Luis Aires afirma que «el petróleo y el gas acapararán un 50% del mercado en 2040»
El presidente de BP España, Luis Aires Dupré, fue claro al afirmar ayer en Castellón que las reservas de petróleo no se van a acabar, porque «hay aún importantes cantidades de crudo por extraer», dado que los altos precios que alcanza en el mercado han movido a desarrollar tecnologías que permiten utilizar otras fuentes de energía alternativas, además de hacer «más eficientes» los medios que consumen los derivados del petróleo, como la gasolina. De ahí que opine que «el modelo de negocio basado en gas y petróleo va a seguir muchos años».
Amparándose en los estudios que realiza su compañía, indicó que «las reservas de petróleo conocidas y recuperables con la tecnología actual son más del doble de la demanda acumulada de petróleo hasta 2050 y pueden llegar a ser el triple teniendo en cuenta el veloz desarrollo de la tecnología que permite extraerlas y los nuevos descubrimientos».
A la vista de los escenarios que contempla BP, tanto el petróleo como el gas, que son las fuentes energéticas más utilizadas en la actualidad, «coparán alrededor del 50 por ciento del consumo en 2040, mientras que el carbón será el que experimente una mayor volatilidad pudiendo suponer desde un 20 por ciento en los escenarios más continuistas, hasta un 10 por ciento en los escenarios en los que un precio alto por tonelada de CO2 le penalice más«.
En esos escenarios de futuro con los que trabaja BP para 2040 se contempla que el Producto Interior Bruto (PIB) se duplique por el aumento demográfico en paralelo al incremento de la prosperidad y acceso a recursos de las personas que viven en países en vías de desarrollo, como India o China que se sumarán a la demanda de energía, lo que, indica Aires, «supondrá una demanda de energía superior al 33 por ciento».
En esas previsiones de futuro con las que trabajan se contemplan también las decisiones de los gobiernos acerca de las medidas a aplicar para combatir el cambio climático y reducir las emisiones, algo que condicionará al sector de la automoción y a los operadores petrolíferos. Ante ello, Aires es consciente de que «el sector energético se enfrentará a un doble reto, ya que deberá dar respuesta a esa mayor demanda energética que el mundo necesita para continuar desarrollándose, mientras se reducen las emisiones de CO2».
Esas medidas preventivas para cumplir el Acuerdo de París de 2015 también se toman en España, en la conocida como transición energética. «Lo que Gobierno ha dado a conocer es un borrador de un anteproyecto de ley que fija que a partir de 2040 se prohibiría la venta de motores de combustión interna, incluyendo los híbridos. Ese borrador tiene que pasar los trámites parlamentarios, discutirse y ver si se aprueba o no. En cualquier caso, lo que va a decidir qué energías se van a vender en las estaciones de servicios van a ser el desarrollo tecnológico y los gustos del cliente”, apunta Aires.
Opina que un porcentaje «muy significativo» de la reducción de las emisiones es fruto de la eficiencia energética alcanzada en todos los sectores de la economía española.. Y añade que en ese contexto, «las tecnologías maduras deben seguir contribuyendo a la reducción de las emisiones hasta que las tecnologías emergentes sean competitivas». De ahí que abogue por un marco jurídico seguro que dé confianza y «permita trabajar en el desarrollo de las tecnologías para reducir las emisiones».
El futuro que prevé BP es que» la demanda de energía seguirá aumentando a nivel mundial y en España lo hará entorno al 33 por ciento en 2040. Los combustibles fósiles todavía suponen el 85% de la demanda de energía. Mientras que las renovables, solar y eólica, representan sólo el 4 por ciento».
Luis Aires destacó también la apuesta por la modernización y reducción de procesos de emisión que se realizan en la refinería de BP en el Grao de Castellón. Una planta «de referencia» y que apuesta por utilizar de forma progresiva combustibles bio en sus procesos.
En la conferencia que impartió en el Casino de Castellón estuvo presente el actual director de la planta castellonense de BP, Francisco Quintana.
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