Comunitat Valenciana, otro sector en crisis es el de los cítricos, ¿se debería frenar la entrada de los cítricos sudafricanos?
-La Comisión Europea es consciente de la difícil situación de los productores de cítricos de la UE, especialmente en España, y comparte sus preocupaciones. Sin embargo, estas dificultades se deben a una combinación de múltiples factores, principalmente relacionados con las condiciones de producción: la cosecha fue mayor de lo habitual, y el mercado se enfrentó a una menor demanda por parte de los consumidores.
El calor prolongado del verano y la sequía también dieron lugar a tamaños de fruta más pequeños al principio de la temporada, lo que normalmente se traduce en precios más bajos. Según nuestro análisis la situación difícil en el mercado no es el resultado de un aumento de las importaciones procedentes de terceros países por ejemplo de Sudáfrica, así que en este momento no vemos la necesidad de tomar alguna medida en este sentido.
-¿Se debería instaurar un impuesto a las empresas tecnológicas en Europa?
-La cuestión es que el auge de las empresas digitales, como las empresas de redes sociales, las plataformas colaborativas y los proveedores de contenidos en línea, ha contribuido enormemente al crecimiento económico de la UE, pero la normativa fiscal actual no se concibió pensando en las empresas que operan de forma virtual o que tienen escasa o nula presencia física. Por eso, en marzo de 2018, desde la Comisión Europea presentamos una propuesta normativa para garantizar una fiscalidad justa en este ámbito.
-Durante la crisis quedó patente la división entre las economías del norte de Europa y las del sur, ¿cuál es el diagnóstico actual? ¿Cómo avanzar en la conciliación de las economías de la zona euro?
-La crisis económica ha afectado a todos los países europeos, aunque es cierto que a algunos de manera particularmente severa. Sin duda la convergencia entre las distintas economías de la zona del euro es todavía un reto que es necesario completar. Por eso, hemos presentado una batería muy avanzada de propuestas para apoyar la profundización de la Unión Económica y Monetaria que pensamos que van en esa dirección. Los Estados Miembros son los que deben apoyar en el Consejo estas iniciativas de la Comisión.
-Otro problema que afecta a Europa es la crisis de los refugiados y los flujos migratorios, ¿ha sabido la UE gestionar está crisis? ¿Por dónde pasaría la solución?
-Conviene señalar que el flujo migratorio del último año ha vuelto a niveles que eran habituales en Europa antes de la crisis de 2015. Por otro lado, en ese año se produjo una afluencia extraordinaria debido fundamentalmente a la guerra en Siria.
Dicho esto: somos conscientes que todavía quedan problemas que resolver. Hemos conseguido aprobar el refuerzo de la guardia de frontera y hemos sido capaces como continente de garantizar que el derecho de asilo se hace efectivo cuando es necesario, pero seguimos trabajando siempre dejando claro que Europa es y ha sido siempre una tierra solidaria con la gente que viene de fuera.
-Otro reto es el demográfico, ¿cómo abordarlo? También preguntar por la aprobación del producto paneuropeo de pensiones, ¿es una apuesta de la UE por avanzar hacia la privatización de los sistemas de pensiones?
-En absoluto. La idea del producto paneuropeo de pensiones es ampliar las posibilidades de ahorro para la jubilación para los europeos a través de este producto y aumentar la competencia para favorecer la mejora en precios para los consumidores.
«La idea del producto paneuropeo de pensiones es ampliar las posibilidades de ahorro para la jubilación»
Respecto de la cuestión demográfica, no cabe duda de que los retos son importantes para muchos países europeos en muchos terrenos que van desde el apoyo a la conciliación laboral y familiar, como estamos ya haciendo a través de la Directiva aprobada recientemente, el apoyo al mundo rural o la gestión de la migración regular, entre otras cosas.
-Por último, preguntar por el avance de la ultraderecha en Europa y los movimientos euroescépticos, ¿Qué permite que proliferen estas opiniones que han llevado incluso a la salida de Reino Unido? Y, ¿por qué revindicar el proyecto europeo?
-El proyecto europeo se reivindica día a día a través de los derechos y beneficios que tenemos por el mero hecho de ser ciudadanos del espacio común de la Unión Europea: desde la posibilidad de movernos libremente por Europa, hasta poder estudiar o trabajar en todos los países de la Unión, el Erasmus, la moneda común que es el Euro, los derechos sociales que como europeos nos corresponden, o el espacio de libertad y democracia que nos garantiza la pertenencia la UE. Siempre que se les pregunta, los españoles muestran de manera muy mayoritaria su sentimiento de pertenencia a la UE; El 83% de los españoles se siente ciudadano de la UE, solo por debajo de Luxemburgo.
Dicho esto, los ciudadanos tienen que percibir a la UE como un proyecto que les es cercano y les ayuda en su día a día, no solo a través de los numerosos fondos europeos sino como el proyecto integrador que es. La crisis nos ha dejado movimientos populistas que atacan la idea de una Europa integradora. Es responsabilidad de todos, no solo de las Instituciones de la UE, el explicar las ventajas de nuestra pertenencia a la UE y sobre todo la dimensión europea de nuestra ciudadanía.