Andreu World, la excelencia empresarial inspirada en el mejor diseño

Andreu World, la excelencia empresarial inspirada en el mejor diseño

En 1955, y con sólo 17 años de edad, Francisco Andreu se hizo cargo del pequeño taller de ebanistería familiar. Cincuenta años más tarde, la firma Andreu World era reconocida con el Premio Nacional de Diseño. En ese medio siglo, la firma había conquistado los mercados internacionales, se había saturado de premios concedidos por las instituciones más prestigiosas en el mundo del diseño y era una boyante empresa. Hoy, 13 años más tarde, todo eso se ha acrecentado y se mantiene como una de los fabricantes de mobiliario más exitosos del mundo.

En sus inicios, el taller se dedicaba a la fabricación de piezas de madera, curvados, montaje y barnizado de sillas. Dos años más tarde desde su creación, Andreu World lanza los primeros diseños propios de sillas. Primero fue el modelo 72 y unos años más tarde el 123. Ambos con una clara influencia del diseño nórdico que eclosionó en la década de los 50 y se convirtió en la imagen de modernidad de la época.

El siguiente salto supone un cambio de nombre, Curvados Andreu, y una nueva fábrica. Y, paralelamente, la creación de una red que se encargaba de la comercialización de los primeros modelos de sillas.


El diseño entra en la filosofía de empresa de Andreu World desde su primeros años, convirtiendo a la firma en todo un icono internacional


Desde sus primeros años, participa en la principales ferias del mundo: València, y más tarde Colonia, Milán y Chicago. Esta salida al mundo contribuye de forma decisiva en una nueva visión más cosmopolita y en la que la cultura del diseño tiene un papel cada vez más relevante, hasta que se convierte en uno de los pilares básicos de la compañía.

La progresiva internacionalización de las ventas provoca que en 1980, el fundador de la compañía cree una nueva firma para la exportación: Andreu World.

Esta nueva proyección lleva a una actualización de la identidad corporativa y la comunicación de la empresa. La marca es un diseño de Mario Ezkenazi -también distinguido con el Premio Nacional- que crea un pictograma que combina símbolos reconocidos entre los profesionales del diseño como el Compasso d’Oro, uno de los más codiciados premios internacionales. Un galardón que está indefectiblemente unido a la trayectoria de la compañía, ya que le ha sido otorgado a varias de sus producciones, como la silla Sail.


La colaboración con los mejores diseñadores ha contribuido al reconocimiento internacional de la firma valenciana


Llega entonces el primer éxito internacional: la silla Andrea que se convierte en todo un icono internacional. Diseñada por Josep Lluscá, se trata de una silla icónica, que mezcla metal y madera y se distingue por tener únicamente tres patas.

A partir de ahí, la colaboración con los mejores diseñadores industriales se concreta en el ficha de firmas tan relevantes como Patricia Urquiola, Jasper Morrison, Alfredo Häberli, Lievore Altherr Molina, Pearson Lloyd, Piergiorgio Cazzaniga, Jorge Pensi, Nancy Robbins, Pedro Miralles, Ximo Roca o William Sawaya, entre otros.  Gracias a esta simbiosis, Andreu World produce muebles innovadores, atemporales y sostenibles.

Andreu World

Silla Andrea de Josep Lluscá

En esa época, además, se diversifica la producción. El catálogo se amplía con nuevas piezas, una diversificación que ha proseguido a lo largo del tiempo, incluyendo a partir del nuevo milenio el mobiliario de exterior.

Cada diseño producido por Andreu World es resultado de un dilatado proceso creativo y de manufactura. Un proceso en el que el amor al detalle, la excelencia y el buen diseño se convierten en la hoja de ruta para que la compañía sea fiel a sus valores. Una reflexión sobre todas las posibilidades que encierra: una constante búsqueda del mejor confort, de los acabados y de la usabilidad.

Esta trayectoria ha hecho que su catálogo esté repleto de piezas icónicas que se han convertido en parte de la historia del diseño. Con Andrea, comparten celebridad Smile, RDL, Ronda, Tau y Manila (Liévore Altherr Molina); la premiadísima Sail de Piergiorgio Cazzaniga o Nuez de Patricia Urquiola. Algunos de estos modelos han cumplido tres décadas en el mercado, lo que las convierte en clásicos contemporáneos.


Pocas empresas atesoran más reconocimientos al buen diseño


Una obsesión que lleva a la firma que buscar y premiar a los nuevos talentos a través de su propio concurso de diseño, cuya primera edición tuvo lugar en 2001. Hoy en día, el concurso se ha convertido en un referente internacional y una plataforma que da a conocer nuevos talentos.

Andreu World

La silla RDL, un portento de sencillez y un desafío de producción. (Liévore Altherr Molina)

En 2007, Andreu World recibió el Premio Nacional de Diseño, el mismo año que celebrara su primer medio siglo. «Supuso -afirma Jesús Llinares, director general de la firma- el reconocimiento a la trayectoria de más de 50 años de transmisión de la cultura industrial y de diseño de la marca, y también del gran tejido creativo, de diseño, creativo e innovador de la Comunidad Valenciana «.

Pero Andreu World es un nombre habitual en los premios más codiciados del mundo y acumula Red Dot Design, Neocon, Best of the Year Interior Design, Wall Paper, Interior Design HiP o Compasso d’Oro.

Cuando en 2017 fallece el fundador, la empresa ya estaba presente en más de 60 países. Francisco Andreu dejó una sólida empresa, con cimientos bien asentados para mantenerse como firma emblemática en el mundo del mobiliario.

Hoy, cuando ya ha rebasado los 60 años en el mercado, la compañía exporta el 85% de su producción y está presente en los mercados europeos y asiáticos más exigentes. Capítulo aparte es Estados Unidos, donde goza de un sólido prestigio, con showrooms en Nueva York, Washington DC, San Francisco, Boston y Chicago.

El mercado asiático también ha ido creciendo, hasta el punto que dispone de dos establecimientos en India y uno en Tokio.

Andreu World

Biblioteca Nacional de Qatar

Sus muebles equipan la Biblioteca Nacional de Qatar, las oficinas de CaixaBank, el aeropuerto de Johannesburgo, las oficinas de AT&T en México, las de Dropbox en San Francisco o las de Spotify en Suecia; las oficinas de Microsoft en India o espacios de United Airlines en Chicago o Londres … y hasta la catedral de Santa Catalina en Hamburgo.

Hospitales, aeropuertos, oficinas, sedes corporativas, restaurantes y hoteles se rinden ante la belleza y utilidad del mobiliario de la compañía valenciana.


Un compromiso que se renueva en el ecodiseño, la apuesta por la sostenibilidad y la mejora constante de los productos a través de los materiales y los procesos


Más allá del éxito comercial, de su internacionalización, de su culto por el diseño, Andreu World crece como compañía en todos los aspectos. Investiga en ergonomía, en aumentar la confortabilidad de sus productos. Avanza en investigación tanto en el uso de materiales como el procesos productivos y tiene un firme compromiso con la sostenibilidad utilizando únicamente maderas certificadas.

La búsqueda de la excelencia se plasma en la implementación en todo el proceso del ecodiseño aplicando la ISO 14006. Desde el ciclo de vida del producto a procesos que supongan ahorros energéticos o el uso de acabados y embalajes respetuosos con el medio ambiente.

Con toda esta trayectoria, Andreu World no podía sino ser una de las empresas promotoras de Valéncia Capital Mundial del Diseño. Jesús Llinares justifica la candidatura de la ciudad: «Somos una región que destaca por su creatividad, desde la música a nuestras fiestas. Hemos avanzado en un proceso de industrialización constante y con buenos ejemplos de innovación como el IVI, Mercadona, Porcelanosa, el sector del calzado … etc. Y, definitivamente, porque València se lo merece».

Artículo publicado marzo 2019

Andreu World

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